Goes debió sufrir más de la cuenta para derrotar a Nacional en cifras de 81-73. El equipo misionero logró plantear un partido perfecto en los primeros treinta minutos pero sobre el final el juego se complicó y hasta pudo hipotecar su victoria. Igualmente, terminó consiguiendo un punto que vale oro y continúa ilusionado con ingresar entre los ocho de arriba.
Resumen del partido
Buen marco de público para presenciar lo que fue un gran comienzo del dueño de casa; que logró pisar fuerte en el inicio producto de una férrea defensa. Desde allí, manejó bien el trámite y leyó bien el juego. Movió bien la bola y sin desesperar encontró en los momentos justos a sus extranjeros que desnivelaban ante una defensa rival fácilmente vulnerada. ¿Nacional? Austente. El conjunto tricolor no concetó sus circuitos y dependió totalmente de Danridge, que dicho sea de paso fue muy bien marcado. Se quedó sin gol, cometió pérdidas y lo pagó con corridas, y hasta triples a pie firme.
El entorno, hermoso. El hincha de Goes deliraba en la tribuna e hizo de la plaza una caldera. Todo era fiesta y carnaval. Y no podía ser de otra forma, ya que su equipo fue una aplanadora en el complemento. Los muchachos de Reig, bien planatados en su área, aprovecharon el desbalance de su rival para correr la cancha. El equipo brilló en su totalidad, sería injusto resaltar individualidades ya que Goes esta noche deslumbró colectivamnete. Pero este deporte es tan hermoso que puede llegar a opacar una noche en un abrir y cerrar de ojos. Y casi que fue así, Nacional despertó y se puso en partido. Con Danridge como estandarte puso en duda la victoria misionera, pero cometió errores de novato y apareció la jerarquía mostrada a lo largo del encuentro por el local. Goes justificó su triunfo, con suspenso pero no menos importante y continúa soñanado con el ingreso a la Superliga.
UNO x UNO
GOES
Acosta (6): Sin deslumbrar le dio al equipo un orden en ofensiva. Además, se sintió cuando debió irse por quinta falta. García (7): Clave en toda la noche. Vázquez (6): Su entrega característica estuvo presente. Quizás tomó algunas malas decisiones sobre el final. Buen partido en líneas generales. Alexander (7): Figura sustancial. El hombre de la noche, en defensa, en ataque. In so por ta ble!!! Jackson (6): Acompañó a su coterráneo. Determinante a nivel defensivo, y lastimó en momentos precisos en ataque. Martínez (5): Ingresó en un momento clave, y si bien falló en algunas decisiones le puso paños fríos a un partido que ardía. Tortajada y S. Wolhwend (-): Pocos minutos en cancha. Reig (7): Logró plantear un partido casi perfecto.
NACIONAL
Taboada (3): No pudo ser capaz de darle juego y un orden al equipo. Moglia (4): De los abanderados de la reacción, importante en el tiro exterior. Apareció tarde. Danridge (5): El mejorcito. Fue muy bien marcado a lo largo del encuentro. Por momentos desniveló. Mackanskas (3): No estuvo a la altura, fue opacado por su rival. Eziukwu (4): Se acordó tarde de jugar. Perdió en toda la noche, aunque apareció sobre el cierre y fue clave en la reacción. Delgado (3): Desprolijo y desorientado. Sarni (3): Su ingreso a la cancha pasó desapercibido. Pose (3): Tampoco entró bien en el partido. Álvarez (-): Pocos minutos en cancha. Fernández (3): No logró encontrarle la vuelta al juego en toda la noche. Su equipo fue apabullado en gran parte del encuentro, las individualidades maquillaron el resultado que pudo ser catastrófico.
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Lo destacado
Goes vivió una noche emotiva, sufrida pero felíz. Producto del equipo, que brindó, en gran parte del encuentro, un espectáculo de nivel superlativo; básquetbolisticamente hablando. Y con eso nos quedamos, con el trabajo colectivo. Un equipo solidario, comprometido, pero fundamentalmente tácticamente aplicado. Leyó bien el juego, movió bien la bola, defensivamente llevó a cabo un partido casi perfecto, efectuando cambios de marca en el momento justo. Esta noche el hincha de Goes se fue felíz, y sin lugar a dudas ilusionado, con el presente y el futuro, que a pico y pala construyen Reig y sus muchachos.

Lo distinto

Quizás ya no sorprende pero sigue siendo distinto. Hablamos del hincha de Goes, que con orgullo y alegría lleva sus colores en la piel, en el alma, y también en la garganta. Sin lugar a dudas un jugador más, capaz de hacer vibrar el escenario adonde vaya su equipo y esta noche ,cómo en muchas otras, volvió a encantar su templo. La plaza se convirtió en un teatro, independientemente de lo mostrado en cancha, el fanático logró brindar su propio espectaculo. Fiesta, color y un aliento ensordecedor que baja de la tribuna y hace al hincha de Goes, un distinto.