Promesas continúa entrevistando jugadores jóvenes destacados en la LUA.  En esta oportunidad, el salteño que, desde Macabi, llegó al Azul del Prado: Rodrigo Pintos.

Nombre:             Rodrigo Pintos
Apodo:                “Flaco”
Edad:                    21 años
Puesto:                 Ala-Pivot / Alero
Altura:                 1.98
Formación:        Salto Uruguay / Hebraica Macabi
LUA 2016:           Stockolmo

¿Cómo arrancaste a jugar al básquetbol?

Mis comienzos en el básquet fueron a los 8 años.  Empecé gracias a Atilio Lima, que fue quien me llevó a Salto Uruguay.  Como era alto, me dijo si quería arrancar a entrenar con él, y así me inicié en el básquet.

¿Qué entrenadores tuviste en Formativas que te hayan marcado?

En Salto Atilio Lima, Nicolás Cuelho y Miguel Medina.  Ya acá en Macabi, Alberto Rico y Leonardo Zylbersztein.

¿Cuándo viste que podías apuntar a ser profesional en el básquetbol?

En sí era algo que pensaba cuando me vine a vivir en Montevideo, a los 13 años.  Pero a los 14 o 15 ya quería realmente que sea mi futuro.

Te mudaste de Salto a Montevideo… ¿con quién viniste? ¿Cómo fueron todos esos cambios?

Primero viaje un par de fines de semana a entrenar y ver cómo era estar en Montevideo, que para mí era algo totalmente diferente, y más siendo tan chico. Era un desafío. A los 13 años me vine con mi familia a vivir acá a la casa de Hebraica con otros chicos más del interior.

¿Cómo te definís en cuanto a puesto?

Me considero más bien un “4”, soy un jugador alto si bien no soy tan pesado, pero también puedo jugar como “3”.

¿Cuáles dirías que son tus características como jugador?

El tiro es algo que me caracteriza, pero también fui mejorando en otras cosas, como son la penetración y la defensa, que es lo fundamental.

Tuviste la oportunidad de estar en Selecciones Formativas… ¿qué te sumó?

Estuve tanto en mi generación, la 95, como en la 94.  Te suma desde todo punto de vista, y jugar con otros países te hace crecer cómo jugador.

Y te tocó también entrenar con la Selección mayor, de muy joven…

Sí, a los 15 años se me dio una oportunidad de entrenar con la Selección mayor. Me acuerdo que estaba Pablo López como entrenador, para mí fue algo maravilloso siendo tan joven entrenar con grandes jugadores. Es algo que nunca me voy a olvidar, y mi sueño es poder volver a estar algún día.

¿A qué edad comenzaste a entrenar en Primera?  ¿Qué diferencias encontraste?

Empecé a los 15 años a entrenar, y en 2011 con Marcelo Signorelli ya tuve la oportunidad de jugar algunos minutos.  Fue el año en que, además, salimos campeones. La diferencia principal era pasar a jugar con gente más grande, y entrenar de una forma completamente distinta a lo que era Formativas.

¿Te costó el cambio de Formativas a Primera?

La verdad que costar no, era más bien una alegría siendo tan joven entrenar con el plantel principal.

¿Te acordás cómo fue tu debut en la Liga?

En la Liga 2011, con Sayago. Me acuerdo que quedaba poco para terminar el partido, en cancha de Atenas, y se me dio la oportunidad de entrar.  Estaba muy nervioso pero con una alegría inmensa.

Integraste planteles campeones con Macabi… ¿cómo se vive eso?

La verdad que tuve la suerte de integrar los dos planteles donde fuimos campeones, y eso me dejo muchas cosas positivas, además de hacerme sentir muy contento.

¿Cómo se dio la posibilidad de venir a jugar esta LUA?

Por intermedio de Jesús Rostan, yo hablé con él y se me dio la oportunidad de venir a Stockolmo.

¿Cómo te sentiste jugando a este nivel y con mayor protagonismo?

La verdad que mejor imposible, lo que buscaba era tener minutos y por suerte se dio.

¿Te imaginabas a Stockolmo definiendo puestos por el ascenso?  ¿Cómo lo vivís?

La verdad que no, cuando arranqué en Stockolmo el objetivo era salvarnos del descenso. Para mí era todo un desafío por ser mi primera LUA, nunca me imaginé llegar a esta instancia con chances de entrar entre los cuatro primeros. Las claves fueron el buen grupo que se formó dentro y fuera de la cancha, y que siempre fuimos con la misma confianza desde el primer partido hasta hoy, por más que se gana y se pierde, nunca dejamos de creer en nosotros.  Lo vivo con mucha alegría en lo personal, lo que vine a buscar se me dio y estoy muy contento por eso.

¿Cuáles son tus objetivos personales hoy en día?

Quiero crecer tanto como persona y en lo deportivo, mejorar mis errores y aprender cada día más. Espero poder tener minutos en la Liga, y si esto no es posible en Macabi, poder conseguir otro equipo. Busco jugar para seguir creciendo.

Para cerrar, ¿cuáles son tus referentes en el básquetbol?

Tuve la suerte de jugar y conocer a un gran jugador como Michael Hicks, y también el “Bicho” Silveira con el que comparto plantel hoy en día.