Auriblanco derrotó como local a Lagomar por 69 a 66 en un partido vibrante y parejo hasta el final para de esta manera colocar la serie 1 – 0 en esta semi final en búsqueda del segundo ascenso al Torneo Metropolitano 2016.
Mejor comienzo para los de la Costa de Oro que tuvo la ventaja en el tanteador en los dos minutos iniciales. Pero, de la mano de Julio Panelli y Andrés Jones, el papal tomó el liderazgo en el score y lo mantuvo a lo largo de todo el cotejo. La ventaja de los conducidos por Nicolás Rabino llegó a ser de hasta 10 puntos pero con una reacción tremenda, el verde puso un parcial de 8-0 en tan solo un minuto con Rodrigo Cardozo como estandarte para colocarse a dos unidades. Finalmente, Panelli convirtió un triple sobre la chicharra para irse arriba 26 a 21 al cabo de los primeros diez.
Desprolijo por demás el inicio del segundo chico. Muchas pérdidas de balón en ambos equipos y también gran cantidad de tiros marrados. Quién cambió un poco la pisada fue el experimentado Cacho Jones que mostraba toda su calidad pesando bajo el canasto y lastimando desde media distancia. Con Cardozo y Fabián Cabrera, los dirigidos por Alejandro Francia (debido a la suspensión de Julio Galli) se mantenían en partido y acortaron a cuatro puntos la desventaja. 41 a 37 se fueron al descanso largo.
El complemento mantuvo la misma tonalidad, característica de la Divisional Tercera de Ascenso. Poco basquetbol, mucha entrega. Buena mano de Leonardo Machado viniendo desde la banca en Lagomar al igual que Mauricio Suárez que tuvo infinidades de ocasiones para igualar el juego e inclusive para pasar a ganar pero todas fueron desaprovechadas. Problemas desde la línea del tiro libre como también desde los 6.75 para los del departamento de Canelones hicieron que Auriblanco le sacará provecho a sus errores y mantuviera la ventaja de cara al último cuarto, 56 a 53.
El período final no fue la excepción a lo que venía pasando. Otra vez el verde tuvo varias oportunidades para emparejar las acciones y volvieron a dejarlas pasar. Con Panelli enchufado, y la gran mano de Andrés Piñeiro, el papal mantenía esa renta que oscilaba entre los dos y cuatro puntos. A falta de diez segundos para el cierre, Lagomar tenía la posibilidad de igualar el juego pero Nicolás García perdió la pelota y falta de solo cinco segundos, el torito Nicolás Gentini tenía dos lanzamientos libres para liquidarlo. Sin embargo, quién jugó el pasado Metropolitano en Verdirrojo falló en ambas ocasiones. Para suerte de él y su equipo, Fabián Cabrera llegó muy exigido a tirar la última pelota, no le pegó a nada y de esta forma desató la locura de la parcialidad del papal que consiguió poner la serie en ventaja.



