Un rugido atragantado

Primeros instantes de partido bien de arranque de temporada, con los jugadores algo imprecisos por más que los primeros triples de cada equipo fueron adentró luego en varios intentos no pudieron repetir. 25 de Agosto apuntó a la zona con Nessi y Larrea como principales armas ofensivas y en defensa con Traversa y Callorda que llegaban a las ayudas. Al local le costó romper la zona, Acevedo no pudo influir en el perímetro y Tessadri no hacía pie en el bajo. Para buscarle solución al juego ofensivo Pablo Morales mandó a Andrés Piñeiro que en la primera de cambio anotó un 2+1 y forzó una pérdida de 8 segundos en la visita lo que le permitió ponerse a un punto luego de estar siete abajo. El león de Villa Dolores desde el banco trajo una pequeña reacción para nuevamente sacar un mínimo de ventaja terminando el primer cuarto 21-17 arriba.

Para el segundo chico la visita también sacó del banco a la experiencia de Gonzálo Álvarez con sus 33 años, el ex Biguá entre tantos equipos en la primera la mandó a guardar y fue buscado en cada ofensiva por sus compañeros. El local metió mano en el banco y con los pibes de la casa Arigon y Facal buscó presionar en primera línea en defensa y manejar la ofensiva con la doble base. El partido entró en un pozo donde los dos equipos no lograban puntos, las ofensivas no eran claras, los tiros no los tomaban cómodos y eso hizo que el marcador quedara varios minutos quieto. El ingreso de Osores nuevamente le dio fuerza en la pintura al local que a fuerza de ganas logró pasar en el marcador. A partir de ahí fue ofensiva tras ofensiva para ver quién terminaba arriba el primer tiempo, pero errores en los dos equipos dejaron el marcador 34-32 para los visitantes.

El arranque del tercero fue un calco del final del cuarto anterior, con los dos equipos algo imprecisos, pero anotando un par de bombas para despertar y volver al juego. En ese entrevero la visita volvió una vez más a sacar distancia, siendo Álvarez clave en el 1x1 para anotar o sacar la falta. Eso, no presionar la salida del rival más enlentecer el juego volvió loco a Morales en el banco papal, porque cada vez que su equipo logró robar y correr anotó. En el 5x5 los de Villa Dolores eran más efectivos y tras la salida de Álvarez quién tomó las riendas fue Chucho Nessi para que su equipo ingresara al último cuarto cinco puntos arriba 53 a 48.

El humo de la cantina ya se apoderaba de la cancha y Piñeiro encendido en el local intentaba volver a poner al equipo a una bola, pero un triple de Andrade desde la esquina le volvió a dar aire a 25. Esto hizo que los dirigidos por Cabrera comenzarán a manejar el reloj, más aún cuando otra vez Andrade colocó una bomba que puso al león con dos dígitos de ventaja. Auriblanco buscó, pero cuando el veinte le colocó la defensa en zona no supo qué hacer, Tessadri no logró hacer valer su estatura y Acevedo no estaba en una noche clara. El papal una vez más, con más ganas que juego intentaba descontar, pero Tiago Andrade estaba en modo diablo y con un 3+1, sí, triple y falta le volvió a dar ventaja a la visita. El ingreso de Álvarez otra vez le permitió al conjunto del Zoológico ser más dinámico en el juego, mover la bola de un lado al otro y abrir la máxima de 13 a 2:27 del final (73-60). A partir de ahí el equipo manejó el tiempo, estiró las ofensivas y fue confirmando el triunfo desde la línea de libres. El marcador final fue de 82 a 69 para 25 de Agosto.

El oriundo de Larre Borges llegó, se calzó la pilcha de 25 y le quedó pintada. Con un último cuarto con la manito caliente colocó 10 puntos consecutivos que significaron el cierre del partido para el equipo de Villa Dolores. Además, una de esas bombas vino con yapa, un triple y foul que desató la locura de los hinchas que ya lo toman como propio a Tiago Andrade.