Continuó la actividad en la parte alta de la segunda ronda, más precisamente en el Grupo K, donde Estados Unidos venció claramente a Grecia, y República Checa, que sigue dando batacazos a paso firme, ahora arrolló a Brasil.
Estados Unidos 69 - 53 Grecia
El gran partido del día para muchos, que al final terminó siendo dominado por Estados Unidos. El encuentro comenzó parejo, los de Popovich intentaban generar desde la conducción de Kemba Walker, mientras que los grecos buscaron a Antetokounmpo hasta cuando estaba sentado en el banco. Sin embargo, pese a algún destello, la paridad se mantuvo, llegando 19-17 arriba la selección norteamericana al cabo de los primeros diez minutos de juego.
En el segundo chico ya comenzó otra historia, Estados Unidos se mostró igual de efectivo en ataque, pero ajustando la defensa lograron sacar ventaja, y aprovechando los momentos en los que Giannis veía el encuentro desde afuera, para irse trece arriba al descanso largo, 38-25.
El segundo tiempo fue todo americano. Los dirigidos por Gregg Popovich mantuvieron la eficacia en ataque y la intensidad en defensa, además se movieron bien para impedir las penetraciones del último MVP de la NBA, quien no pudo hacer mucho ante la defensa plantada por el rival. Recién el cinco minutos finales Grecia comenzó a jugar un poco más, ya frente a un rival con suplentes dentro del rectángulo de juego, lo que les sirvió para recortar un poco el déficit, y que el triunfo estadounidense fuera finalmente en cifras 69-53
Brasil 71 - 93 República Checa
A segunda hora los checos sorprendieron a un combinado brasileño que llegaba invicto a este partido. El encuentro comenzó reñido, aunque los dirigidos por Ronen Ginzburg se mostraban algo superiores, siendo comandados en ataque por el base Tomas Satoransky, quien no venía teniendo grandes actuaciones, pero hoy parecía haberse levantado con el pie derecho, siendo clave para que su equipo estuviera 20-16 arriba al cabo de los primeros diez minutos de juego.
En el segundo chico se vio lo mejor de uno y lo peor del otro. Los republicanos fueron muy efectivos en ofensiva, a partir de buenas combinaciones entre Satoransky y Ondrej Balvín o Patrick Auda, mientras que la selección brasileña se mostró floja en ambos lados de la cancha, dejando bastante que desear en la faceta defensiva, pero tampoco logrando buenos porcentajes en ataque, por lo que le permitieron al rival abrir trece de diferencia e irse 45-32 arriba al descanso largo.
El segundo tiempo nada cambiaría, lo de Brasil siguió siendo muy pobre en comparación a lo que venían demostrando en juegos anteriores, y lo que les había permitido llegar a este encuentro con tres victorias y ninguna derrota. Por el otro lado, los checos seguían haciendo su juego, de la mano de Satoransky, quien fue bien secundado por jugadores como Auda, Balvín y Bohacik, para seguir ampliando la diferencia ante una diezmada selección norteña y sellar finalmente el triunfo en cifras 93-71.