Eslovenia derrotó a Serbia y por primera vez en su historia se consagró campeón del EuroBasket. Los liderados por Goran Dragic lograron el título de forma invicta.
La selección de Eslovenia llegó a la gran definición de manera invicta, con un récord de 8-0, eliminando en semifinales a España, en lo previo, el gran candidato a quedarse con el título. Serbia también tuvo un torneo casi perfecto, en el cual perdió solamente un partido, contra Rusia en la fase de grupos. Ambos países buscaban ser campeones del EuroBasket por primera vez en su historia. Los serbios tenían como mejor resultado un subcampeonato en el año 2009, cuando el certamen se llevó a cabo en Polonia. En esa misma edición, los eslovenos culminaron en la cuarta posición, lo que hasta el día de hoy era su mejor actuación en un europeo.
Los dirigidos por Igor Kokoskov saltaron a la cancha con Goran Dragic, Luka Doncic, Jaka Blazic, Edo Muric y Gasper Vidmar. Por su parte, los de Sasha Djordjevic comenzaron con Stefan Jovic, Bogdan Bogdanovic, Vladimir Lucic, Milan Macvan y Ognjen Kuzmic. La terna arbitral estuvo compuesta por el brasileño Cristiano Maranho, el italiano Tolga Sahin y el español Antonio Conde.
El encuentro disputado en el Sinan Erdem Arena de la ciudad de Estambul, presentó un inicio bastante parejo y muy atractivo, en el cual ambas selecciones tenían bien en claro por donde podían llegar a sacar diferencias. Los serbios con un juego muy estructurado, en donde la mayoría de las ofensivas terminaban en el poste bajo en las manos de Ognjen Kuzmic. Mientras tanto, los eslovenos al no poder tomar los tiros abiertos que generalmente les dan de comer, optaron por la opción de lastimar con las penetraciones de Goran Dragic. Sobre el cierre del primer periodo, ambos entrenadores comenzaron a rotar sus planteles, siendo importantes los ingresos desde el banco de suplentes, de jugadores como Boban Marjanovic por un lado y Klemen Prepelic por el otro, ya que ambos tomaban buenas decisiones en ataque.
En los primeros minutos del segundo cuarto, los de Europa Central colocaron un rápido parcial de 5-0, en el cual fue clave el aporte del estadounidense nacionalizado Anthony Randolph, que daba una gran mano en ambos costados de la cancha. En ese momento, apareció la figura de Bogdan Bogdanovic, que con un par de anotaciones consecutivas, volvía a poner la paridad en el score. Promediando el periodo, Eslovenia volvió a disfrutar de la exuberancia de Dragic, que con un par de penetraciones seguidas, más una buena efectividad desde la linea de libres, cada vez que era cortado con falta, le permitía a su selección sacar una renta de 11 unidades (43-32). Cada vez que Serbia intentaba achicar la diferencia en el tanteador, aparecía el capitán Goran, que tenía una noche soñada, anotando nada más y nada menos que 26 tantos en la mitad. Los primeros 20 minutos de juego se fueron con los invictos al frente en cifras de 56 a 47.
En el arranque del complemento se pudo observar un trámite bien marcado, con un equipo que buscaba por todos los medios achicar la brecha, para poder ponerse en partido y otro cuyo principal objetivo era mantener o incrementar la renta que habían logrado sacar en el primer tiempo. En el ecuador del tercer periodo se produjo la lesión de Luka Doncic, que en un esfuerzo defensivo cayó al piso y sufrió una torcedura de tobillo, que lo obligó a abandonar el rectángulo. Esta situación, sumado a que Dragic estaba tomando un descanso en el banquillo, provocó que los del sureste europeo se pusieran en partido, siendo claves los minutos en cancha de jugadores de la segunda unidad, como por ejemplo, Stefan Bircevic y Marko Guduric, que junto a Bogdanovic, eran los encargados de ejecutar la mayoría de los ataques de su equipo.
Al iniciar el último periodo, el marcador favorecía a los eslovenos por cuatro puntos (71-67), lo que convertía a los últimos diez minutos en una verdadera batalla por el campeonato. Los dirigidos por Igor Kokoskov se fueron quedando sin piernas, sobre todo Dragic, que había realizado un gran desgaste durante todo el encuentro. En ese lapso fue decisiva la participación de Prepelic, que se puso el equipo sobre sus hombros ante la ausencia de sus principales figuras. Con libres del alero, los vestidos de blanco lograban sacar una renta de seis unidades, con menos de un minuto por jugar, lo que hacía prácticamente imposible que los de Sasha Djordjevic pudieran quedarse con el juego. Finalmente, Eslovenia venció a Serbia por 93 a 85 y por primera vez en su historia se consagró campeón del EuroBasket.
En el ganador se destacó la soberbia actuación de Goran Dragic, que convirtió 35 puntos y capturó 7 rebotes, muy bien acompañado por Klemen Prepelic con 21 tantos. Por el lado del perdedor, Bogdan Bogdanovic terminó como máximo anotador con 22 unidades.



