En 50 metros gire al primer lugar

Los dirigidos por Guzmán Alvarez continúan liderando las posiciones de la liguilla, a falta de una fecha para dar comienzo a la fase eliminatoria. En la noche de hoy, superaron al Tifón tras un encuentro dilatado, que duró más de dos horas, con múltiples protestas e interrupciones, hasta que en definitiva el puntero lo resolvió en los últimos minutos.

Una de las claves que ha utilizado la visita para su buena racha en el torneo, es la preponderancia en el juego interno. Por lo cual el desafío para Diego Palacios era equipararlo con la presencia de su reciente incorporación, el brasileño Joao Fidelis, pivot de 2.04 mts. junto al aporte de Lucas Silva. En este rubro ambos estuvieron equilibrados, pero las diferencias se notaron por otro lado: principalmente la profundidad de plantel. El primer cuarto fue parejo, aunque el local se extralimitó en la marca: cometió numerosas infracciones que obligaron a tomar descanso a sus hombres grandes, y permitió varios puntos desde la línea del personal a su rival. Con un Carlos Buemo más en el rol de asistidor que de anotador al principio, el milrayitas se llevó el parcial 22 a 17.

Con las segundas formaciones en cancha, las distancias se acentuaron entre estos cuadros que están en extremos opuestos de la clasificación: un concluyente 15 a 1 para los de la calle Simón en tantos desde la banca, hicieron pagar caro a Marne haberse comprometido en infracciones, en especial la tercera de Fidelis, y todas ellas en ofensiva. Larrañaga, ya con la ausencia de Nicolás Martínez por sus compromisos de integración a la selección nacional, se mostró sólido encontrando ventajas en la zona que le propuso su rival, pasando el balón con mayor celeridad a una formación en bloque que presentaba filtraciones en el alto-bajo, y se vio desbordada por el buen porcentaje de triples, 50%, que la superaba reiteradamente, con destacado pasaje de Joaquin Jones. Así no extrañó que Larra se fuera en las cifras, ganando 52 a 37 el primer tiempo.

El inicio del complemento cambió el contexto del juego. Se luchó más de lo que se disputó, y se entró en la fricción que ameritó la intervención arbitral, para que el partido no se fuera de cauce. Principalmente entre Fidelis y Agustín Zuvich, y luego con reiteradas protestas de ambos bancos por eventuales faltas no pitadas, que ameritaron técnicos y antideportivas, determinando luego la descalificación de Nicolás Borsellino y el entrenador Palacios. En este ritmo conversado, entrecortado, el Tifón vio su posibilidad de acercarse, provocó pérdidas de posesión de un Larrañaga que en lugar en enfocarse en las ventajas de las que disponía, en el cinco por cinco, se asoció a ese desorden y apuro, viendo decaer su ventaja a ocho, 68 a 60, al cabo del tercero.

Marne vio su oportunidad y echó el resto en la parte final, sabiendo sobrellevar a varios integrantes comprometidos. Tuvo su premio al colocarse a sólo cinco de diferencia, con cuatro minutos en el reloj. Pero a partir de allí tuvo otras dificultades: el protagonismo de las figuras visitantes, que rayaron a gran altura en el momento de la definición: Zuvich con tantos de segunda oportunidad, Carlos Buemo y su lectura de juego para asistir más un par de triples letales, sumados a un Agustín Gentile que realizó un brillante encuentro, encontrando espacios para postearse y convertir en la pintura. Las salidas de Matías Nicoletti y Fidelis sellaron la suerte de los rojiazules, sentenciando el triunfo del Larra 93 a 82, que lo deja cerca del número uno previo a playoffs.

Agustín Zuvich: El salteño puso el toque de calidad que marcó la diferencia definitiva. Tuvo prevalencia sobre los internos rivales, y con sólo 22 minutos en cancha fue el goleador, conteniendo de buena manera al pivot brasileño que se hacía difícil de defender. Fue líder en eficiencia, marcando su protagonismo para ganar.