El 8M es un día que rememora la lucha de la mujer por buscar igualdad dentro de la sociedad. Esto se da en cada ámbito de la vida y el básquetbol no es ajeno. En este día tan especial, repasamos lo que ha sido la batalla de las chicas por ganarse su lugar en el deporte naranja, en el que a lo largo de ella, han conseguido más oportunidades.
Un deporte que era considerado de hombres, que las mujeres practicaban en la sombra, sin reconocimiento de nadie. Años en los que las formativas no daban lugar a las chicas, que estaban condenadas al mixto, jugando con muchos chicos que subestiman, los que iban a marcar suavecito solo porque del otro lado había una niña.
La preparación y la competencia interna se notaba al medirnos internacionalmente. Malvín fue el equipo que empezó a torcer esta historia, que se interesó por la rama y dominó durante 15 años esta categoría. 13 de estos fueron casi sin oposición alguna, en los que supo arrollar a cada rival que había enfrente, en una competencia desigual con poco interés del público. Para las propias chicas el jugar contra sus pares no era suficiente y por mucho tiempo tuvieron que salir a buscar competencia contra los chicos.
En 2015, la participación de Aguada y Goes en el Metropolitano Femenino podía hacer prever un crecimiento en la competencia, sin embargo las Playeras fueron quienes volvieron a ser campeonas sin gran oposición. 2016 fue el año que comenzó a ser bisagra para la competencia interna. El Misionero, liderado por Victoria Pereyra se plantaba como la principal oposición para terminar la hegemonía de Malvín, lo que atrajo no solo mayor atención de la gente, sino también de medios, que transmitieron la final por radio ante un escenario repleto. Una vuelta más para las azules, pero un gusto distinto. A partir de ahí, el crecimiento de la competencia interna fue en aumento y la incorporación de la categoría U18 para las chicas en formativas, aumentó sus años de aprendizaje, otra buena noticia para la rama.
Al año siguiente, Defensor Sporting fue quien se sumó al femenino, con una apuesta seria y un plantel con figuras jóvenes, terminó sacando de la competencia de forma clara a las de Plaza de las Misiones e hizo costar cara la derrota ante las multicampeonas, demostrando que el crecimiento en la formación ya era una confirmación. Pero una de las imágenes más lindas que dejó el año, fue el marco de público de la segunda final, en un escenario de Jaime Zudáñez en el que no entraba un alfiler ni en los pasillos. El condimento, las primeras finales televisadas, otra batalla ganada por las chicas que siguieron avanzando en su camino lleno de piedras.
2018 fue un año de grandes noticias para la rama. La incorporación de Bohemios, de gran rendimiento en las categorías formativas le dio otra tónica al campeonato. El probar el nivel de las jóvenes del club en primera era una de las cosas que generaba expectativa dentro de este torneo. Rápidamente las más chicas se ganaron el lugar en el equipo y terminaron siendo figuras, en la rotura de la hegemonía Playera de 15 años. Otras finales para el recuerdo, con un último partido en Gabriel Pereira, que tuvo un marco de público que no consiguió el marrón a lo largo de todo El Metro en el se quedó con el título.
Pero en un año en el que hubo muchas razones para sonreír apareció el gran obstáculo en el camino, la no participación de la selección mayor en su Sudamericano. Pero la repercusión que tuvo y el apoyo que recibieron las chicas a través de las redes sociales, demostraron que no luchaban solas ante esta injusticia como ocurría años anteriores.
Sin embargo ese enorme hueco en el camino, se empezó a rellenar de a muy poco con otras alegrías. La participación de la U15 en su Sudamericano llenó de emoción a la gente del ambiente, al ver como las nuestras consiguieron triunfos históricos y se estuvo a centímetros de ganar ante una potencia como Argentina, cuando antes se iba a competir para no salir últimas. El 3x3 también trajo medallas a nuestro país por segundo año consecutivo y las U16 consiguieron en una gira por Chile, un trofeo que parecía impensado, ante equipos de mayor edad y ante la selección campeona del Sudamericano U15. Una copa que cambió mucho la expectativa como nos dijo Emilia Larre Borges.
Además del mayor interés de la gente, también creció el de los clubes, de modo que hoy en día, muchos ya cuentan con al menos con una categoría femenina. Ese deportes que se decía que era de hombres, cada vez tiene más niñas practicándolo y empieza a ganarle terreno a otros que eran considerados de chicas. Estos años de construcción, de lucha, hicieron que la mujer se gane su lugar en el deporte y hoy lo disfrutan las más pequeñas, que se iniciaron en un básquetbol con más oportunidades, incluso con un viaje a China a la par de los hombres. Hoy en día la mujer tiene un lugar en este deporte, no solo dentro de su rama, sino en la masculina, en la que ya cada vez es más común ver mujeres, arbitrando, integrando cuerpos técnicos e incluso en este año sumando a una entrenadora en jefe en una de las ligas del interior más importantes.
Pero esta realidad más colorida aún está lejos del objetivo final. Una realidad muy distante a la que Sabina Bello nos contó de su participación en Argentina, en la que se la considera a la deportista profesional y que se transmiten todos los partidos por streaming. Pero a lo largo de este camino las chicas siguen cosechando sus frutos de su trabajo y aún queda mucho más por disfrutar en este recorrido.