En un partido con todos los condimentos Larre Borges venció a Sayago 86-76 y lo igualó en la tabla de colocaciones.

Muchísimo público para un cotejo que enfrentaba rivales directos en la premisa de evitar el descenso, pero donde ambos sabían que ganando daban un paso importante para meterse entre los ocho mejores del certamen.

Daniel Lovera sorprendió con el quinteto, Nicoletti de arranque para defender a Danridge y Young jugando de cuatro, lo que complicó los emparejamientos defensivos de Sayago. El 34 de Larre comenzó encendido, liderando a su equipo ofensivamente, además se sumaban Nicoletti y Marotta para marcar la cancha desde el vamos. En defensa, el cuadriculado soltaba a los tiradores y doblaba constantemente a Danridge y a Drye. El lapidario 19-2 con que se cerró el primer cuarto fue una muestra elocuente de la superioridad de un equipo hacia otro. La única contra en el visitante fue que producto de la intensidad atrás, se cargó de faltas.

En el segundo entró Martín Trelles. Además el local extendió la presión a toda la cancha. Marotta ya no pudo conducir con tranquilidad y Young fue más armador que definidor. La presión locataria y protestas innecesarias del banco visitante provocaron que rápidamente apareciera un 14-0 de los de Perdomo en 3.30. Ya con el Big Three encendido, el dueño de casa se sintió cómodo y dominó el trámite, pese a que recién pasó en el score con un triple de Trelles. Nicoletti con cuatro faltas y Jackson con tres salieron en la visita. La rotación no fue efectiva y un parcial de 7-0 en el cierre con otra bomba de Trelles y dobles de Shelman y Danridge le permitieron a Sayago irse 37-31 al descanso largo.

En el tercero se dio la cuarta de Jackson, el acierto de Lovera fue dejaron y el del jugador de permanecer en cancha de forma cuidadosa. Poco después ingresó Nicoletti y tampoco cometió la última falta que tenía para dar. El período se hizo parejo. Sayago jugó mejor pero no aprovechó para fugarse en un pasaje donde sacó 8 con Camilo Antunes encendido. La visita acertó libres en el cierre, con Marotta y Young como sostén entró al último 55-51 abajo.

Perdomo decidió ingresar sin Danridge y lo pagó carísimo, parcial de 8-0 del aurinegro para pasar, con buenos pasajes de Dotti y Marotta aprovechando el ataque rápido.
Sayago llegó a empatar en 59, pero equivocó procedimientos. Abusó del tiro de afuera sin buscar a sus extranjeros en la zona de influencia. Larre se refugió y salió rápido, con Young como estandarte abrió ocho (61-53) faltando dos minutos.

Un triple de Lado colocó al local a cinco. Cuando la recuperaba e iba al ataque para seguir achicando, Drye cometió una clara e innecesaria antideportiva sobre Marotta. Además Shelman y Young quedaron trenzados, y de forma correcta Adrián Vázquez le pitó una antideportiva a cada uno. Los pitazos de los jueces estuvieron perfectos. El problema fue que demoraron mucho en reanudar, hubo desentendidos con la mesa de control y ninguno de los dos entrenadores, ni algunos jugadores ayudaron con sus gestos. El clima hervía, casi nadie entendía como se reanudaba el juego.

Para colmo, Shelman salió por quinta –podía quedarse en el banco- y fue acompañando a Young al vestuario, quien fue descalificado por dos antideportivas. Entre insultos mutuos se fueron los estadounidenses, se armó un entrevero e ingresaron algunos suplentes e incluso parciales que no tenían nada que hacer en la cancha. Por suerte la policía y las seguridades privadas de ambos clubes actuaron bien y no pasó nada. Los jueces pecaron de entreverados, cuando habían acertado en los cobros.

Sayago quedó perdido en el pequeño parate y Larre Borges castigó con un 7-0 con un triple clave de Ignacio Pons, quien entró por primera vez en el partido y puso la bomba que sentenció la historia. De forma tardía pidió minuto el Gato, pero los triples de Fernández y Fitipaldo solo sirvieron para maquillar el score final.

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