Enzo Delgado entró y le dio otra cara al equipo, fue el pilar defensivo para que Montevideo se lleve el punto desde Larrañaga, además anotó uno de los dobles más curiosos del torneo. Luego del partido habló con Básquet Total.
El partido arrancó parejo, donde los equipos no se sacaban ventaja y la intensidad del rojo del mercado fue la clave para destrabar el juego: “Sabíamos que no iba a ser fácil, Larrañaga se hace muy fuerte de local. La intensidad defensiva que pusimos, no paramos de correr todo el partido, convertir varios puntos de contraataque y gran efectividad, no en vano convertimos 110 puntos que no es muy normal en este torneo”.
Enzo conoce la cancha y conoce a varios de los jugadores que enfrentó, porque además de los duelos año a año, a varios los tuvo de compañeros en el propio Larrañaga: “Compartí equipo con varios compañeros en temporadas anteriores y eso hace que se prepare mí partido de otra manera porque ya conozco el rival, ya conozco la cancha, pero no hay que sacarle mérito al cuerpo técnico que tuvo un gran trabajo de scouting y nos dieron reglas muy claras sobre cómo jugar hoy y salió muy bien”.
En la pintura comparte con jugadores de peso como Mauricio Arregui y Agustín Amaral que hacen su juego pero también en el recambio le generan espacios para que Delgado ataque el aro o descargue hacia el perímetro: “Los dos hacen un gran juego para ellos pero a su vez nos dejan espacio al resto que si los sabemos aprovechar pasa lo de hoy donde convertimos muchos puntos. Somos un equipo donde nadie es más que nadie y primero está el equipo. Eso se refleja en el tanteador, fluimos bastante en equipo, terminamos en 110 puntos, se jugó con actitud y compañerismo y la calidad de jugadores que tenemos que a su vez hace que disfrutemos jugar”.
Sobre el cierre del primer tiempo se da una jugada insólita donde Nicolás Martínez deja el balón picando con bronca pensando que había terminado el cuarto, pero Enzo, vivo, se dio cuenta que no, tomó el balón y anotó: “Fue algo muy raro, vi que todos se quedaron parados pensando que había terminado el primer tiempo y yo no sentí la chicharra. No sé sí es que ya la conocía de antes o qué, pero me percaté que el juego seguía, agarre la pelota y puse la bandeja”.
Para finalizar habló del equipo y la base de la DTA con grandes refuerzos para soñar en el torneo: “Estamos muy bien armados, mantenemos la base del año pasado de cinco jugadores, más la llegada de Mauricio (Arregui), el Enano Martínez y Agustín (Amaral) que son de similares características a jugadores que se nos fueron como Cabillón o Viana. Nos hemos acoplado muy bien y partido a partido vamos a ir mejorando, esto es largo”.