Mathias Nieto analiza tácticamente una serie pareja donde Malvín terminó venciendo a Biguá 3-2 para meterse en semifinales.

Los Playoff son los Playoffs, es un torneo totalmente distinto, donde los mano a mano entre equipos y las variantes que se puedan realizar partido a partido pueden dar varias sorpresas. En esta serie vimos al campeón contra las cuerdas, Biguá lo forzó a mostrar su máxima expresión si quería seguir camino.

Para empezar, una de las interrogantes que planteaba en la previa era como iban a reaccionar los equipos ya que venían por caminos distintos, considero que eso fue un gran atenuante para lo que vimos de Biguá en cancha, el jugar el Reclasificatorio, y todos esos partidos que fueron prácticamente de eliminación, le dio carácter a un equipo que se fue reinventando una y otra vez a lo largo de la Liga, recambiando fichas extranjeras, solucionando lesiones, etc. Su premio fue, que se encontró con su mejor versión cuando más lo necesitaba.

Primer partido, ambos intentando generar desde el pick central, buscando el roll del bloqueador al codo, mientras el otro grande barriendo por el fondo buscaba dividir la defensa, Malvín pudo controlar este tipo de situaciones más fácilmente ajustando en la pintura, ya que Biguá tuvo una pésima noche de 6.75. El Pato por su lado lo logró por momentos gracias a la buena tarea defensiva de Joaquin Osimani sacando de juego a Mazzarino, Cabot cerró el partido de forma brillante para llevarse el primer punto.

Segundo partido, ya arrancó con novedades, Mazzarino no iba a participar del mismo. Malvín intentó solucionar esto con el ingreso de Serres de inicio, algo que cambió rápidamente por una doble base para liberar a Cabot, lo que le dio frutos. Biguá por su lado controló gran parte del juego, aumentó el ritmo, Martin Osimani generó para todos desde transiciones y pick central, y sumado a la gran noche de Hinkle con la mano caliente y Warren quien dominó la pintura, armaron el trio perfecto para llevarse el punto y poner la serie 1-1.

El tercer juego ya traía la vuelta de Mazzarino, pero, además Lopez comenzaba a meter mano en las rotaciones y daba ingreso a Souberbielle desde el inicio por Glover. El partido comenzó muy parecido al anterior, ritmo, Hinkle llevando el goleo por el lado de Biguá, Souberbielle y Glover por Malvín. Al segundo tiempo, parecía que el playero sacaba la ventaja, pero reingresó Warner que estaba afuera por un dolor tras un resbalón y de ahí en mas la pintura fue de Biguá. Warner anotando adentro, Hinkel desde fuera, y los 20 rebotes ofensivos fueron la clave para que Biguá ponga match point. Otra de las claves del partido, y de la serie ya que se dice que el tercer partido es el mas importante, fue la última jugada del tiempo regular: cortar o no cortar, (tres arriba, darle 2 libres al rival y quedarte con la pelota). Decisión muy subjetiva. Ninguna de las dos opciones te asegura la victoria, Malvin decidió no cortar, hubo una cortina indirecta que los jugadores cambian sin necesidad de hacerlo, y Hatila quedó emparejado con Hinkle que metió el bombazo, alargue y luego en el mismo se selló el 2-1 para Bigua.

Cuarto juego, otro cambio táctico de Lopez, ingresa Glover por Mckines. El partido comienza parejo de inicio, Biguá repitió la formula que le hizo ganar el partido anterior, y fue directo a cargar en la pintura, así fue llevando el partido, mientras que Malvin lo hacia desde el tiro exterior, Santiso iba a dominar el ritmo de juego, tiros abiertos desde transiciones era el juego  que dominó en el playero esa noche, obligó a la defensa de Biguá a salir a negar tiros y cerró con Hatila dominando en ataque, ya con los espacios generados. Por el lado de Biguá todo lo contrario, volvió a perder el gol exterior que lo había llevado a las dos victorias, eso hizo que las rotaciones de Malvín fueran mas cortas y hacia la pintura, lo que complicó la tarea de los internos, que, si bien sacaron la cara en ofensiva, les costó mucho más con la falta de espacios, además de esto, extrañó mucho a Hinkle, de partido entreverado y bien controlado por el rival.

El quinto y definitivo, ambos iban por el pasaje a semis, Biguá comenzó con un 11-2 a favor que ponía incertidumbre en el juego, pero luego de eso un parcial de 22-5 en favor de Malvin quebró el partido, malos porcentajes de campo de Biguá, merito del mejor pasaje defensivo del playero en la serie, esto mismo le dio la confianza necesaria para ir a la ofensiva, sueltos, lograron mostrar momentos de juego de descargas a los que Malvín nos tiene acostumbrados. De ahí en mas el control fue de los de López. Luego de ese pasaje en el que se desdibujó y le sacaron una renta considerable, Biguá intentó ponerse a tiro a impulsos individuales, sin bajar los brazos, subir la intensidad defensiva, pero encontró a un Malvín sólido que pudo frenar cada uno de esos enviones del Pato.

Estadísticas

Acá debajo, dejo las comparaciones de números de ambos equipos en la temporada, con los partidos ganados y perdidos de cada uno en la serie.

Hay diferencias claras en los puntos recibidos por Malvin, cuando le tocó ganar tan solo le promediaron 66 puntos. También tuvo diferencias notorias en el porcentaje de 6.75 en los partidos perdidos, pilar importante para el juego de Malvín.

Por el lado de Biguá también la diferencia la tenemos en el tiro del triple, convirtió 11,5 cuando ganó y tan solo tres cuando perdió, recordemos que esto no es solo importante porque es un punto mas que el doble, sino que el embocar de 6.75 hace que las defensas sean más abiertas, las ayudas y rotaciones más largas, lo que genera más espacios para poder atacar. Otro punto importante por el lado de Biguá también son los goles de cancha abierta, aumentar el ritmo, cuando lo realizó fue efectivo y consiguió 15 tantos de promedio.