Desde Palermo hasta 18

Por la cuarta fecha de la liguilla, los alas negras recibieron en el Antonio María Borderes a un conjunto de la costa que viene en mala racha, sin victorias en esta segunda fase. Nuevamente como en la fecha anterior, tuvo un bajo rendimiento en el complemento, inducido por problemas de lesiones, que el local no desaprovechó para llevarse el punto.

Múltiples bajas afectaron a ambos equipos, antes y durante el encuentro. No participaron del juego Mateo Pose y Emiliano González en el albiceleste, en tanto Lautaro Echeverría y Matías Benítez se ausentaron en su rival, sumado a la salida de Rafael Previatti que con muestras de dolor en su brazo no pudo llegar al final. El cotejo se inició con marca personal en los dos, en un contexto dinámico, con acciones lucidas y entretenido para el público presente. Atenas sacaba provecho de la verticalidad de Felipe Silveira y el salteño Facundo Medina, en tanto el verde comenzó con mejor porcentaje de tiro, con la buena conducción de Santiago Wohlwend, en combinación desde el eje con el pivot Víctor Andrade. El cuarto culminó con empate a 20, evidenciando un equilibrio donde no se sacaron más de cuatro puntos entre sí.

Solamente tres jugadores en cada bando habían logrado anotar en el cesto rival. Y si bien los dirigidos por Mauricio Rodriguez pudieron ampliar la grilla de anotadores, cuando apelaron a la segunda formación en cancha, su rival no tuvo la misma posibilidad. Una noche para el olvido del norteamericano Jamal Hartwell, impreciso, trancado en su fuerte que es el desequilibrio en el rompimiento individual y la conversión, derivó la responsabilidad en pocas figuras, lideradas por Santiago Moglia, una vez más, el goleador de los de la costa. Atenas buscaba el desequilibrio a partir del protagonismo de Medina, y optimizó la ventaja de integración merced al golpe que sufrió Previatti, y que pese a su esfuerzo por seguir en cancha, no pudo lograr, quedando afuera en el cierre. Un triple de Andriy Grytsak sobre la bocina le dio ventaja mínima al ateniense, 38 a 37.

Si bien el albiceleste comenzó con mala puntería el complemento, estando los primeros cuatro minutos sin anotar y concediendo una diferencia de siete, el punto de inflexión del partido llegó, a partir de la contundencia en la zona pintada. Es que los alas negras establecieron superioridad en la toma de rebotes, y en la categoría que lidera la competencia: las anotaciones en segunda oportunidad. De León tuvo un rendimiento tan alto como su propia talla: ya minutos antes del descanso largo tenía doble dígito en su haber: indefendible para un Lagomar que con integración diezmada no podía controlarlo, y en ofensiva equivocó los caminos, sin el uno por uno que le permitiera sumar desde el personal. Sufrió un parcial de 14 a 0, y su hinchada presenció un cambio de dueño definitivo en las acciones. En este cuarto ya sacó siete, 56 a 49.

Los últimos diez minutos no tuvieron sorpresas en el trámite. Atenas fue inteligente, aportó visión de juego, manejó las posesiones desesperando a su rival a quien el reloj se volvía en enemigo, y que a pesar de intentar variantes defensivas pasando a zona, no pudo desviar el destino del resultado, incluso con discusiones en los pedidos de tiempo entre los jugadores. Desgastado y abusando del tiro de tres puntos, sólo le dio al local la posibilidad de llevarse el punto antes de la bocina final, por un tanteador de 79 a 70. El ateniense se recuperó rápido de su última derrota, vuelve a la punta del torneo y le dedicó a su gente una nueva victoria, en esta excelente campaña en lo que va de la LDA.

Rogelio De León: El interno de 36 años hoy fue la clave del triunfo. Indefendible en el poste bajo, aportó alta eficiencia con su particular mecánica en el lanzamiento libre, castigando las numerosas faltas recibidas cobradas, y a veces no cobradas. Las segundas posesiones que le da a Atenas con su insistencia, resultan fundamentales para ganar.