En un partido con mucha marca y bajo tanteador, Romina D’Alessandro fue decisiva para que Yale superara como local a Lagomar.
El conjunto de Gino Alderete debutaba en serie 1 ante un rival que ya lo había derrotado recientemente en su gimnasio. Tras un primer tiempo parejo, salieron con gran despliegue defensivo al complemento, obteniendo un resultado importante. Quien jugara previamente seis años en Hebraica y Macabi, comentó al respecto:
“En la primera parte nos costó imponernos en algunos aspectos de juego, como el porcentaje de tiro. No obteníamos ventaja en el rebote ofensivo y en el contraataque, que son recursos fuertes para nosotras. Afortunadamente en el segundo tiempo pudimos mejorar, y con ello, establecimos diferencias definitivas para ganar”.
Las locales tuvieron serias dificultades de anotación en el segundo parcial, donde sólo sumaron cuatro tantos, ante una zona bien coordinada de su rival. Pero luego, fue su turno para intensificar la energía atrás, provocando numerosas pérdidas. La conductora de 21 años lideró la reacción con cuatro recuperos, sobre lo cual agregó:
“Es real que Lagomar tiene como estilo cerrar mucho su defensa, con lo cual no era fácil superarlas en la pintura. Nosotras habíamos trabajado toda la semana para este partido, entramos a la cancha con confianza en lo que el equipo pudiera rendir, y sabíamos que después el desarrollo nos iba a favorecer. Era cuestión de tener paciencia, seguir jugando y esperando nuestro momento”.
Por cuestiones de calendario, Yale sólo disputó dos partidos en un mes. Le consultamos a la Colo, quien fuera dirigida por el hoy entrenador rival Luis Pierri, si ello les había perjudicado en acumular ritmo de competencia, para aceitar el funcionamiento colectivo en cancha. Nos compartió:
“Exactamente, eso se dio así. Pero en verdad nosotros entrenamos un montón con el cuerpo técnico, de ese modo pudimos compensar esa inactividad producto de la falta de partidos oficiales. Tenemos la ventaja de la preparación física a la cual dedicamos mucho en la semana; eso nos permite jugar intenso todo el partido y lo podemos aprovechar a nuestro favor”.
En el cierre, D’Alessandro se refirió a la consigna que remarcó Alderete en los minutos de tiempo, con un contexto motivacional: más allá de que el tanteador esté a favor o en contra, pretendía el mayor compromiso y actitud de cada integrante en cancha. Ella consideró en sus conceptos finales, que es la clave para alcanzar los objetivos del grupo:
“Esa es la filosofía que permanentemente nos transmiten los entrenadores, y que por supuesto es compartida por cada compañera de este plantel. Estamos volviéndonos a encontrar, lo cual nos costó, pero de a poco volvemos a ser el Yale que pretendemos, con el sello e identidad que nos caracteriza, lo cual me deja muy contenta”.