Lagomar continúa a paso firme en LDA, tras vencer a Yale en un resultado ajustado pero merecido. Tras el cotejo, su entrenador Esteban Yaquinta habló con BT.
En un ritmo entrecortado con casi 50 faltas cometidas, el equipo de la costa sacó ventajas en el primer cuarto que supo mantener a lo largo del encuentro, a pesar de los intentos de reacción de su rival. El técnico ex Trouville se mostró satisfecho por el punto conseguido y la evolución del grupo, en sus primeras palabras:
“Fue un partido que se hizo largo con muchas infracciones, de nuestro lado no conseguíamos tener un buen ritmo de marca. Si bien recibimos pocos puntos en la primera mitad, yo les comenté en el entretiempo que no había sido la defensa para recibir 32 tantos, pero en verdad se había dado así porque ellos erraron muchos tiros libres, que nos habían beneficiado. De todos modos, veo que el grupo se está afianzando, aún estamos en las primeras fechas del torneo, y estamos en una posición inmejorable y con muchas expectativas”.
El entrenador formado en Miramar apunta a proyectos deportivos para fomentar el desarrollo de nuevos jugadores, principalmente formados en las instituciones. Pero en un torneo corto donde en esta fase clasificatoria ya se juega el futuro en el campeonato, no es fácil lograr ambos objetivos, por la necesidad de ganar. Al respecto se expresó:
“Exactamente, eso se hace complejo de obtener. De todas maneras, hay chicos que están teniendo minutos en cancha y de calidad, que les son muy importantes para su desarrollo de juego. En el club tenemos al Enano Martinez trabajando en formativas, a Reque Newsome como asistente acá conmigo, y con ellos estamos intercambiando mucho para entrenarlos y mejorarlos. Considero que hay mucha buena madera, tratamos de darles la mayor participación posible”.
Un partido especial para Yaquinta ya que por primera vez debió enfrentar a su hijo Facundo en el rival de turno. Sin duda que vivió sensaciones especiales por ello, y nos compartió a modo de anécdota en lo previo al juego de esta noche:
“Increíblemente, nosotros que hablamos mucho de básquetbol, estos días no lo hicimos (se ríe). Me costó muchísimo dirigir contra él y contra Ernesto Dorrego también, nos dimos un abrazo antes del partido. Anoche dormí mal, en el día se sufrió bastante, pero más allá de eso esto es deporte y obviamente, uno de los dos tenía que ganar”.
En el cierre y volviendo al equipo, quien también hiciera el curso de entrenador en Utah, Estados Unidos, proyectó las futuras actuaciones considerando el reciente cambio de ficha innominada, con el aporte de Víctor Andrade, jugador probado y de gran rendimiento la temporada anterior. Así finalizó sus conceptos.
“Víctor es un clase A, ya vimos sus condiciones en este último pasaje por Cordón en LUB. Nos tenemos que acostumbrar a él todavía, hoy recién es su segundo partido y hace pocos días que se ha integrado, y lo está haciendo muy bien. Daniel Moreira también había dado una gran mano, es un chico que tomaba una cantidad de rebotes, pero bueno, ahora ha cambiado nuestro juego y debemos adaptarnos rápidamente”.