Para cerrar el ciclo del “Equipo sin Hinchada” en 2020, Basquet Total fue a Brazo Oriental, próximo a la “Esquina del Movimiento” de San Martín y Fomento nos recibió en su casa y consultorio Joaquín Silvera.
¿Cómo fueron tus inicios en el básquetbol?
Todo empezó en el Club Atlético Marne, vivía a una cuadra y media de club y empezó a jugar mi hermano más grande ahí. Como todo hermano más chico -yo era el del medio-, arranqué a jugar inferiores. No era un fenómeno, pero no era un perro que tenía muñones en las manos aunque mi pasaje como jugador fue corto, hasta los 16 años y luego por temas personales me desvinculé del club, jugué un año en Yale y dejé.
¿Cómo se dio el pasaje de jugador a árbitro?
Así como soy el del medio de tres hermanos, el más chico continúo jugando en Marne y yo me vinculaba mucho al club. Luis Azambuja era el entrenador de mi hermano y me dijo de ser parte de los monitores que había en aquel entonces, algo que encabezaba Cebiñé Pereyra; y con 17 años me vinculé hasta que en 2007. Ya con 18 años hice el curso.

¿Cómo recordás tu debut?
Fue un hermoso partido en cancha de Layva entre Capurro y Larre Borges junto con Alejandro Sánchez Varela. Nuestro instructor era el “Sapo” Luis Fernández que tuvo un percance con el hermano de Mario Andriolo que era el entrenador de Capurro y casi se van a las manos,
se metieron los jugadores y todo y ese era mi primer partido con un lío también pero en sí el juego fue bueno. Después en mayores, tenía 19 años y fue en cancha de Auriblanco entre el local y Defensores de Maroñas junto a Jorge Araujo y Pablito Laxague. Fue un partido para el olvido, nos salió espantoso realmente, casi nos sancionan. En realidad, era para sancionarme y todo, pero no se dio de todas maneras. Auriblanco tenía un buen equipo y ganó bien no fue que incidimos en el resultado.
¿Cómo se lleva la vida de árbitro y de fisioterapeuta?
Me recibí de fisioterapeuta el año pasado que me dieron el título también, pero no se relaciona mucho ni es muy profesional atender los jugadores y después arbitrarlos por eso dejo la rama deportiva para los que están ahí ya. La fisioterapia me encanta realmente y en sí suscitó después de que en 2014 hubo una pre selección de FIBA y no quedé, aunque no entendí porque se presentaron como nueve personas y quedaron todos menos yo, Gastón Rodríguez y Christián Hirigoyén. Ahí fue cuando dije: se terminó el básquetbol y me dediqué a esto. Nos dieron una Licencia Blanca que fue un arreglo medio raro, no me invitaron nunca a arbitrar afuera y no tenía intenciones en sí de viajar ya que estaba con la monografía y eso, no podía ir a clínicas y eso aparte de que ya tengo 13-14 años de carrera con vicios ya incorporados en los que tendría que trabajar demasiado. Influye mucho tiempo de inversión y no te es redituable económicamente, por ese lado me cansó el básquetbol. La semana pasada me llamó Héctor Uslenghi para renovar el tema del pasaporte y le dije que no estaba interesado en participar; ya como que marqué mis preferencias, económicamente el básquetbol es un hobby y no puede llevar más tiempo que el trabajo. Como Fisioterapeuta trabajo de forma particular en casa y atiendo mucho a domicilio, con esto del COVID-19 se me complicó un poco pero previo a la pandemia venía espectacular y luego de la pandemia fue un cambio radical en el estilo de vida.
¿Cuál fue el mejor insulto que recibiste?
Todos recibimos insultos, es parte de lo penosamente arbitral, pero no me quedan así guardados, lo más bravo fue una patada que recibí de un hincha en un partido entre Defensor Sporting y Olimpia.

¿Qué te dejó el arbitraje?
Me dejó buenas cosas, no fue todo tan malo, conocí mucha gente, uno se hace conocer y el arbitraje le permite forjar una personalidad característica propia de todos los árbitros. El básquetbol en sí me gusta realmente y lo disfruto; antes lo disfrutaba más, ahora no tanto. Me ha dado muchos más amigos que enemigos y unos que quizás por un problema terminás después teniendo una amistad de años
¿Estás para jugar en Los Cuervos?
Me han invitado a jugar, pero deportes de contacto jugué una vuelta y me torcí el pie, al otro día tenía partido, ya no es lo mío. Me dedico a correr y al gimnasio no más.
¿Cómo ves el arbitraje en Uruguay?
Opino que el arbitraje no va de la mano del juego, acá el arbitraje no es profesional y aun así los árbitros lo tomamos muy profesional, hay profesionalismo y vocación que sobre pasa los niveles del juego. Al no ser profesional, el árbitro viene de laburar ocho horas y luego hace una final para la televisión y hay más cantidad de aciertos que de errores como todo arbitraje, pero considero que las proporciones a favor son mayores. Leyendo artículos científicos, en uno encontré que el árbitro de básquetbol tiene más acierto que el de fútbol manejando espacios y tiempos de decisión mucho menores. En sí lo maneja mejor, me pareció importante mencionarlo y además es algo que se ve. En el básquetbol tenés un juego más fluido y acá en si es lento en comparación a la región como en Argentina o Brasil, no llegamos a esa velocidad y nivel de juego.

¿Te parece hagan falta más clínics?
Acá empezaron a trabajarlo bien con la plataforma. El tema está en que si a vos te hacen una exigencia de tiempo, algo que demanda un tiempo importante vos no podes dejar de ver a tu familia, de percibir ingresos por tu trabajo por el básquetbol, por más que hagan 200 clínics capaz que la gente no puede ir por otras cosas, también porque falta esa cuota de profesionalismo a nivel económico porque en sí las clínics se trabajan bien, no se puede hablar mal.
¿Cómo ves la UJOBB hoy?
Fue el año que estuve más por fuera de todo y en sí no estoy conforme en como se manejó la UJOBB con la pandemia, como se manejaron con la FUBB en el retorno a la actividad que se tenía que haber hecho bajo ciertas garantías que no se hicieron. Ahora volvemos a estar en un párate al igual que los porteros.

¿Sos de mirar tus partidos?
Hasta el año pasado los miraba, realmente hasta el 2014 me lo tomaba muy profesional, sacaba jugadas de equipos para así saber dónde pararme. Luego empecé a perder interés y ahora prácticamente ni lo miro salvó alguna cosa puntual.
¿Disfrutás de mirar el básquetbol?
Sí de mirar por el deporte en sí mismo, pero ya no es algo que me sea seductor. No miro NBA, cada tanto la ACB, pero miro mucho más fútbol ahora.
¿Cómo es arbitrar al equipo que sos hincha?
Al único equipo que le tengo simpatía ahora es Colón, siempre digo que no me lo den y me lo dan por la zona. Es por un tema de comodidad post partido, después te encontrás a los muchachos, y eso no está bueno.
¿Cuál es tu pasión fuera del arbitraje?
Mi pasión es entrenar, sobre todo el gimnasio con doble horario de mañana y de tarde, en sí es con un fin más estético que otra cosa.
¿Por qué no llegó la experiencia internacional?
Fue una experiencia que no llegó, ni un carné, ni una nómina, fue todo muy extraño y realmente no sé en que se basaron.

¿Te faltó algo en tu carrera arbitral?
Arbitré lo que quería, mi último objetivo era arbitrar en el Antel Arena y se me dio el año pasado con la cuarta y fue el partido con menos jugadas polémicas. La verdad creo que no me queda más nada que me motive a seguir. En cuanto a lo internacional genera muchas responsabilidades que hoy no puedo tomar.
¿Manejas esa posibilidad del retiro?
No por ahora, por un tema económico, pero hace un par de años que hay intenciones de no continuar, pero vamos a ver cuánto lo perduramos y el día que no daré más, dejaré. En sí por la edad puedo seguir arbitrando pero soy de la camada viejas de árbitros no digo sea este año o el que viene, pero se estudió esa posibilidad de dejar el arbitraje.
¿Quién es Joaquín Silvera?
Un loco, hiperactivo que no se puede quedar tranquilo, que tiene el gimnasio y el deporte como un cable a tierra. Me gusta mantenerme en actividad y siempre tengo inculcado eso de que haga lo que haga doy el 100 %, y no hacer las cosas por la mitad. Esa parte de mi hace que quiera dar un paso al costado, que no debería seguir en el básquetbol porque no estoy dando ese 100 %.
PING PONG
Mejor Partido: Aguada – Goes en 2017 el mejor lejos
Peor Partido: Goes – Hebraica y Macabi en cancha de Goes en el 2014, fue muy feo en un contexto complejo
Jugador más complicado: El “Bicho” Luis Silveira con todas sus mañas
Hincha de: Si me tengo que identificar es con Colón.
Terna ideal: Puede ser con Julio Dutra y Richard Pereira o también con Alejandra Godoy, Gastón Rodríguez, Andrés Laulhe, Aline García y Diego Ortíz. son varios en sí.
Partido que te gustaría arbitrar: La séptima final de la Liga que después de lo que hablamos no se dará ni loco.