Qué noche buena

Buen marco de público en el Palacio Peñarol para presenciar el partido con mayor rivalidad en nuestro básquetbol. Cánticos en la previa comenzaban a construir la gran fiesta. Banderas de palo para recibir al Misionero, globos rojos y verdes para el Aguatero y un ambiente ensordecedor marcaron los segundos previos a que la pelota vaya al aire.

Arranque impreciso para el rojiverde, Curtis no pudo gravitar en el poste y del otro lado, incursiones ofensivas de Brian García y Jackson en el poste bajo hicieron que el local inicie 10-2 arriba. Los de Reig administraron la temprana diferencia siendo amos y señores de las tablas. A las claras estuvo el dominio en este rubro, 19-5 en rebotes, más rebotes ofensivos que su rival defensivos y anotaron 7 de segunda oportunidad, contra 0 de los de Cabrera que apenas pudieron tomar uno en ataque.

Aguada salió con otra cara al segundo chico, los ingresos de García y Barriola le dieron otra actitud defensiva, el equipo cargó mejor los rebotes y a partir de ahí, anotó de segunda oportunidad y alimentó corridas de cancha. El Aguatero creció en confianza y logró con un par de bombas de Moon y una Bavosi, revertir el score con un 11-0 (29-26). Los de Plaza de las Misiones lo nivelaron rápidamente llegando más a los tiros perimetrales en defensa y anotando de corrida, para cerrar con igualdad en 32.

Arranque de segundo tiempo parejo y entretenido, goleado para los dos lados, haciendo del lindo espectáculo un vistoso partido. Goes tomó 10 de renta con un parcial de 12-0, intensificando la defensa al hombre lo que le permitió correr la cancha con Acosta como principal salida y a su buena conducción, le sumó un triple que fue importante junto a otro de Wohlwend para la diferencia. El Misionero inició 13-3 el último cuarto con Brian García lastimando en penetraciones hacia el aro y con tres bombas lapidarias, una del Pelado Vázquez y dos de Wohlwend, que tomó la base en un clásico y no le pesó para nada. La hinchada empezó a palpitar, a delirar y a creer en el triunfo que, con sufrimiento, llegó minutos más tarde.

Aguada supo ponerle interrogantes al resultado final, aprovechó los errores del rival presionando toda la cancha y anotando dobles fáciles, el Misionero sufrió la salida de Acosta. Aguada llegó a ponerse a 8 a un minuto del final. Sin embargo, una falta antideportiva de Demian terminó con el intento de remontada de su equipo.

Festejó la gente de Goes con mucha euforia, por tratarse de un rival clásico al que no vencía hace tres años y porque es en un momento que el equipo lo necesitaba en la tabla para escaparle a la zona baja.