Javier Isis analiza tácticamente la serie en que Nacional venció a Olimpia 3-2 para meterse en semifinales con variantes en las estrategias de los entrenadores a lo largo de la misma.

Como habíamos anticipado la serie de cuartos de final entre Nacional y Olimpia tenía una gran paridad por sus propuestas y la diferencia de planteamientos de los equipos.

A lo largo de la serie se vieron muchos altibajos de ambos equipos, que en las fortalezas y debilidades pudieron encontrar sus rachas y potenciar sus puntos fuertes.

Olimpia cuando logró estar compacto defensivamente, en el punto más importante de Nacional, que es Esteban Batista, pudo sacar espacios al pivot desde el poste medio, provocándole tomar malas decisiones, forzándolo a perder pelotas (promedio 4.2 por juego). Siendo por estas acciones el jugador que más perdidas tuvo en el equipo, con 21 totales en toda la serie.  El olimpista permanentemente colapsó la pintura por toda la atención que genera Batista. En esa responsabilidad la gran tarea de desgaste defensivo fue de Kiril Wachsman y las ayudas defensivas, en las fintas y los atrapes cuando ponía la pelota en el piso. Eso ayudó a desgastar defensivamente logrando correr el campo que fue con John Dickson, Brian Garcia y Abel Agarbado.

Esteban Batista cuando recibió con un pie en la pintura fue prácticamente infalible en su definición. Pero cuando recibió alejado del aro a 4/5 metros y se puso a driblear no logró por muchos momentos tomar buenas decisiones y la poca movilidad del resto del equipo sin pelota, logró paralizar y darle oportunidades a Olimpia para potenciar uno de sus puntos en acción, que es la corrida de cancha.

Más que nada en el ultimo partido fue donde Nacional, logró capitalizar esa situación de Estaban Batista, abriendo el campo dándole asistencias a sus compañeros con 4, logrando además de su poderío individual, el pivot hizo el equipo fluyera en función de él.

Absorbió desde Esteban Batista en el poste medio su juego donde encontró espacios y cuando el pivot se dedicó a repartir y generar, se vieron los mejores momentos del equipo, con tiros abiertos de Santiago Moglia, John De Groat, German Silvarrey y, anoche, de Joaquín Izuibejeres. También encontró la movilidad y poder generar a 2/3 pases, lo que permitió acceder a convenciones de tiros de campo con buenos porcentajes.

El otro punto importante en Nacional fue encontrar la paciencia defensiva, para colapsar los impulsos de Olimpia, principalmente entre sus extranjeros que necesitaron de espacios para atacar al aro. Dándole la cancha abierta para poder dañar los apresuramientos y ansiedades de los de Colón.

Lo que en la previa decíamos del gran trabajo de Olimpia colectivo en el manejo de los momentos y rachas del equipo terminó sin poderlo realizar realizar, y fueron los puntos bajos que aprovechó Nacional con su impronta y empuje individual.

Nacional en el global necesitó siempre atacar y fluir bien para construirse defensivamente, lo que le dio el sostén para llevarse la serie. Lo de Olimpia fue al revés, le dio el sostén su defensa que le permitió ser protagonista en muchos cuartos de la llave.

Una linda serie donde se pudieron ver buenas apuestas en el juego y en el transitar de varios momentos con cambios estratégicos de los entrenadores.

Comparativa estadística