¿Cómo te encontrás hoy en tu carrera arbitral?
En realidad en lo que a mi carrera se refiere hubo un factor importante que fue la suerte, soy agradecido a la vida que me ha ido bastante bien porque en 2016 hice 6 partidos y ya al otro año estaba en la DTA. Creo que todo es un proceso que si uno trabaja y cumple, pueden llegar cosas mejores siempre. Todo depende de uno mismo. En cambio si uno va a caminar la cancha no vas a llegar a nada. A nivel continental hoy se hizo un cambio en cuanto a la valoración de los jóvenes y en cuanto a la proyección de los mismos, tengo claro que no pitó igual a un árbitro de primera y tengo millones de cosas a corregir pero es una realidad que tenemos todos que mirar hacia adelante y corregir sobre todo los jóvenes lleguen a las categorías de primera porque FIBA con 35 años ya te cortó, por eso hay un empuje hacia que se trabajen con los jóvenes, hacer lo que se tiene que hacer, aprender y seguir mejorando porque las oportunidades se van dando y hay que aprovecharlas. Otra cosa a destacar es que se creó un grupo de árbitros jóvenes de distintos cursos que está muy bueno, nos damos mucho para adelante, tenemos una competencia sana; si bien todos queremos llegar. Nos llevamos bien, nos mandamos mensajes antes y después de los partidos de aliento, por situaciones de juego y eso es muy positivo para el desarrollo de los árbitros porque de acá a unos años tiene que haber una renovación. Lo que también pasó es que hace unos años había determinados cupo de árbitros FIBA, luego le bajaron porque se manejó un sistema en cuanto a la posición de Uruguay en el Ranking FIBA, lo que era medio raro porque no coincidía ni coincide muchas veces el nivel de las selecciones o como compiten estas con el arbitraje. Mismo pasa en nuestro país que el básquetbol funciona gracias a la buena voluntad de la gente, en otros paises con el mismo presupuesto no podrían hacer nada de lo que hacemos acá, hay mucha voluntad de querer trabajar. Hace poco hubo una clínica virtual de Gran Canaria donde hablaban instructores de Perú y hablaban del arbitraje uruguayo como una escuela a la par de Argentina y Brasil, pero en sí estamos muy lejos de ellos aunque es destacado que hubo un crecimiento de árbitros muy importantes, nuestro país es una gran escuela y eso lo vi cuando fui a un Sudameircano U14 como invitado, me preocupaba más por lo técnico que otra cosa porque con lo demás al hacer formativas acá estás acostumbrado a lidiar con todo, desde un padre a los encargados de mesa, a los suplentes y demás.
Está claro que igual tenemos errores y fallas como los jugadores erran bandejas, nosotros erramos pitando, pero se perdona menos el mal pitazo, todos tenemos malos días, a veces pasa.
¿Te parece hagan falta más clinics y cursos?
Héctor Uslenghi está haciendo un gran laburo al menos para los árbitros jóvenes, es bueno. No se en tanto para el colectivo en general, ahí habría que preguntarle al otro. Lo bueno es que siempre se puede hacer más y trabajar, se hace mucho para las cosas que se tienen, siempre hay una posibilidad de feedback y esas cosas marcan la diferencia. Tenemos un Colegio de Árbitros bastante cercano donde si tenés que ir a hablar por un error, un consejo y demás siempre están, siempre hay comunicación que si uno la aprovecha es muy bueno.
¿Cuál es tu emprendimiento fuera del básquetbol?
Estudie para Contador Público y me quedan 10 materias para recibirme, pero me metí al estudio del marketing, todo lo que es implementar un info group y me dedico a eso. Vendo clases de matemática en línea. Al no tener un tiempo de horario es como subir contenido, digamos lo hacés a cualquier hora. En sí me estoy como redescubriendo para donde enfocarme en otras cosas.