Con un final no apto para cardíacos, Remeros de Mercedes se llevó el primer juego de las finales de la LRBS, venciendo 83-81 a Pacaembú Biguá.
El inicio del cotejo se dió con mucho desorden en ambos lados, con mucho contacto y tiros incómodos donde el principal beneficiado fue Damián Blazina, que se puso la ofensiva del fusionado al hombro en los primeros minutos del partido. Algunos desaciertos de Remeros adelante con los pases le impidieron anotar en los primeros minutos de juego, aunque con la pelota estacionada lograron lucir más su juego. En el otro costado Pacaembú Biguá fue superior, demostrando una clara idea de juego, donde sus generadores desde la doble base buscaban anotar desde el uno contra uno y la transición ofensiva, aunque la supremacía en el bajo de la mano de Edison Espinosa y los rebotes ofensivos fueron determinantes para sacar ventajas. Al enderezar la mira de la mano de Siniestro y Oyenard, los campeones defensores volvieron a partido, aunque las falencias en el rebote defensivo obligaron a Ignacio Borges a pedir un temprano minuto a falta de cuatro minutos y medio cuando su equipo se encontraba cinco puntos abajo. La zona planteada por los de Borges cambió el panorama de juego, robando la primera pelota post minuto y finalizando en un 2+1 de la mano de un Facundo Ferreira cuyo rendimiento crecía exponencialmente, sacando ventajas en algunos emparejamientos jugando de espalda, aunque un mejor cierre del que ofició de visitante le permitió cerrar el primer chico 23-22 a su favor.
Ambos volvieron a hacer su juego en la pintura, aunque el rápido compromiso de Aguilera con las faltas colectivas complicó de gran manera a los de Borroni, aunque la imponente presencia de Espinosa siguió haciendo lo suyo en el rebote ofensivo. Con la vuelta de la zona y un juego más vertical de la mano de Cáceres y Amaral mostraron una mejor versión de los suyos, que complicaron al visitante al variar en la defensa al hombre y la zona 2-3. En un gran bache ofensivo, el triple fue la clave para que Pacaembú Biguá pudiera salir del mal momento, colocando dos bombas gigantes al hilo para volver a tener el liderazgo en el tanteador. A pesar del buen momento fusionado, Mazzuchi hizo de las suyas con triples a larga distancia para emparejar, sumándole buenas penetraciones que lo convirtieron en una amenaza constante. Del otro lado se agigantó la figura de un Damián Blazina totalmente encendido, anotando de todas las formas y distancias posibles, siendo la principal vía de gol cuando la pelota estaba por fuera de los 6.75, aunque la tónica del rebote ofensivo en los gitanos persistió y lograron restablecer ofensivas a partir de este. Lokais encontró un gran momento en ataque con puntos consecutivos, sumándole la frutilla del postre que fue el doble final de la mano de Blazina, con un tiro de dos puntos largo donde se apoyó en el tablero y anotó para irse al descanso con la cabeza en alto, con el score en 48-44.
Con la vuelta al juego se vio un gran arranque por ambos lados, manteniendo en ambos lados sus ideas centrales de juego, explotando el juego interior y generando desde el posteo de la mano de Espinosa y Ferreira respectivamente, quien aprovechó cada vez que pudo el emparejamiento con Blazina. La inminente subida de ritmo en ambos lados generó un desorden generalizado que impidió anotar a ambos equipos, cortando la mala racha con un triple de un Nicolás Pereyra dedicado a la generación. Las buenas caídas de Lokais, y por el otro lado actuaciones individuales del “Chino” Siniestro y Oyenard mantuvieron la cancha de Praga al rojo vivo, en un vibrante encuentro que no inclinaba la balanza para ningún equipo. Facundo Ferreira siguió sacando ventajas de espaldas al aro, donde lo encimaron y siempre encontró la manera de sacar faltas para que el gitano se cargue de faltas. Las bombas siguieron apareciendo para abultar el tanteador en un pasaje de defensas intensas y con contactos dignos de una final, complicando las penetraciones y cortes al aro, tirando gran cantidad de libres. El último minuto fue muy goleado por ambas partes, destrabando así el mal pasaje de los equipos con triples, donde Remeros cerró mejor y un triple de frente al aro de la mano del “Flaco” Ferreira para volver a pasar en el score, encarando los últimos 10´ con cifras de 69-67.
El primero en golpear fue Pacaembú Biguá, que demostró su intensidad defensiva y complicó el uno contra uno con una excepcional defensa al hombre que le permitió recuperar la pelota y correr la cancha en un momento donde la ofensiva estacionada no le daba mucho resultado. El reingreso de Brun fue vital para empezar a abrir ventajas, donde con alto ritmo fue diferencial en ambos costados del flotante en los primeros cinco minutos de un friccionado juego, donde la ventaja para los blancos era de apenas cinco puntos. Una imponente flotada en el missmatch ante Nicolás Pereyra volvió a demostrar lo importante que es Manuel Oyenard en los suyos, volviendo al rectángulo de juego de manera temprana a pesar de sus cuatro faltas personales. Con la ventaja de siete puntos, Remeros marró una importantísima chance de poner la daga que necesitaban para encaminar un triunfo más cómodo, recibiendo dos tapones bestiales cortesía de Aguilera y Correa, aunque en ataque empezó a primar la desesperación, abusando del tiro exterior. Felipe García se puso el equipo al hombro con cinco puntos al hilo, mostrando enormes recursos para tirar tras el pick central y asociándose con Correa en el contraataque para forzar un más que necesario minuto de Borges. A falta de dos minutos para el cierre y con un ajustadísimo resultado, empezó un constante tanto a tanto que debido a la poca diferencia en el tanteador, no terminaba de aclarar el resultado. Un gran corte de fondo de Aristimuño a falta de 47 segundos le permitió al gitano empatar en 81, ya que a pesar del doble y foul no logró encestar el tiro desde la línea simple, aunque nuevamente el fusionado se impuso en la pintura y logró capturar el rebote ofensivo. Un tiro de tres vital que no entró permitió al que oficia de locatario correr la cancha con 24 segundos para el cierre, donde Facundo Ferreira bombeó un pase casi a la altura del aro que fue capturado por Manuel Oyenard, quien rápidamente y con una gran noción del juego logró asistir a el propio Ferreira, que cortó al aro y anotó el doble más pesado del encuentro. La última bola la tuvo Pacaembú Biguá, que con 17 segundos en el reloj y con lo que pareció un error de atención se le escapó un partido muy parejo que finalizó en triunfo de Remeros por 83-81.
LO DESTACADO
Que partidazo el de Facundo Ferreira. Parejo, nunca bajó el nivel, pero cuando las cosas pintaban fea, siempre estuvo presente. De yapa, metió LA pelota del partido. El "señor de los anillos" cierra un tremendo primer juego de finales con 21 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, demostrando que si es de ganar finales, el sabe cositas.


UNO x UNO

Brun (6): Prolijo, puntos importantes y una gran mano en el rebote, destacando su reingreso en el último cuarto. Siniestro (6): La muñeca caliente en momentos donde su equipo se quedó sin ideas. Importante en la generación de juego. J.Ferreira (5): Tiró por demás, aunque metió un bombón gigante en el cierre del tercer chico. F.Ferreira (8): El destacado Oyenard (8): Todo lo que tocó mandó al rival a sacar de fondo, imponente match. Mazzuchi (8): Factor X. Sus tiros fueron en gran parte, el porque Remeros se llevó el primer partido. Amaral (4): Se espera por su capacidad muchísimo más de él, no fue su partido. López, Cáceres, Ruíz (-): Pocos minutos en cancha pero de importancia, donde no bajaron el tono de una muy buena rotación de plantel. Borges (8): El primero fue para los suyos, donde la mejor versión se vió en el segundo tiempo, demostrando la gran profundidad de plantel que posee y maneja a la perfección. Es realmente preocupante el tema de los rebotes, que sumándole a la defensa sobre Blazina con lo que el tiro de tres refiere, son las cosas a corregir para un prometedor segundo partido.

García (7): Partidún del base, con un imponente cierre que ilusionó a los suyos. Con su alta intensidad fue importante en ambos costados, gravitando hasta en el rebote. Pereyra (5): Abusó mucho del tiro cuando su mejor versión fue dedicándose a asistir. Blazina (8): Infernal de tres puntos, deberían mostrar en todas las formativas del país la adaptabilidad del bueno de Damián para anotar de todas las maneras y con todas las moñas posibles. Aguilera (5): Si bien es diferencial, un durísimo 1-6 en libres lo sentencia. No estuvo certero, pero recibió faltas constantemente cuando intentó anotar. Espinosa (5): Va a ser un dolor de cabeza en la serie para Remeros, hoy lo extrañaron mucho adelante. Lokais (6): Entró a fajarse y cumplió con creces, sumándole buenas anotaciones. Correa (6): A pesar de que hoy no entraron de tres puntos, lo mejor de su equipo fue con él en cancha, regalándonos una asistencia deluxe cuando las papas quemaban. Aristimuño (5): Estuvo en el peor momento del fusionado del partido, donde no pudo desnivelar y cometió algunas pérdidas. Borroni (6): Fueron superiores durante la primera mitad, explotando la falencia del rival en los rebotes. Va a ser muy interesante el planteo cuando la locura de capturar casi la misma cantidad de rebotes ofensivos que defensivos cambie, calidad en sus dirigidos sobra.
VAR
Washington Chamorro, Mauricio Correa, Carlos Marozzi (4): Flojito lo de la terna, con dualidad de criterios en las faltas, especificamente en la lucha de los internos.