Diego García fue uno de los jugadores importantes en la complicada victoria de Sporting a domicilio a Capitol. Luego de finalizado el partido conversó con Básquet Total

Parecía que Defensor Sporting había sacado una buena ventaja, pero Capitol  se arrimó en el cierre: “No hay noches tranquilas. Sabíamos que era una cancha muy difícil, ya Nacional y Trouville perdieron acá. Ante un rival duro nosotros necesitábamos ganar para recuperarnos de la derrota y de la mala imagen que habíamos dejado. Más allá del resultado, tenemos que seguir construyendo el equipo. Fue un muy buen primer tiempo defensivo y una buena victoria, pero en el arranque del último bajamos un poco la intensidad y hay que corregirlo”.

El fusionado ganó cuatro de sus últimos cinco juegos y parece haber enderezado el rumbo: “Más allá de la victoria es el funcionamiento. Tenemos que seguir insertando a Isaac (Sosa) que vino hace poco, es un jugador muy bueno pero que absorbe mucho el juego. Creo que hoy la rotación del balón estuvo muy bien y todos nos sentimos más cómodos. Hoy me parece que cómo atacamos y defendimos está más cerca del camino que debemos seguir”.

Diego jugó un gran tercer cuarto pero le tocó esperar hasta los últimos dos minutos para volver a ingresar: “Somos muchos jugadores que podemos jugar. Uno siempre está pronto pero entrenamos todos a la par, todos están en un buen nivel sobre todo Alejandro (Acosta) con quien compartimos la posición y a veces jugamos juntos. Son cosas del deporte, hay que adaptarse y estar pronto cuando toca entrar”.

El base volvió a la Liga Uruguaya tras su pasaje por el básquet argentino, consultado sobre las diferencias en el juego expresó: “Hay diferencias. Allá se juega mucho más táctico, los errores tácticos se pagan más caros, acá se raspa un poco más y se entrevera un poco el juego. Yo puedo hacerlo de las dos formas”.

García vuelve al club que lo formó y con el que debutó en primera: “Me siento cómodo, Defensor es mi club, en el que pasé una cantidad de años. Cambió mucho desde que me fui hace cinco años, pero realmente estoy muy cómodo porque mis compañeros, el cuerpo técnico y los dirigentes así me hacen sentir”.