El equipo visitante comenzó mejor el cotejo y de la mano de Cholaquides abría una renta en el marcador. Colón potenció a Colman en el ataque y el espigado jugador cumplía un rol importante en ofensiva. Della Mea empezaba a ser gravitante en el juego. En el mejor momento del rojiverde llegaron los errores locatarios y la dupla Dacal-Manta marcaba las diferencias. Palacios pedía tiempo a falta de un 1.56 para terminar los primeros 10 minutos. De ahí en más creció el local de la mano de López y terminó abajo en el primer cuarto por 24 a 22.
En el segundo cuarto el equipo de Palacios continuó por la senda en la que venía y logró pasar por primea vez en el marcador a su rival. El ingreso de Mateo Pose y Santiago de Gouveia le dio dinamismo al equipo y la corrida de la cancha empezó a ser un arma letal. El tiro desde la línea de tres por parte de la visita era como encontrar agua en el desierto. A pesar de la insistencia de Cholaquides la visita no lograba despertarse. En los minutos finales Leandro Pintos encestó la última pelota del primer tiempo, para que el locatario se vaya 48 a 33 al cabo de los primeros 20 minutos de juego.
En el comienzo de tercer cuarto se mantuvo la misma situación que se venía dando en el correr del cotejo. Los locales salieron a aumentar la diferencia y por intermedio de Pose y Pintos lo conseguían. Con la figura Della Mea en el banco, los ataques pasaban por las manos de De Gouveia que se encargaba de llevar el balón. En la visita Cholaquides seguía sumando pero el que también ayudaba era Dacal desde la línea de tres. La entrada de Della Mea era inminente y Palacios lo mandó a la cancha, de un momento a otro, el alero volvió a ser vital en el juego colectivo. Con la pintura dominada por la visita por intermedio de Curbelo el local buscaba la corrida y el tiro exterior y no marraba. El verde entraba a jugar los últimos diez minutos de juego con el marcador a su favor por 69 a 52.
En el último periodo hubo un principio de rebeldía por parte de la visita que desde el tiro exterior logró ponerse a 12 puntos y obligó a Palacios a pedir tiempo para tranquilizar las aguas. En los momentos más preocupantes, la parcialidad del verde jugaba su partido y se hacía sentir. Bajo la batuta de su tribuna el equipo le rendía homenaje y le respondía con su juego vistoso. Este provocaba que la algarabía sea cada vez más grande. En la otra acera Digenio buscaba alternativas pero no le encontraba la vuelta al partido. A pesar de algún triple del Santiago Noé y Federico Gómez, la victoria no se le escapaba de las manos al locatario. Con la mixtura de juventud y experiencia pero con el mismo sentido común de tirar todos para el mismo lado, Colón se quedó con la victoria por 84 a 68.