Emiliano González llegó con la idea de sumar minutos y se convirtió en un pilar fundamental para que este Sayago consiguiera el ascenso. En el medio de la algarabía dialogó con Basquet Total.
Alejado del epicentro, observando como se daban los festejos, el espigado jugador celebraba internamente que sucedía lo que finalmente se había pactado antes del comienzo de la temporada: "Los objetivos se cumplieron. Nuestro cometido era lograr el ascenso y hoy lo cerramos. Sabíamos que iba a ser difícil, tanto con Tabaré o con Verdirrojo, pero por suerte el se dio".
En más de una oportunidad Sayago logró superar obstáculo y hoy lo festeja con un ascenso. González enumeró los motivos por los cuales el equipo está en la próxima Liga Uruguaya.: "Tenemos una rotación en el perímetro importante a pesar de tener algún altibajo en ciertos partidos. Hoy Garbarino y yo no nos cerramos en nuestra posición natural e hicimos más aparte de nuestro rol fundamental. Tanto Rodrigo (Brause) como yo no nos dedicamos a ser exclusivos de la zona pintada. Lalo (Fernández) entró desde el banco y fue una bestia en la defensa. Y así fuimos haciendo las cosas durante la temporada. El plantel largo nos jugó una buena pasada".
Consultado sobre cuál fue la clave del encuentro, Emiliano respondió: "La paciencia fue lo más importante el día de hoy. En el primer tiempo parecíamos los Warriors con los porcentajes de tres pero sabíamos que en la segunda parte nos iban a reducir ese tiro. Empezamos a jugar más adentro, en la pintura. Sufrimos un poco en el comienzo pero luego enderezamos nuestro juego".
Alonso asumió en un equipo que ya venía por la senda correcta pero los pequeños detalles terminaron con la conquista del segundo ascenso: "Juan nos permitió ser más internos. Nos dio una visión de la zona pintada que no la teníamos muy clara. Antes de su llegada teníamos un poco más de libertades, jugábamos desprolijos por momentos, nos enfocábamos en correr la cancha y hacer gol rápido, no trabajar cada jugada. Nos sumó mucho en defensa, tuvimos otro carácter. Nos puteamos un poco más para que salieran las cosas. A nivel personal ajustamos un par de tornillos para que me dedicara a jugar un poco más adentro y terminó pasando por ahí los cambios que propuso".
González volvió al ruedo montevideano y le puso la moñita a una temporada de ensueño. El espigado jugador analizó su actuación en el certamen y ya piensa en el próximo desafío que está a la vuelta de la esquina: "Mi cometido era volver a medirme en Montevideo para ver cómo estaba en comparación con los demás. Todo el año me sentí importante en Sayago y por suerte pude arreglar en un equipo para seguir midiéndome con el basquetbol capitalino".