Luego de haber obtenido la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, Uruguay buscaba su primer tricampeonato Sudamericano.
Entre el cierre de la década del 40 y el inicio de la del 50, la selección uruguaya de básquetbol se había transformado sin lugar a dudas en una potencia mundial. Con dos torneos continentales ganados de forma consecutiva, más un tercer puesto en los JJOO, los orientales tenían como principal objetivo seguir siendo los dueños de América.
En 1953, el Sudamericano se disputaba por tercera ocasión en territorio uruguayo. En las dos oportunidades anteriores, los charrúas se habían quedado con la presea dorada. Por lo tanto, la presión era mayor a la habitual, aunque este equipo, estaba acostumbrado a lidiar con ella. Además, tenían la chance de pasar a ser la selección con más títulos, ya que Argentina, que compartía con cinco medallas de oro lo más alto del palmarés, decidió no participar del torneo.
Cabe recordar, que Uruguay se retiró del Mundial de 1950 celebrado en suelo argentino, debido a que se les negó el visado a algunos reporteros uruguayos que pretendían cubrir el certamen. Un par de años después, los celestes los vencieron en dos ocasiones en Helsinki 1952, una de ellas en el juego por la medalla de bronce de dichos Juegos Olímpicos. En un acto seguramente de represalia por lo acontecido tres años atrás, Argentina decidió no participar del Sudamericano de Montevideo 1953.
A pesar de haber logrado algo histórico para nuestro país al obtener la medalla de bronce en los JJOO, Olguiz Rodríguez dejó de ser el entrenador de la selección, asumiendo en su lugar Prudencio De Pena. Muchos de los bronceados en Finlandia integraban ese plantel, sin embargo, había una ausencia más que importante: Adesio Lombardo, doble campeón Sudamericano y dos veces máximo anotador olímpico, se perdería el torneo por una lesión en su brazo. En contrapartida, volvería a decir presente Héctor Ruiz, que se había perdido los Juegos Olímpicos y que junto a Roberto Lovera, eran los jugadores más laureados de nuestro país.
Yendo a lo que fue el Sudamericano de 1953, vale destacar que por primera vez, lo disputaban siete selecciones. Si bien Argentina decidió no presentarse, volvían a participar tanto Colombia como Ecuador, que se habían ausentado en los últimos torneos. Del 4 al 19 de abril, cada equipo disputaría un total de seis encuentros, resultando campeón aquel que obtuviera más puntos en dicha ronda.
De arranque, los dirigidos por De Pena se tenían que enfrentar a su similar de Brasil, principal enemigo al título. Con un buen aporte de los debutantes Oscar Moglia y Raúl Ebers Mera, los charrúas vencieron cómodamente a los norteños y de esa manera se encaminaban hacia un nuevo título. En los siguientes dos compromisos, los actuales bicampeones vencieron sin mayores inconvenientes a Chile y Paraguay respectivamente, destacándose en los mismos Nélson Demarco y Enrique Baliño.
En la cuarta jornada llegaría el partido más complicado del certamen. En un encuentro sumamente apretado, Perú logró poner contra las cuerdas al anfitrión. Tal es así, que los celestes debieron recurrir a la experiencia de Roberto Lovera y Héctor Ruiz, para llevarse la victoria en cifras de 22 a 20. Luego de ese triunfo agónico, era cuestión de confirmar el campeonato en los últimos dos juegos. Uruguay aplastó a Ecuador y Colombia, transformándose de esa manera en el primer tricampeón Sudamericano, trepando a lo más alto del medallero, con seis oros. Además, los charrúas mantuvieron el invicto jugando en casa, alcanzando un récord de 18-0.
Resultados:
Uruguay 48-32 Brasil
Uruguay 52-36 Chile
Uruguay 62-45 Paraguay
Uruguay 22-20 Perú
Uruguay 58-34 Ecuador
Uruguay 67-33 Colombia
Plantel:
Tabaré Larre Borges
Héctor Costa
Victorio Cieslinkas
Sergio Matto
Nélson Demarco
Raúl Eber Mera
Oscar Moglia
Héctor Ruiz
Martín Acosta y Lara
Roberto Lovera
Enrique Baliño
León Svirsky