Falleció Roberto Lovera, capitán Olímpico en la medalla de bronce obtenida en 1952. Olimpista de ley, para muchos, el mejor de todos.
Roberto Lovera solo vistió dos camisetas: la de Olimpia y la de Uruguay. En este pequeño detalle se refleja lo que fue su vida, apegado a su pasión en alas rojas y sueños en celeste.
Con Uruguay, fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1952 en Helsinski, Finlandia. Fue el capitán de esa gloriosa generación que hace pocos días repasamos. Además jugó los JJOO de 1948 en Londres. Disputó Mundiales y fue campeón Sudamericano en cuatro ocasiones (1943, 1947, 1949 y 1953).
En Olimpia fue el eterno capitán. Lo añoran como el mejor jugador que pasó por el club. Campeón Federal en 1946 y orgullo del barrio. Su familia, fiel a su legado, siguió su camino. La imagen está en la retina, con Don Lovera, ya entrado en años, subiendo la escalera interminable de la cúpula para sentarse atrás de la estática. De ahí mirarba dirigir a su hijo, Daniel, en el cuadro de sus amores. Se enojaba y protestaba como un fanático más.
En abril del 2011, en la sección Rescates, tuvimos el gusto de entrevistarlo, en una de las últimas notas que dio. Se fue un grande, para muchos, el mejor de la historia.
Foto: Urubasket.