Auriblanco lo tenía perdido en Lagomar pero reaccionó de la mano de Andrés Piñeiro y evitó un tercer partido. Ahora espera rival.

El primer cuarto fue de la visita. 5 puntos para comenzar el partido de Piñeiro y dos triples frontales de Federico Ledanis le permitían a Auriblanco abrir ventajas cercanas a la decena de puntos. Un triple de Nicolás García achico a 5 la diferencia antes del final.

En el segundo fue muy superior Lagomar. Los ingresos de “Frodo” Ferro y Joaquín Vignoly le cambiaron la cara al equipo que lo pasó por arriba con Rodrigo Cardozo sumando varios puntos y tomando rebotes en ambas tablas. Auriblanco perdido buscó soluciones en el banco y no las encontró. Entró Facundo Sánchez en la visita y aportó lo suyo para que al final fuera de solo 9 la renta verde.

El tercer cuarto fue muy luchado y con mucha protesta de ambos lados. Lagomar manejaba la ventaja y esto provocaba que Piñeiro recibiera una técnica y jugara ofuscado. Panelli no aparecía. El partido parecía quedarse en casa. Lagomar, con buenos minutos de Leonardo Machado, se fue 60-52 arriba en el marcador de cara a los últimos 10.

De arranque en el último, Cardozo vio la cuarta y debió sentarse. Pero Lagomar seguía como si nada y abrió 12 faltando 8. Luego, con triple de Cabrera y libres de Dolhagaray, estiró hasta la máxima de 15. Hasta que se dio la reacción.

Faltando menos de tres, el “Cacho” Jones puso dos libres y logró romper la barrera de los 10 puntos que los separaban de Lagomar. Piñeiro y Gentini aparecieron. Con menos de dos vueltas de reloj estaban a 6.

Lagomar erró libres y lo terminó pagando caro. Faltando 47 segundos, Panelli puso a los suyos a dos y tuvo el adicional para achicar a 1. Erró, pero el rebote fue de Gentini y el “Torito” lo empató.

La “mole” Suárez tiró de dos y erró. Ferro le cometió falta a Ledanis en una pelota entreverado y el colorado puso 1 para pasar luego de tres cuartos. Con 15 segundos Lagomar no llegó nunca a tirar y se despidió de forma insólita. Vuelve a sorprender el “Lago” pero vuelve a quedarse muy cerca y sin nada.

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