Peñarol no dejó dudas ante Urupán. Lo derrotó de punta a punta por 95-65, consiguiendo el título y el ascenso a El Metro con dos fechas de anticipación.

Resumen del partido

Pando se vistió de gala para recibir un partido que podía definir al campeón, a tribuna llena con un gran marco. Enormes porcentajes para el Carbonero en el arranque, Wenzel y Álvarez con la mano encendida desde más allá de los 6,75. Del otro lado, el Pandense chocó permanentemente contra la zona y su rival corrió permanentemente con calles llenas con las mismas armas para tomar temprana ventaja de 22. Con el correr del primer tiempo, el verde encontró soluciones para atacar la zona, buscando penetraciones de Colman, con puntos o descargas y ante la rotación rival logró controlar mejor defensivamente el partido con zona 2-3. Sin embargo, Erroizarena puso cuatro triples para abrir la defensa zonal y castigando el rebote ofensivo el aurinegro también dañó. El rival se ofusco, equivocó caminos en ataque y los de Castrillón aprovecharon para seguir corriendo y ampliar la ventaja a 31 de cara al entretiempo.

Peñarol siguió encontrando variantes en el segundo tiempo, rotó la bola y encontró caminos para ponerla abajo con Craig y Pérez, para tomar máxima de 36. La diferencia generó un afloje, Urupán dañó con Colman atacando el aro y triples de Yern que redujeron la distancia. Tras minuto de Castrillón, Asaravicius rompió la sequía con puntos consecutivos y la visita recuperó las tres decenas de ventaja. Minutos finales para jóvenes en ambos planteles que dejaron su marca en el juego. Massaferro redondeó un buen papel en el cierre, mientras que García Morandi se llevó puntos en el día de la consagración para su recuerdo. La hinchada del Manya comenzó a palpitar el título varios minutos antes y fueron partes de la fiesta con un incesante aliento durante todo el partido. La chicharra final fue el inicio del festejo de un aurinegro que se consagró campeón, confirmando su favoritismo en el torneo, dando la vuelta en una noche soñada.

UNO x UNO

URUPÁN

De Gouveia (4): A cuenta gotas. Masner (2): Apareció en el final con juego liquidado. Della Mea (-): Se fue tempranamente lesionado. Colman (6): El que más quiso. D'Jellatian (3): Perdió permanentemente adentro. Malas decisiones en ataque. López (5): Una bomba en su ingreso. Dio lo que podía. Guillén (3): No entró bien. Malas decisiones. Yern (6): Pando recupera un buen jugador. Aportó lo suyo. Massaferro (6): Rendimiento que viene creciendo con el correr de los juegos. Fue de los más claros. Pérez (-): Dejó su marca con triple, pocos minutos. Avero (-): Poco en cancha. Sánchez (2): Nunca le encontró la vuelta. Su equipo erró caminos en ataque y no supo contener de ninguna forma al rival en defensa. Intentó rotar y algún ingreso le dio algo más.

PEÑAROL

Álvarez (8): Arranque fantástico cuando se liquidó el juego. Wenzel (10): Inicio soñado. Puso los 24 puntos que tiró, incontenible corriendo, eficaz de afuera. Asaravicius (6): Levantó al equipo dormido en el 3C. Botta (5): Se fue tontamente descalificado pero dejó su marca. Craig (7): Enorme en el quiebre definitivo. Sobrado para la divisional. Pérez (6): No estaba al 100%, no se notó. Blazina (4): Lugar de privilegio en la fiesta, venía diezmado físicamente. Guerra (4): Superado. Rivas (7): Trabajo poco vistoso, pero maneja los tiempos de forma notable. Erroizarena (9): En modo Auriblanco. Rompió rápidamente la reacción a puro triple. García Morandi y Dondi (-): Pocos minutos en cancha. Castrillón (10): En la noche señalada tácticamente se comió al rival. Enormes porcentajes tras buenas generaciones de tiro, defensa que fue impenetrable y rápidas salidas para contraatacar.

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Lo destacado

Desde el vestuario el aurinegro prácitcamente cerró el juego. Destacadísimo primer cuarto. Fue soñado, seguramente varios hinchas en la tribuna pellizcándose por el rendimiento increíble que demostró el equipo en los primeros diez minutos. La defensa en zona no tuvo espacio prácticamente a anotaciones rivales y luego de un arranque con porcentajes de tres NBA, el flotante de Urupán se transformó en una pista de atletismo que Peñarol la corrió de arriba a abajo permanentemente haciendo peligrar el récord de 100 metros de Bolt, que lo sigue teniendo debido a que la cancha solo mide 28 metros. La presencia de Estados Unidos en nuestro país, ya contagia al juego de los equipos (?), hasta en la DTA.

Lo distinto

Si bien quien festejó fue Peñarol, Pando se vistió de fiesta. Presencia en las tribunas como nunca antes en lo que va de este torneo, demostrando la importancia del rival. El rectángulo de juego también estaba coqueto, música para acompañar la previa, las formativas tuvieron su espacio y disfrutaron del marco. Nosotros también disfrutamos, con la gran atención de Urupán a la prensa, que nos hizo ahorrar la cena a los concurrentes de BT.

Galería de Fotos

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