Hace unas horas Uruguay festejó su triunfo más resonante de la historia, ante la selección más laureada del Mundo. En una noche donde invade la nostalgia, nos pusimos a repasar la historia celeste, ante Estados Unidos.

De los 27 encuentros ante la selección norteamericana, el de hoy sin dudas marca un hito en el básquetbol uruguayo, no solo por estar en frente Estados Unidos. Si bien está lejos de ser el Dream Team, hoy tuvimos cara a cara a jugadores de gran presente en Europa, a diferencia de otros triunfos ante combinados universitarios, en torneos o partidos, de poca relevancia para ellos. Pero previo a llegar hasta acá, empezamos a transitar una historia donde fueron muchas más las tristezas, que las alegrías.

La sequía del siglo XX

A pesar de ser una época dorada de nuestra selección, la historia ante Estados Unidos en ese pasaje fue de terror. Nos superaron los 15 partidos en los que estuvimos cara cara

En 1948 data el primer enfrentamiento oficial, cuando nos despacharon en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres, después de que avanzamos en un grupo durísimo, donde quedó por el camino Canadá.

Helsinki es recordada como una capital histórica del básquetbol uruguayo, por el Bronce obtenido ante Argentina, pero ahí también fuimos superados por los norteamericanos en el grupo, y luego obtuvieron el Oro.

Dos años después nos volvimos a encontrar, en el Mundial de 1954, donde si bien no pudimos ante el campeón invicto del torneo, tuvimos nuestra derrota más corta ante ellos (64-59), siendo Uruguay, el rival más complicado para la selección, que en Río de Janeiro, festejó su primer Copa del Mundo.

En los siguientes cuatro enfrentamientos, sufrimos tres de las cinco derrotas más abultadas de nuestra historia, cuando nos aplastaron en Melbourne 1956, Roma 1960 y Tokio 1964, eliminándonos incluso, en las dos primeras citas olímpicas. En el medio, una derrota en los Panamericanos de 1963, dejaron el récord 0-7, ante la mejor selección del Mundo.

En 1967, Estados Unidos vino a jugar el Mundial al Cilindro, y si bien vio como su derrota ante Brasil entregó la Copa a la Unión Soviética, en la tercera fecha nos ganó con claridad.

En Yugoslavia 1970 sumamos una nueva derrota ante los norteamericanos. El décimo triunfo, fue tras darnos otra abultada derrota en nuestro último Juego Olímpico, Los Ángeles 1984, ante la selección de Jordan.

El bajón de nuestra selección, nos llevó a enfrentarnos a integraciones bastante alternativas de Estados Unidos, que de todas formas, siguió estirando la racha, tras eliminarnos en los Panamericanos de Indianápolis 1987 y La Habana 1991. Luego también nos ganó en Mar del Plata 1995.

Los 90’ significaron un cambio en cuanto a las clasificaciones a Mundiales y Juegos Olímpicos, debutando los Torneos FIBA Américas, donde la historia ante Estados Unidos también comenzó con el pie izquierdo. Derrotas en Montevideo y San Juan, estiraron la racha a 15, con la que los norteamericanos, cerraron el siglo invictos, ante nuestra selección.

Y un día, se cortó la racha...

El primer FIBA Américas del siglo XXI, tuvo como mojón principal la clasificación al Mundial del 2002, al que como anfitrión, Estados Unidos llegó clasificado. Esto le dio a Uruguay un panorama súper optimista para sumar su primer festejo ante la selección de las barras y las estrellas, que llegó a la penúltima fecha tras ser aplastado en sus encuentros ante Brazil, Argentina y Venezuela.

Con Neuquén como escenario Uruguay y Estados Unidos llegaron a la penúltima fecha sin triunfos, sabiendo que quien perdía, se iba temprano a casa. La celeste se terminó imponiendo por 104-93, de la mano de un soberbio Nicolás Mazzarino, que anotó 34 puntos, en lo que fue, hasta hoy, el único triunfo de nuestra selección, en un torneo FIBA, ante Estados Unidos.

Con gusto a poco

La historia ante los norteamericanos continuó con dos derrotas en Santo Domingo, pero en 2007, Uruguay inició su camino a su único Bronce Panamericano, al superar a un joven combinado estadounidense, con Esteban Batista como líder.

Con Beijing 2008 como norte, la cosa cambió rotundamente donde Estados Unidos nos aplastó en Las Vegas. El joven equipo de las barras y las estrellas contó con jugadores que terminaron siendo leyendas, donde destacaron los nombres de LeBron James, Kobe Bryant y Carmelo Anthony.

El tercer festejo no demoró en llegar, pero en una noche con gusto a poco. En los Panamericanos de Guadalajara 2011, Uruguay, ya eliminado, llegó a la última fecha a jugar ante un Estados Unidos, que al ya haber logrado el primer lugar del grupo, alternó jugadores. De la mano de Martín Osimani, la celeste de Álvaro Tito se terminó imponiendo al juvenil combinado norteamericano.

Afuera de todo

De ahí en más, los golpes fueron constantes…

Montevideo recibió el grupo C de la AmeriCup en 2017. La ilusión estaba sustentada en un equipo cargado de figuras, como Granger, Batista y Fitipaldo. Sin embargo, Estados Unidos nos despachó del sueño, al superarnos en la segunda fecha.

Dos años después, se renovó la ilusión, con el Mundial como objetivo. Si bien en Las Vegas tuvimos una esperable derrota, terminó siendo la tercera más abultada de nuestra historia. La revancha se dio en un Antel Arena colmado, en un decisivo partido que a posteriori terminó truncando el sueño Mundialista. Al equipo de Magnano, se le escapó sobre el cierre, ante un Estados Unidos súper alternativo.

En las siguientes Clasificatorias nos volvimos a ver las caras. No competimos allá; y acá, en nuestra última bala, nos terminaron ganando nuevamente con un equipo sin brillo.

Pero volvimos a alimentar la ilusión

 

Cuando el pozo para Uruguay parecía ser más profundo, Jauri llegó con un aire de renovación. Quizás en una etapa donde la expectativa estaba más baja que en otras ocasiones, ante un equipo de más figuras. Con una propia selección, que dejó de lado las grandes marquesinas y apostó por juventud, garra y sacrificio. Con un equipo que nunca dejó de pelear, que nunca bajó la cabeza ante resultados que se escaparon sobre el final. Hoy estos muchachos hicieron historia, despertaron ilusión a miles de tipos que al otro lado de la pantalla, nos tuvieron prendidos hasta las dos y media de la mañana.

Por esto, pese a ya haber tres triunfos previos ante ellos, hoy sin dudas fue el batacazo más grande entre nuestros enfrentamientos directos. La ilusión más viva que nunca, de seguir haciendo historia…