Federica Sosa tuvo una satisfactoria tarde noche el pasado domingo ante Cordón en lo que sigue siendo su crecimiento en el básquet femenino, ahora en un equipo de la capital.
Cuando comienza el año, los partidos de este estilo donde hay diferencias las más jóvenes del plantel saben que tendrán minutos y Federica vaya que los supo aprovechar. Pero de esto también dijo: “En realidad me preparo para todos los partidos. Entrenó para ir partido a partido, tratando de ir ganando unos minutos acá, unos minutos allá, pero tenés que tener en cuenta todo. Este partido capaz que lo aprovechas más, pero es juego a juego y lo que se dé.”
Consultada sobre donde sacaron la diferencia luego de un primer tiempo donde le costó muchísimo poder llegar al gol dijo: “La clave era defender arriba y tratar de robar y tirar dentro de todo a los 3, 4 segundos para tener más posesiones. Eso nos llevó a tener un juego más rápido y más pérdidas y eso al principio no nos ayudó, no entró la pelota. Después empezamos a jugar más estacionado, más regla 21, pasar, cortar, libre y fluimos mucho más.”
Luego de varias temporadas en Remeros, este año sin la participación del equipo mercedario y su comienzo en la Facultad de Medicina la catapultaron en un equipo de la capital: “Pasará lo que pasara, sea Remeros o no, ya tenía en la cabeza que me iba a ir porque me tenía que venir a estudiar. Entonces me coincidió que me vine y Urunday me abrió las puertas. Hoy en día estoy re feliz con el equipo, muy acompañada están ahí siempre para lo mínimo, porque claro, viendo el interior no es solo el cambio del básquetbol, sino todo el modo de vida y mis compañeras me ayudan en todo.”
Consultada si ha sido difícil adaptarse a Montevideo y la distancia con la familia dijo: “Y bueno… ahí vamos. No es changa, pero ahí se va peleando, vamos remando. No queda otra, ¿no? (risas) Es adaptarse y después seguir día a día. No tener a mi familia al principio me chocó, más que nada el primer partido que tuvimos con la U19. Terminó el partido y tipo, nos damos vuelta y ahí ahora qué, tenés que irte a tu casa, bañarte, cocinarte, comer, y todo sola. Eso fue lo que más me chocó, lo que más siento. Más allá de la distancia sé que están igual, ahí acompañándome.”