Se terminó la primera ronda de El Metro 2017 sin cambios de entrenadores, una excepción particular que debería ser una normalidad.

Los resultados mandan y matan procesos de trabajo. Las aspiraciones deportivas cortan ciclos cuando recién estaban tomando impulso. El deporte en el Mundo es así, hay poca paciencia.

Los cambios de entrenadores están a la orden del día, pero en este caso no pasó. El Metro 2017 terminó la primera ronda sin directores técnicos afuera de su cargo, una linda noticia, que ojalá se pueda considerar como una sana costumbre en los torneos del básquetbol uruguayo. Hacía mucho tiempo que no pasaba algo similar.

En general los primeros trece partidos de cada club colocan a las instituciones en la tabla de acuerdo al potencial de sus planteles. No hubo grandes sorpresas, ni positivas ni negativas. Eso ayuda a que ninguno haya realizado cambio de mando.

Además, son muchos los entrenadores con vínculo estrecho a las instituciones, algo que, en ambas partes, aferra más de lo que aleja ante la adversidad.

A falta de un partido solo (Cordón - Capitol) el balance en este aspecto es positivo. Lo que debería ser normal hoy es excepción, ojalá cada vez pase más y este tipo de informes sean obviedades en torneos venideros. Por lo pronto, hoy, es un reconocimiento al buen trabajo de los entrenadores.