Mauricio González tuvo que asumir un rol distinto en el triunfo de ayer de Urunday frente a Hebraica, pasó de asistente a técnico por un día en reemplazo de Héctor Da Prá, quién había ido a vacunarse contra el coronavirus. Tras el partido, Dialogó con Basquet Total.

Sobre el transcurso del partido, comentó que “el plan que había diseñado Héctor para este partido lo pudimos llevar gran parte del mismo. Sabemos que Hebraica es un cuadro muy peligroso y que venía de perder, pero lo pudimos cerrar y concretar el tercer partido consecutivo ganado”.

Sobre cómo tomó dirigir el encuentro, dijo que “no me tomó por sorpresa porque sabía que en algún momento iba a llegar, pero después la decisión de Héctor de mantenernos a Jaime y a mí y él mantenerse al margen y no intervenir directamente en el partido, eso sí me tomó un poquito por sorpresa en el principio del segundo tiempo. Pero me parece que más allá de mi función de hoy es el equipo el que está fuerte, el que sabe las cosas que tiene que hacer, y cuando el equipo sabe lo que tiene que hacer y trabaja para eso, es mucho más fácil la situación que me tocó vivir hoy”.

También mencionó que la presencia del entrenador principal durante el segundo tiempo no le afectó para nada: “Para mí fue supernatural, más allá del nerviosismo de tener que estar ahí presente y de tomar decisiones que normalmente las toma Héctor, lo repito, me parece que cuando encontrás esa química con el equipo y saben hacía dónde tienen que ir se me hizo mucho más fácil el trabajo”.

Volviendo al desarrollo del partido, a la hora de hablar del primer cuarto, el único momento en el que Urunday estuvo en desventaja, comentó: “me parece que no entraron fuertes de cabeza, sin concentración y no pusieron la agresividad para defender que pusimos en los otros tres cuartos. Pasó por ahí, ni siquiera fue nada ni táctico ni del plantel, fue un tema mental que tuvimos que pedir un tiempo para aclararles que tienen que jugar mucho más agresivo”.

Y sobre la agresividad en la defensa profundizó: “Es la base de nuestro funcionamiento. Nosotros tenemos bien claro lo que queremos defensivamente y el armado del equipo tienemucho que ver también, con jugadores dinámicos y fuertes. Nosotros pr oponemos muchas veces cambios de hombres en los pics directos y los grandes quedan defendiendo a los chicos. Cuando tenés jugadores con esas características podes plantear esas defensas a los otros equipos”.

A la hora de hablar de cómo se planifica partido a partido en una liga tan corta como esta: “A mí en lo personal me gusta mucho esta forma de jugar, dos o tres partidos cada ocho o nueve días. Tenés que tener planteles largos, jugadores que juegan menos minutos listos para entrar, dosificar los minutos, porque también el hecho de jugar muy seguido puede traer lesiones, como ya está pasando en algunos equipos. A mí el formato de esta liga corta me gusta mucho”.

También mencionó sus impresiones sobre el rumbo que está tomando el básquetbol: “Me parece que el básquetbol está cambiando, se está tornando mucho más dinámico, veloz, con más posesiones, y nosotros, el básquetbol general en Uruguay, creo que tiene que apostar a eso. A darle mucha confianza a los jugadores, a que sean defensas cada vez más agresivas, salir en contraataque, tomar decisiones y tiros en ataque rápido y jugar posesiones cortas. Creo que el básquetbol está cambiando hacia eso y es lo que tratamos de jugar”.

Al ser consultado sobre si sería un básquetbol más parecido al que se juega en El Caribe, comentó que: “no creo que esa sea la definición. El básquetbol centroamericano es más anárquico. Jugar rápido no quiere decir jugar anárquico, desarmado o desordenado, sino que las tomas de decisiones son mucho más rápidas. Y cuantas más buenas tomas de decisiones a máxima velocidad consigas, y además embocar que es lo más importante, creo que es por ahí por donde va el futuro de este deporte y es la propuesta que queremos hacer nosotros”.