La final fue una verdadera fiesta que comenzó mucho antes de la final, con un Palacio Peñarol colmado hasta los pasillos, lleno de familias y niños, demostrando que el básquetbol se mantiene como un deporte seguro, para todos y que ayer dio una nueva muestra de esto.

También hubo lugar para las personalidades como los futbolistas Michael Santos y Luis Urruti, el entrenador de Peñarol Leonardo Ramos, políticos como el ex-ministro Ernesto Agazzi y de los medios de comunicación como Orlando Petinatti, reconocido hincha macabeo.

Vale reconocer que el esfuerzo hecho por la FUBB, la policía y seguridad de ambos clubes logró que los festejos se realizaran en la cancha sin invasión del público. Los jugadores pudieron hacer su fiesta en la cancha, y los hinchas disfrutar desde la tribuna.