Sus puñales en la espalda

El encuentro inició entretenido y a buen ritmo. Verdirrojo anotó con mayor facilidad y capitalizó segundas oportunidades de manera reiterada en los primeros cinco de juego. Por su parte, Larre Borges insistió con el pick and roll de Conceiçao, que arrancó para nada preciso de cara al aro. En base a ello y aprovechando apuros de su rival para anotar en transición, los del Cerro tomaron hasta dieciséis de renta pasado el ecuador del cuarto inicial. Fue tal la diferencia en cancha, que Giacoya quemó dos tiempos muertos en dicho lapso buscando reordenar a los suyos, algo que consiguió al menos defensivamente sobre el cierre para achicar en algo la brecha. Llegó el primer descanso con cifras de 24-13.

Cambió el viento en el arranque del segundo chico, con el local colocando bombas en manos de Verrone y Tiago Bentancour, y defendiendo en una efectiva zona 2-3 ante un Verdi poco certero desde el perímetro. Poco varió pese al minuto pedido por Mauro Nava, ya que el elenco cuadriculado sostuvo su envión hasta colocarse a dos puntos. En medio de una rotación continúa del plantel, la visita logró poner un parcial a su favor y escaparse nuevamente por diez a falta de 1:09 para el entretiempo, que tras las posesiones restantes, llegó con cifras de 38-31.

El tercer cuarto fue cambiante y realmente atrapante. Comenzó mejor Larre Borges con un buen pasaje ofensivo de Oyenard. Del otro lado respondió Haller, que sostuvo el goleo de Verdirrojo durante varios minutos, manteniendo a su vez una renta que osciló siempre el doble dígito. Sin embargo, con mayor protagonismo del Flaco Verrone en momentos puntuales y un Nicolás Pereyra asumiendo de buena forma en ataque sobre el final del parcial, la diferencia llegó a ser mínima. Tras dos libres de Cousté, el Verdi se fue 57-54 arriba al último descanso.

Friccionado y hablado, así fue el inicio del epílogo. Joaquín Núñez tuvo minutos realmente para encuadrar en el arranque, anotando diez puntos y dejando más de un golazo. Llovieron bombas de un lado y del otro, con el marcador reñido con el correr del reloj. La diferencia era la mínima y las chances fueron para ambos. Tras una pérdida de Larre, hubo falta y Agustín Cabillón tuvo dos libres a falta de 11.9 segundos, colocando uno de ellos. Cuando parecía irse la victoria para el Cerro, hubo conexión aérea en el local y Sergio Conceiçao colocó tablas en el score para forzar un alargue 69 a 69.

Con un triple de Nicolás Pereyra, el local tomó la primera ventaja en la prórroga pero rápidamente se igualó todo nuevamente. Tras minutos de paridad, hubo una secuencia de quiebre: triple de Verrone, respuesta de Haller, de nuevo el ‘24’ de Larre Borges y luego Pereyra también para el local, abriendo seis de renta a falta de 37 segundos para el final. De allí hasta el cierre, no hubo nada que hacer para la visita. El juego se selló en cifras de 88 a 79.

El obrero Verrone: capítulo mil. Apareció cuando debía hacerlo, con puntos pesados a lo largo del todo el juego pero con dos bombas sensacionales, una atrás de otra en el alargue, además de una hundida en transición para dar el último portazo. Terminó con 22 puntos (5/9 en triples), 13 rebotes y 3 asistencias en 39:07 minutos en cancha.