En un juego que quedará para la posteridad, Nacional le ganó a Aguada 97 a 96 y estiró la serie a un séptimo y definitivo juego. Los de Ponce se recuperaron de un 1-3 en la serie.
El comienzo del juego fue favorable a Aguada, que, corriendo la cancha, puso un primer parcial de 6-0. De todas maneras, con el correr de los minutos, Nacional comenzó a cargar de buena manera el rebote ofensivo, emparejando las acciones. Dentro de un panorama parejo y de altos porcentajes, Aguada sacó una cabeza de distancia, con un Pepo Vidal neuronal, y con un equipo que capitalizaba las caídas al aro por el callejón central. De todas maneras, en el cierre Cortizas optó por una defensa zonal, lo que conspiró con la fluidez colectiva. En este sentido, Ernesto Oglivie se convirtió en un emblema a nivel de ataque, dañando con su juego de pies. Con altísimos porcentajes, el primer chico se cerró en cifras de 36 a 35.
Si bien en el inicio del segundo chico mantuvo la intensidad, los porcentajes cayeron y en tal sentido, Aguada cargó de mayor manera el rebote ofensivo. Dentro de ese panorama, Frank Hassell se hizo un festín, provocando que su equipo tome 11 de máxima. De todas maneras, con el correr de los minutos, el tricolor mostró su mejor faceta defensiva, elevando el tono en primera línea con una presión que le vino de mil maravillas, poniéndose a uno. Sin embargo, la salida de Smith fue netamente aprovechada por el rojiverde, que se fue arriba 60 a 53 al descanso largo con un último parcial de 7-2.
A todo trapo, Aguada mostró absolutamente toda su clase en el inicio del tercer chico, tomando tiros a pie firme en ataque y negando líneas de pase en defensa. De esa manera, los de Cortizas llevaron a los de Ponce a tomar tiros en sus manos menos confiables, cerrándose en el juego interno con Oglivie y minimizando a Smith. Por su parte Donald Sims, como de costumbre, puso su talento al servicio del equipo, colocando 8 puntos al hilo que parecían liquidar el trámite (+21). Sin embargo, en los últimos minutos, y con Prieto con mucha rebeldía, los de La Blanqueada tuvieron absoluta resiliencia para descontar, yéndose 87-71 al último.
El epílogo fue una locura. Tomando segundos tiros, el tricolor puso un 6-0 en un abrir y cerrar de ojos, encendiendo todas las alarmas aguateras. Por su parte, justamente el rojiverde atravesó una sequía enorme: los tiros que antes entraban, dejaron de hacerlo, y la rotación dejó de surtir efecto. Además, una tonta descalificación de Jamil Wilson desenfocó a Aguada, que jamás pudo reponerse y vio como su rival anotó consecutivamente. Michael Smith, con toda su clase, fue el principal artillero de la reacción, con puntos gordos de verdad, colocando un doble largo con acrílico para sentenciar prácticamente las acciones. Si bien Vidal tuvo la última, la misma bailó en el aro y salió, y el tricolor empató la serie para quedar a 40 minutos del título, algo que hace unas horas parecía imposible.
El séptimo juego irá este domingo.
LO DESTACADO
¿Quién era James Feldeine? Hoy nos olvidamos por un rato de él. Eso generó Michael Smith, que más picante que nunca, puso todo a la orden del equipo, y se despachó con 30 puntos y 8 asistencias en la noche señalada. Thriller.


UNO x UNO

Vidal (8): Es el padre de la ofensiva de Aguada. Pone a la casa en orden. Esta vez, en el segundo tiempo le costó anotar. Sims (8): Enfermísimo. Puso un par de dagas que hicieron soñar al hincha aguatero. Pereiras (5): Le costó la referencia de Smith. No fue su mejor juego defensivo. Wilson (4): No estuvo del todo fino en ningún aspecto. Se hizo descalificar al santo botón. Hassell (7): Ta todito loco. Tuvo pasajes enormes en el juego a nivel ofensivo. Atrás fue otra cosa. Santiso (4): Fue decayendo con el devenir del juego. Las soluciones que dio al principio se extinguieron en la segunda parte. Zuvich (7): Recontra utilitario. Incluso por momentos el equipo fluyó más con él en cancha. Osimani (6): Había entrado bárbaro e injustificadamente salió. Luego, no repitió. Gentile (-): Poco en cancha. Cortizas (5): Increíble el partido que se le termina escapando. Perdió una ventaja gigantesca. Sintió el cansancio el equipo.

Prieto (8): Fue más base que nunca. Y jugó con el corazón en la mano. Para este tipo de partidos, Patricio está mandado a hacer. Smith (9): Un DESPELOTE. Lo que hizo este tipo a lo largo de toda la noche no tiene goyete. Valió cada peso de la entrada. Semiglia (5): Si bien se apuró en varios pasajes, fue importante desde la energía. Puso libres claves. Espíndola (4): Lejísimo de repetir. Fue de lo más opaco del equipo en general. Oglivie (9): Ernesto Mauro se está encargando de meterse en el bolsillo a cada persona que dudó en él. Un viaje. Maozinha (7): Cumplió su rol a la perfección. Corrigió tiros, jugó por encima del aro y dio alguna mano en defensa. Barrera (5): Quizás su juego más flojo de la serie. Más allá de eso, no bajó el nivel ni a palos. Sarni (5): Entregó alguna buena lectura, pero no mucho más. Ottonello (-): Poco en cancha. Ponce (9): Ufff, lo que debe ser Alvarito. Una muestra de carácter total de los suyos. Disfrute total.
VAR
Andrés Bartel, Andrés Laulhe y Diego Ortíz (7): Absolutamente correcto arbitraje. Está demasiado conversada la serie por parte de los protagonistas.
LO DISTINTO
No tenía otra. Si Nacional no ganaba, se iba. Lo que se vivió en el Antel Arena es una de esas noches que serán recordadas en cada tricolor que se hizo presente. Un despelote en todo sentido. -20 en pleno segundo tiempo. Locura. Festeja un plantel al que hace pocos días se lo cuestionó. Hijo del rigor.
