Continuando con la ronda de entrenadores, en el corazón de Villa Dolores nos recibió Javier Espíndola para contar sus sensaciones sobre 25 de Agosto y nuestro medio en general.

-¿Qué evaluación hacés sobre los jugadores que tenés?

Construimos un plantel gozoso para trabajar. Con gente joven, amalgamados por algunos veteranos como Javier Crócano o Federico Gómez. Con Sebastián Ottonello como nuestro capitán, por ser un jugador del club y por lo metido que está. Dentro de esa juventud, Facundo Terra y Pierino Rüsch ya son una realidad, tuvieron minutos en Liga y confiamos en sus condiciones. En cuanto al resto, se trata de promover jugadores y que muestren cosas que aún no han podido demostrar.

¿Cómo viste a Qiydar Davis en sus primeros entrenamientos?

Davis para el presupuesto que manejamos es sumamente interesante. Tiene formación universitaria en donde estuvo Larry Bird, e incluso juega en su mismo puesto. Lo aliento diciéndole que algo tiene que haber aprendido.

¿Qué los llevó a inclinarse por un extranjero en lugar de un nacional como ficha innominada?

Nosotros hemos tenido la fortuna de elegir bien a los extranjeros y eso baja el riesgo. Por dineros muy inferiores a lo que cuesta una ficha innominada nacional, se puede acceder a buenos jugadores. Están viniendo mejores foráneos producto de que algunos mercados se fueron cerrando, como el ascenso de España e Italia. Bajó la oferta allí, entonces están dispuestos a hacer una escala en Sudamérica para seguir progresando. Además, nuestro medio les brinda la posibilidad de jugar en una sola ciudad, sin tener que estar viajando.

¿Qué reflexión haces sobre el armado del calendario de nuestro básquetbol?

El formato de disputa conspira contra el mejor juego. Los calendarios se arman con criterios administrativos, en detrimento del nivel. Hasta que no tengamos una asociación de entrenadores y de jugadores fuertes, no vamos a poder cambiar esta realidad, donde los formatos se deciden “de traje”. El Metro se juega porque no hay más remedio y para terminarlo lo antes posible, pagando el menor tiempo posible de salarios. En mi caso recuerdo que, cuando se dejó de jugar primera y segunda en simultáneo yo estuve en desacuerdo. Eso llevó a que en la actualidad haya un vacío generacional, con figuras de 40 años y la siguiente camada de menos de 25.

¿Qué nivel esperas de El Metro en comparación con la Liga?

Son torneos totalmente distintos. Si con dos extranjeros ya había mucha diferencia, con tres aún más. Los presupuestos son muy desparejos con la Liga, además que en nuestra divisional es muy difícil de entrenar, por no contar con todos los jugadores a disposición.

¿Por qué 25 de Agosto?

Porque me permite rememorar el club en el que me críe, bien de barrio, haciendo rifas para poner los azulejos, barriendo y pintando la cancha entre todos. No me gusta perder esa mística que tiene el club de barrio, y 25 es un claro ejemplo de eso.

¿Cómo te caen los juegos que les tocaron para arrancar El Metro?

Tenemos una seguidilla de partidos de entrada con equipos que están armados bastante fuertes. El fixture es lo que toca, hay que ponerse la armadura y salir a dar batalla.

¿Cuál es el objetivo que se pusieron?

Para nosotros es importante hacer una buena primera rueda para acomodarnos entre los de arriba. Lo primero es quedar en esa zona y después intentar mejorar la posición para playoffs. Si alguno se descuida, tal vez podamos pelear el ascenso directo. No descartamos hacerlo y en el club están de acuerdo que si surge esa posibilidad la tenemos que tomar. Hay equipos con más presupuesto y más nombres, pero habrá que ver cómo competimos.

¿Cuáles son los candidatos al título?

Entiendo que Peñarol y Larre Borges tienen una ventaja, pero el resto somos parejos. Ahí dependerá el tiempo de adaptación del extranjero y otros factores. Todavía no se terminaron de armar todos, por lo que pienso que Welcome va a dar algún batacazo en la conformación. Colón y Unión Atlética son buenos planteles también.

¿Qué factores te parecen claves para inclinar la balanza en la definición de La Liga?

Lo anímico y cambiar cosas para jugar de otra manera. Malvín durante la serie ajustó la relación Passos-Blair y brindó minutos a Santiso por funcionamiento, independientemente de los descansos de Mazzarino. Aguada se quedó trancado en sus procedimientos, lo cual probablemente sea inconsciente por haber estado 3-1 arriba. La motivación en ese momento era para el playero por venir de atrás, pero ahora están en igualdad de condiciones. El aguatero con los extranjeros en cancha es dominante, pero cuando cambia la integración les saca protagonismo. Veo más fuerte al rojiverde para definir tanto a tanto, mientras que Malvín tiene un déficit en libres y en la toma de decisiones de sus foráneos en los momentos calientes. Los de Volcan han mostrado mayor jerarquía para los finales cerrados hasta ahora, pero al final de cuentas se trata de jugar mejor en el momento señalado del séptimo partido.

¿Qué te parece el Antel Arena?

Es una maravilla, tanto para el básquetbol como para el país. Un escenario multipropósito, tremendamente superior a lo que era el Cilindro. Personalmente me congratula tener un lugar así y que sea nuestro.

¿Cómo estás viviendo las finales de la NBA?

Como un espectador que se suma en estas instancias. Creo que excepto problemas de lesiones, Golden State tiene armas como para ganar otra vez. Pero hay que estar bien ese día y si le faltan jugadores se puede emparejar la serie.