Sergio Delgado, entrenador de Larrañaga, logró encontrar la forma de frenar a Unión Atlética en el momento en que el azulgrana mejor se paraba en cancha. Tras el triunfo de las mil rayitas, dialogó con Basquet Total.

A la hora de hablar del cierre del partido, comentó: “Unión Atlética es un equipo durísimo que juega muy bien y está bien entrenado, era obvio que se nos iban a venir arriba. En este torneo no hay nada fácil y esto es una muestra más de eso”.

Sobre el primer tiempo, en el que su equipo logró imponer condiciones y controlar al azulgrana, dijo: “Había ciertos movimientos que tenían ellos que nosotros desde la defensa sabíamos que teníamos que ajustar. Pero ellos tienen buenos jugadores que te pueden romper esta planificación en cualquier momento cuando empiezan a leer las situaciones de juego. Eso fue lo que pasó en el segundo tiempo y por eso se empezaron a venir”.

Sobre esto, prufundizó: “Nosotros buscamos romper los circuitos que ellos tenían con Pereyra, que se asociaba muy bien con Ottonello y Ambrosoni. En su caso, por ejemplo, sabés que si está parado en una esquina es porque va a recibir y por eso lo ponen ahí. En el primer tiempo logramos que no saliera tanto eso, pero en el tercer cuarto nos complicaron mucho”.

También habló de cuál fue el movimiento clave de la defensa para el último cuarto: “La defensa de la segunda cortina sobre Pereyra la estábamos defendiendo mal. El chico lo perseguía y el grande lo dejaba correr y él aprovechó para hacernos varios goles de penetración solo. Buscamos ajustar la cortina, que el grande no se quedara tan pegado al suyo, sino que flotara un poco más. Ahí lo contuvimos y ellos tuvieron que empezar a jugar otra cosa. Igual, creo que gran parte de la clave estuvo en Nicolás Lewis que defendió a Mosley de gran manera. Es muy difícil defender a un tipo así y Lewis pudo bajarlo”.

Por último, habló del buen momento de Larrañaga que se perfila para meterse en el grupo de arriba de la definición de El Metro: “Lo que queda de fase regular se encara igual que al principio. El equipo tiene hambre y no es un cassette. El equipo tiene hambre de mejorar, de jugar juntos, tiene ganas de jugar juntos y eso es un plus que es muy difícil de conseguir. Ya me pasó en la DTA el año pasado y ahora también. La idea de juego está y el hambre de los jugadores también está. Con eso vamos a plantear partido a partido y queremos ganar los que vengan”.