Montevideo arrancaba mejor el juego con un parcial de 16-7 en cuatro minutos de juego, con destacado protagonismo de Bruno Magalhaes. Ambos equipos estiraron la presión a toda la cancha, generando pérdidas y  un trámite tan dinámico como impreciso. Joaquín Sosa era el más agresivo en Larrañaga a la hora de atacar el aro pero en Montevideo funcionaban muy bien las ayudas para impedir los tiros fáciles. Un parcial de 8-0 en el último minuto del cuarto hacía que el visitante solo se vaya dos puntos por debajo, cuando en líneas generales Montevideo había sido superior. 

Al igual que en el primer cuarto, el rojo del Mercado tendría buenos minutos en el inicio, con buena circulación ofensiva e intensidad a la hora de defender. Larrañaga fallaba constantemente en la conducción, siendo Enzo Arellano el que capitalice esas
pérdidas, logrando un parcial de 16-2 cuando promediaba esta etapa. Ismael Da Silva y Mateo Cancela eran los que más intentaban en el mil rayitas que nuevamente cerraría mejor; un parcial de 7-0 de la visita en los últimos dos minutos pondría al marcador en cifras de 42-37 al término del primer tiempo

 A diferencia de los dos primeros cuartos, Montevideo tendría un arranque para el olvido, con múltiples pérdidas que generaron situaciones de 1x1 y 1x0 bien aprovechadas por Da Silva. Larrañaga, con la intensidad defensiva como premisa lograba igualar el cotejo en solo dos minutos. El locatario no se pasaba la pelota como en la parte inicial, y su producción ofensiva se veía limitada a lo que pueda hacer Magalhaes en la zona pintada. Dentro de un desarrollo sumamente desprolijo desde ambos lados, el ingreso
de Enzo Arellano fue clave para que el Rojo del Mercado logre arrancar el último cuarto un punto arriba. 53-52