Sin lugar a dudas que jugar y ganar un clásico en la primera fecha siempre es importante para la gente, pero muchas veces son una alarma.
Malvín iba como favorito, es que el playero cada vez que empieza una Liga tiene la chapa de candidato por mantener una línea de juego que comienza desde su entrenador, Pablo López, demostrando su jerarquía a la hora de conducir y liderar un plantel.
Los de la Avenida Legrand se mostraron sólidos a lo largo de los 40 minutos con puntos altos en su rendimiento en varios de sus jugadores, comenzó Arnold Louise gravitando, Mazzarino enchufado pero quienes dieron la estocada final fueron en la pintura Hatila y lo que hizo Souberbielle de gran partido, demostrando que en este equipo está para ser un jugador importante y dar el salto.
Si de esto último se habla quien salvó con excelente nota el encuentro de ayer fue el Pitu Santiso siendo una opción de recambio clave para que el playero abroche el triunfo con pausa en los momentos que los suyos lo necesitaban pero también comandando las transiciones rápidas y asistiendo a Rian Pearson, otro que estuvo a la altura de la noche.
Pero en esa palabra clave es donde puede estar el arma de doble filo, porque cuando Unión Atlética quiso, lo lastimó, con Cantón en el poste jugando el uno por uno, si bien Okosa no fue de lo mejor del azulgrana también supo dañar en la pintura y ahí parece estar una de las incógnitas de Malvin. Los kilos y centímetros incluso en la rotación.
Para derrotar al azulgrana alcanzó pero claro está que hay equipos que tienen mucho peso en las cercanías del aro y a la larga puede pasarle factura al playero. Si bien la tendencia mundial del básquet en este último tiempo no apunta solo a los kilos sino que más bien a un lanzamiento efectivo –que este Malvin lo tiene estando muy cerca del 50% de acierto- apunta a ser un equipo dinámico con ataques rápidos y directos al aro, esa parece ser la estrategia a priori.



