Llegó a un equipo golpeado y sin rumbo, tomó el desafío y le dio a Peñarol una nueva identidad de juego, lo que fue importantísimo para cambiar el rumbo a tiempo, y finalmente lograr el tan ansiado ascenso. En medio de los festejos, pudimos charlar con Edgardo Kogan, el hombre detrás del timón aurinegro.

Comenzó refiriéndose al partido, y la actitud del equipo para con el mismo: "La clave fue la actitud, sin dudas, porque además jugamos muy mal. La realidad es que Cordón nos llevó a eso, hay un gran mérito de Diego (Palacios), de su plan de juego, que no nos permitieron desarrollar las cosas que habíamos planificado en ataque, pero de alguna manera pudimos sustituir lo hecho adelante con acciones defensivas, que nos dieron resultado y nos permiten estar festejando ahora".

Luego, contó lo charlado en el entretiempo, después de que Cordón llegara a abrir hasta diez de renta: "Les pedí más concentración. La habíamos sacado regalada. La verdad que, para la forma en la que estábamos jugando, irnos solo cuatro puntos abajo era increíble, una diferencia mínima. A partir el equipo creció y creció, sabíamos que el tercer cuarto iba a ser bisagra, y creo que lo aprovechamos al máximo".

"Hoy dio una mano Iñaki (Erroizarena), el otro día fue Leandro (García Morandi), y buscamos siempre rotaciones que nos permitieran tener los cinco jugadores en cancha que necesitamos ende a cada momento. Creo que no perdimos a ningún jugador por faltas en ninguno de los partidos, así que de alguna manera nos fuimos acomodando para poder cerrar con todo el equipo", continuó diciendo el entrenador mirasol, sobre como lograron suplir la baja de Damián Blazina por lesión.

También explicó cómo se encontraba el equipo con su llegada, y la evolución que tuvieron para alcanzar el ascenso: "Cuando llegué me encontré con un equipo muy golpeado, porque obviamente la situación era frustrante, el cambio de entrenador, de extranjero, el otro (extranjero) que vino y no funcionó, cosas así que se dan y pegan. Pero bueno, hoy estamos en primera y logramos dejar al equipo en la Liga, así que nos quedamos satisfechos con eso."

"Para mí esto es hermoso y me da una felicidad tremenda. Yo venía a ver a Peñarol cuando tenía cinco años y se transformó en una parte muy importante de mi vida. El abrazo que me dí con mi hijo valió haber tomado el riesgo de venir a Peñarol, aún sabiendo que la situación era complicada", agregó, sobre que significado tiene ésto para él.

En cuanto a la polémica situación de ser entrenador de la selección uruguaya y Peñarol al mismo tiempo comentó: "No fue nada complicado, no se pisan una cosa con la otra. Los jugadores por suerte lo entendieron y dieron todo, pero obviamente ahora hay que prepararse para lo que viene, porque la Liga es mucho más fuerte y distinta, no es El Metro, requiere mucho más trabajo, así que veré como seguir de ahora en más. Peñarol tendrá un año para prepararse de la mejor manera".

"Peñarol hoy está en la Liga porque estos colores hermosos obligan, tiran fuerte, generan compromiso, adhesión y actitud", concluyó.