Con una altura excepcional para el puesto y habiendo debutado en Primera en los últimos partidos antes de que la Liga se suspenda, el olimpista Tiago Leites mostró sus condiciones y hoy es presentado por “Promesas”.

Nombre:              Tiago Leites Cabrera
Puesto:                 Escolta
Nacimiento:       17/05/2002
Altura:                  1.97cm
Clubes:                 Olimpia, Juventud de Las Piedras

“Es un joven que empezó en el club con 9 años, con muy buenas condiciones. Siempre fue muy aplicado y dedicado, y además es responsable y buen estudiante. Es un chico que no tiene techo. De a poco se está soltando, es un jugador de 1.97 con 18 años que con nosotros siempre jugó de base, tiene buenos movimientos y puede jugar cerca del tablero también. En defensa es bastante inteligente, pero tiene que mejorar un poco su velocidad, así como sacar el tiro más rápido. En el plantel mayor tuvo un roce que lo hizo largarse mucho más, así como defender a jugadores como Villegas, García o Vázquez. Depende de él, pero tiene todo para ser un muy buen jugador”.
Mario Enrich

Entrenador, Club Olimpia

“Empecé a los 8 años cuando mi viejo me llevó a una práctica de Juventud de Las Piedras” comenzó diciendo, al tiempo que contaba que desde entonces le gustó y nunca dejó de jugar. Si bien es un agradecido a todos sus entrenadores, destaca a Mario Enrich “es el que más me ha marcado de todos porque lo tengo desde Pre-Mini, es un crack como entrenador y persona, me marca siempre las cosas que tengo que mejorar”. También resaltó a Marcelo Capalbo, quien lo dirige en la Selección hace ya cuatro años: “me ha dejado muchas enseñanzas adentro y afuera de la cancha, especialmente con sus vivencias en el básquetbol que me han ido fortaleciendo como jugador”.

A la hora de definirse, la palabra versátil es bien usada: “Puedo jugar de base, escolta o alero. Me gusta el uno por uno, correr la cancha y el tiro a pie firme”. A la hora de mejorar hace hincapié más que nada en la parte física, especialmente ganar masa muscular, y algunos aspectos específicamente técnicos: “la defensa con y sin balón, y la lectura a la hora de penetrar, especialmente para poder descargar hacia jugadores que a veces no veo”, así como la velocidad para tomar tiros, especialmente saliendo de cortinas.

Su día a día previo a la pandemia comenzaba a las 8 de la mañana, para desayunar y luego entrenar con el primero de Olimpia. Almorzaba en su casa, estudiaba y volvía al club para el segundo turno de entrenamiento.

En la cuarentena le toca estudiar temprano, y a las 11 entrena a través de Zoom con el plantel del club. Luego del almuerzo tiene más tiempo para jugar al play o leer, “algo que hago bastante durante este período”, y luego vuelve al entrenamiento por Zoom a las 18 horas. Hacen más que nada técnica individual y también se queda tirando en su casa “por suerte tengo un aro y puedo meterle bastante”.

“Quiero estudiar algo vinculado al deporte, creo que la opción va a ser el ISEF” dice como plan para luego de salvar los cuatro exámenes que tiene pendientes de 6° de liceo.

A los 14 años, cuando fue citado por primera vez a la Selección se dio cuenta que el básquetbol podía ser algo más: “hasta ahí lo tomaba más como un juego, para estar con amigos”. A partir de allí se puso el objetivo de ser profesional, para lo cual incluso ha trabajado con Edgardo Barboza: “me ayudó mucho en la alimentación y suplementos”.

“Cuando empecé a entrenar con el primero la principal diferencia la notaba en lo físico”, ya que era chico y estaba entrenando con hombres. La velocidad y la forma de vivirlo, entrenando duro todos los días, también eran distintos.

“Fue un sueño, lo venía soñando desde los 13 o 14 años, era un objetivo cumplido” contó sobre la sensación de haber debutado con 16 años, si bien admite que no se esperaba minutos de calidad a pesar de entrenar para eso y está agradecido a Gerardo Jauri por haber notado y premiado su esfuerzo.

El año pasado también le tocó defender a la celeste en el Sudamericano U17 en Santiago de Chile: “Fue una experiencia inolvidable, me aportó mucho por la velocidad a la que se juega a ese nivel”. Notó la diferencia tanto a la hora de tirar como de penetrar, en comparación con el juego de cada domingo en formativas: “por eso ahora estoy trabajando para sacar el tiro más rápido”.

Su próximo objetivo es consolidarse en primera y luego poder jugar en el exterior, para lo cual “lo fundamental es nunca quedarse, seguir mejorando cada día es lo más importante”. Al imaginarse en un futuro espera “poder estar viviendo del básquetbol, que sería un sueño”.

Sus referentes son Nicolás Mazzarino “por la cabeza que tiene, como entrena y se prepara para seguir a este nivel a su edad, además de su tiro y capacidad para salir de cortinas indirectas” y Facundo Campazzo, a quien admira por su ritmo y velocidad mental, pero principalmente “por hacer mejor a su equipo”.