Siguiendo con este segmento de entrevistas a los árbitros del deporte naranja, fue el turno de Gastón Rodríguez, desde su niñez hasta su pasión por el cine, uno de los árbitros con mayor crecimiento en el último tiempo tuvo su espacio en Básquet Total, prometiendo la afeitada para cuando le toque volver a estar en la cancha.
¿Cómo fueron tus inicios en el básquet?
Fue jugando, primero en Stockolmo dónde estuve de mini hasta infantiles, luego fui a Urunday Universitario unos años para volver a Stockolmo y hacer las categorías cadetes y juveniles. Una vez que terminé las formativas al año siguiente entré a la facultad, no tenía posibilidades de seguir jugando y decidí dejar, ese año me quedé sin hacer nada con respecto al básquetbol. Al año siguiente Federico Iglesias me invitó a hacer el curso de árbitro y ahí comencé en esto.
¿Cómo viviste esos años de jugador?
Fue una etapa muy feliz, me gustaba jugar, ir a entrenar, los partidos los fines de semana; por suerte siempre tuve lindos grupos con buenas amistades y la relación que más me quedó fue con Federico que, no solo me invitó a hacer el curso de árbitro sino que además soy el padrino del hijo, es una amistad que tenemos desde los 8 años, ya hace 25 que somos amigos. Eso para mí fue lo más lindo de haber jugado al básquetbol, las amistades y el entorno que se vivía. No solo la parte social, también disfruté la parte deportiva, tengo lindos recuerdos de partidos ganados sobre el final de manera increíble y partidos donde perdimos por paliza, tuve la posibilidad de haber integrado una preselección nacional que dirigía Alejandro “Yayo” González, eso me dio la posibilidad de entrenar una doble jornada en el Cilindro Municipal.
¿Cómo se dio el pasaje de jugador a árbitro?
Nada que ver una situación con otra, cuando dejé de jugar me fui de una manera graciosa ya que en mí último partido fui expulsado, bien expulsado dicho sea de paso, tuve una sanción de tres fechas y justo quedaban tres para el final y no pude jugar más. Me fui a lo Éber Ludueña, expulsado (risas). En el 2007 hice el curso y cuando uno entra lo hace sin saber con que sé va a encontrar, lo viví de muy buena manera y me gustaba el hecho de tener conocimiento de las reglas, de hacer prácticas en cancha, de perfeccionar señalización, posiciones en la cancha y cosas que hasta el día de hoy se siguen haciendo énfasis por más que se aprenden desde el día uno. Todo eso ayudó a que la transición haya sido buena, porque me encontré con algo totalmente diferente porque cumplís otro rol.
¿Recordás el debut?
Sí, fue ese mismo año en un partido de Sub-18, me acuerdo que jugaban Aguada – Marne en cancha de Aguada y me había quedado la espina de no haber hecho el de juveniles, que era el partido que quería hacer. En ese momento me agarra Luis Fernández, uno de los profesores que me dice: “mirá que te doy el partido de Sub-18 porque juegan el primero contra el segundo”, eso hizo que fuera una motivación extra a la hora de entrar a la cancha en mi primer partido. Recuerdo que lo hice con Alberto Arenas y fue una experiencia increíble, con muchos nervios al principio, me temblaban la pierna antes del salto, pero una vez que arrancó el partido ya fue algo totalmente natural.

¿Cómo vivís tu día a día con el arbitraje?
Por suerte tengo la flexibilidad laboral que es importantísima para poder abarcar todo, no solo en el básquetbol sino también los estudios, eso me permite acompasar todas las actividades: entrenar, arbitrar y estudiar además de trabajar. Siempre hago una planificación semanal, en base a las designaciones que salen cada jueves armo mis horarios.
¿La preparación es la misma para un partido en la capital que en la Liga de Soriano?
No, porque acá en Montevideo me insume menos tiempo, puedo ir a mí casa a descansar y hacer una planificación tranquila del partido, mientras que el ir a Mercedes ya hace que lo planifique de otra manera. Antes la designación salía el jueves y al día siguiente tenías que irte a Mercedes y en base a eso planificar un partido en escaso tiempo, ahora por suerte no pasa y te avisan con antelación, te preguntan si estás disponible de tiempo para poder ir hasta Mercedes. Igual desde la Liga mismo te contactan, te ponen al tanto de cómo va el campeonato y te dan la información clara para poder hacer un buen trabajo. En mi caso soy un poco obsesionado en el sentido de que me gusta hacer los deberes previos antes de arbitrar, por ponerte un ejemplo tengo que arbitrar Remeros con Esparta, entonces averiguo las posiciones en el torneo, las aspiraciones de cada equipo, los jugadores que hay en cada club, lo que hace que llegue a la cancha sabiendo que me voy a encontrar y no llevarme ninguna sorpresa. Acá es lo mismo pero con más tiempo de descanso, pero se sabe los equipos que vas a arbitrar, las situaciones que se te pueden llegar a dar, soy de hacer mucho scouting porque entiendo que debe haber un trabajo previo de equipo, jugadores en forma individual, sistemas colectivos, a los entrenadores y también me gusta planificar con la terna, hablar un par de días antes para entrar en clima de juego, planificar la charla cuando me toca ser el primer juez, por más que siempre hay cosas que se hablan se tiene en cuenta los equipos y el momento del campeonato que se está jugando.
¿Sos una persona que disfruta ver básquet o sos muy obsesivo y lo miras cómo árbitro?
Trato que no sea así, pero muchas veces es inevitable. Estás mirando un partido y de repente se da una situación donde hay algo polémico e inevitablemente hacés el cambio de chip de espectador a árbitro y analizas si mueve el pie pívot o no, si hay o no paso cero, ver la ubicación del juez que tomó la decisión, estaba mal parado o no, el que debía pitarlo no lo hizo, en fin, un montón de cosas que hacen no poder separa tu rol de árbitro cien por ciento y nada más mirar el juego, siempre en mayor o menor medida el árbitro está presente.

¿Cómo ves a UJOBB en esta situación y de cara a futuro?
Te lo puedo decir de dos lugares: como miembro asociado a UJOBB y en los últimos meses, cómo integrante de la directiva. Visto como asociado a veces genera ciertas incertidumbres como se están haciendo las cosas, ahora estando del otro lado veo que hay un trabajo constante en el manejo de la pandemia, que es una situación totalmente atípica y ha mostrado falencias en cuanto a cosas nuestras de los árbitros, pero creo que de esto vamos a salir fortalecidos. Somos personas diferentes con distintas realidades, es muy difícil poder atender todas las situaciones y de la misma manera, porque a veces no solo depende de la UJOBB sino que es un tema más a nivel de Estado, tanto por leyes sociales como por situaciones individuales que no son contempladas y no entendés el por qué no son contempladas, ha sido remar y luchar para conseguir lo mejor para todos.
¿Te ves algún día al frente del gremio?
Hasta el momento nunca había integrado una directiva, me han ofrecido muchas veces integrar diferentes listas a la hora de elegir nuevos miembros, agradecido de que pensaran en mí pero nunca lo acepté por un tema de no poder llegar a cumplir con los compromisos que corresponden a estar en una directiva, el tiempo que insume, sentía que era egoísta de mi parte decir que sí y luego no cumplir con lo que conlleva la tarea, que es no cumplir con los asociados. Ahora se dio mi ingreso por la renuncia de un compañero y como disponía de tiempo acepté el desafío para también devolverle a UJOBB todo lo que ha hecho por mí desde que soy asociado. Ya encabezar lista hoy en día no está en mis planes, estar acompañando y apoyando siempre voy a estar, tanto dentro como fuera de la directiva, pero encabezar una lista, hoy no.
¿Cómo ves el arbitraje en Uruguay?
Realmente lo estoy viendo bien, vamos mejorando con el paso del tiempo y se está perfeccionando mucho. Este párate nos ayudó a poder tener instancias a través de zoom, donde semanalmente se dan charlas por parte de la escuela de árbitros. Se está dando un recambio generacional y si bien faltan un montón de cosas, se está yendo por buen camino. Tal vez se puede hacer un mejor trabajo en cancha, eso puede ayudar a mejorar más de lo que se ha hecho y también que no se pierdan estas charlas que estamos teniendo una vez que vuelva la actividad. Estas instancias teóricas donde vemos situaciones de juego son enriquecedoras ojalá lo sigamos aprovechando, pero ya con situaciones de los partidos que vamos a arbitrar. Luego está en cada uno, el esfuerzo y las ganas que le pongas a veces cuesta que todos tiremos de la misma manera para el mismo lado, pero en su gran mayoría todos estamos abiertos a mejorar y perfeccionarnos.
¿Cómo fue tu experiencia en el Sudamericano Femenino U17 de Barranquilla, siendo esta tu primera experiencia en lo internacional?
Me dejó una bolsa llena de cosas: aprendizaje, vivencias, relaciones humanas con gente de otras nacionalidades y que viven otras realidades, otras culturas, salí enriquecido desde muchos puntos de vista. En lo deportivo se vive de una manera muy intensa, me lo habían dicho pero una cosa es escucharlo y otra vivirlo. Uno viaja y va a un torneo en otro país dónde desde que te levantas hasta que te acostas estás totalmente al palo y dedicado a eso. Era levantarse a entrenar, volver a desayunar, luego hacer una planificación del partido que te toca arbitrar, lo que implica hacer scouting de las selecciones, las jugadoras, saber quienes eran las goleadoras y las líderes de cada equipo, como atacan y defienden. Todo un trabajo previo que demandaba mucho tiempo y se hacía entre todos los integrantes de la terna. Cuando llegaba el momento de arbitrar al terminar el partido 5 o 10 minutos después tenías una devolución de lo que había sido el juego. Ya tenían la edición del partido, cuantos pitazos hizo cada juez, cuantos aciertos o errores, la devolución es de ida y vuelta, porque explicabas por qué habías hecho lo que hiciste y si tenías un error cómo deberías corregirlo. Luego había que hacer un informe personal de cómo fue el partido, que aspectos positivos tuviste y cuales debés mejorar. Todo el día dedicado al arbitraje y ya pensando en la designación del otro día, en un torneo que solo tuvimos un día de descanso, pero en la mañana teníamos que hacer el test físico y luego sí podíamos descansar.
¿Cómo tomaste la designación?
Fue un torneo que me tomó totalmente por sorpresa, la licencia internacional me la otorgaron en septiembre y el torneo fue en noviembre. No podía creer que en tan pocos meses me llegara la posibilidad, me sentí totalmente emocionado, orgulloso y una mezcla de cosas que me mueven hasta decirlo, obviamente que ahora quiero más, no me voy a conformar con eso.

¿Te esperabas arbitrar en el Antel Arena?
Tenía la ilusión, había tenido un buen torneo salvo un partido que me marcó, pero había estado en todas las instancias previas de playoffs y me había ido conforme con mis actuaciones. Eso hacía que la ilusión fuera más fuerte, no sabía cuando, pero creía que me iba a llegar. Cuando me sonó el teléfono y vi que era de la Federación supe que me tocaba una final y fue una explosión de alegría y además era la primer final en la historia del Antel Arena, tuve días de nervios y ansiedad antes del partido, pero una vez dentro de la cancha se te va.
¿Qué diferencia notás en el trato a los árbitros comparado a cualquier cancha del país?
Parecía que estabas en otro país, ya desde que llegás porque tenés un estacionamiento con lista, el acceso a los vestuarios es por atrás y no por la puerta principal como en todos los escenarios del ámbito local, tenés guardias por todos lados que te acompañan en todo movimiento que haces. También en lo que es a infraestructura, el vestuario, las tribunas, la pantalla y al entrar a la cancha no podías creer estar ahí para hacer lo que a uno le gusta y en el mejor escenario que tenemos en el país, fue algo redondo.

¿Sos de ver tus partidos?
Sí, siempre. Si son televisados no me aguanto a que estén subidos en la plataforma al día siguiente, veo la repetición apenas llego a casa.
¿Cómo es arbitrar al equipo que sos hincha?
En mi caso nunca fui hincha ferviente de ningún equipo, sí tengo un sentimiento y un cariño a los equipos donde jugué. Cuando arranqué mi carrera de árbitro sí, bajo ningún concepto le arbitraba a esos equipos, pero si quiero ser profesional en esto tengo que hacerlo de la forma que corresponde y hacerlo bien. Una vez en DTA me tocó arbitrar un Stockolmo – Urunday y lo arbitré sin problemas, nadie más que yo, quiere que me vaya bien en un partido independientemente de quien juegue, no voy a favorecer ni perjudicar a nadie porque sé que las cosas las estaría haciendo mal, además me gano mis designaciones partido a partido, quiero que me vaya bien a mí, el resultado es intrascendente.
¿Tenés otra pasión fuera del arbitraje?
El cine, hoy en día también las series. Mi familia tuvo un video club por casi 25 años en la zona de El Prado y además era parte de la casa, no es que fuera un local en otro lado, sino que era una habitación más, como quien dice me crie en el video club y desde que tengo tres años estaba rodeado de películas y más en los años 90 cuando las películas las veías en el cine o las alquilabas. Yo tenía la chance de verlas apenas salían en VHS, luego pasamos al DVD pero era la exclusividad, si no ibas al cine tenías que ir al video club. Soy mucho de los thrillers y los policiales, no quita que vea alguna comedia, alguna de terror, pero esos dos géneros son los que más llaman mi atención.
¿Quién es Gastón Rodríguez fuera del rectángulo?
Una persona normal, tengo mi trabajo, mi pareja, mi familia, soy de juntarme mucho con mis amigos, salir a comer con la familia y disfruto de lo más sencillo, de estar con alguien y compartir momentos.

PING PONG
Mejor partido: Tengo dos, un Hebraica – Goes en el Palacio Peñarol y el clásico Aguada - Goes que se suspendió por humedad en 2018, que fue mi primer clásico y cuando se jugó tuve un buen desempeño.
Peor partido: Olimpia – Defensor de la liga pasada, el día de la agresión a Joaquín Silvera, ese partido me marcó, me fui muy mal, sabía que no había sido un buen partido y además todo lo que desencadenó luego de ese juego. Me fui a las seis de la tarde de mi casa y volví a las dos de la madrugada porque tuvimos que ir a hacer una denuncia a la seccional. También la sanción que le tocó a Olimpia porque lo terminó afectando en lo deportivo y eso te marca, no fue un partido y nada más, hubo errores y son marcas que quedan grabadas, después de eso solo queda trabajar para mejorar.
Jugador más complicado que te toco arbitrar: Hay muchos jugadores que tienen sus mañas, pero tengo buena relación con todos. Por decirte uno tal vez sería Maximiliano Benvenuti que hoy en día nos vemos en Veteranos o Liga Universitaria y nos reímos de aquellos partidos cuando era complicado (risas).
Hincha de: Tengo cariño por Stockolmo y Urunday, pero no soy hincha de ninguno.
Terna ideal: Andrés Bartel, Julio Dutra y Gastón Rodríguez
Un partido que te gustaría arbitrar: A nivel local me encantaría hacer una séptima final y a nivel internacional debutar en un torneo de mayores, ya sea de clubes o selecciones.