Tomás Villarmarzo ha sido preparador físico de Hebraica y Macabi y Larrañaga en LUB y LDA. Dialogó con BT sobre su pasaje por estos equipos y sus proyectos personales.
En el gimnasio de Bohemios, donde trabaja actualmente, nos hizo una primera referencia a sus inicios en el área de la educación física, y su vinculación laboral con la institución albimarrón:
“Yo me recibí en Educación Física en el año 2022, pero desde 2016 que trabajo acá en este club. Por entonces, yo estaba en mi última etapa como integrante del plantel sub 23, llegando a Primera División. En ese momento comencé a hacer la transición, donde además de lo laboral fui cursando estudios en el ISEF, al tiempo que arranqué participando de las colonias de verano. Desde pequeño siempre tuve vocación y placer por el deporte, eso me llevó a elegir esa carrera y a comenzar acá, en Bohemios, que considero como mi segunda casa”.
En una etapa posterior, tuvo la oportunidad de integrarse a la preparación física de equipos de básquetbol de los torneos locales, en primera instancia formando parte del equipo macabeo, proceso sobre el cual Villarmarzo nos comenta:
“La posibilidad en Hebraica surge a raíz de un colega que me abrió las puertas para acompañarlo, Nicolás Dolhagaray. Realmente era lo que yo estaba buscando, y allí viví una preciosa experiencia. El plantel, el mismo club, todo resultó estupendo en ese período que estuve con ellos, el cual pudimos coronar con la competencia en BCL. La verdad que en lo profesional y como persona fue muy enriquecedor para mí”.
En la secuencia continuó Larrañaga en la LDA del año pasado, donde pudieron redondear una buena campaña, y de no ser por lesiones que afectaron a jugadores importantes habrían llegado más lejos en el torneo, en la opinión del joven Licenciado:
“Exactamente, en ese grupo nos quedamos con el gusto amargo de no haber avanzado al final del campeonato. Justo en lo último perdimos valores importantes en cancha, que fue una pena porque a lo largo de los partidos el equipo estaba bien armadito, con un grupo que dio todo para alcanzar el cuarto lugar, y en playoffs ya no pudimos clasificar. En resumen, un club divino con todo el ambiente, desde el presidente hasta toda la hinchada en un tono bien familiar, que nos permitió trabajar plenamente”.
En la segunda parte de la entrevista, le consultamos acerca de su partida a Nueva Zelanda. Una planificación que está a punto de concretar en las próximas semanas, y nos compartió en detalle:
“La idea en sí surgió hace años. Mi aspiración ha sido emigrar para seguir creciendo tanto en lo profesional como en lo personal. Este primer paso con destino a Nueva Zelanda es con ese objetivo, dejando un poco de lado lo que tengo acá en Uruguay. A veces te pasan cosas donde uno debe estar preparado para recibir golpes, pero en este caso, es algo que he planeado con el fin de poder progresar. Mi primera parada será en Auckland, y luego seguramente me traslade a Queenstown o Wellington, la capital. En estos lugares incluso he contactado a algún compatriota residente, de forma de facilitar la orientación que voy a precisar en los primeros tiempos”.
Y a continuación, proyectó la segunda etapa de su itinerario, que espera poder lograr tras su primera estadía en aquel lejano país:
“Yo estoy viajando solo, seguramente va a costar un poco estar lejos de la familia. Y estaré abierto a las posibilidades laborales que surjan, ya sea dentro de mi área o de otra, eso siempre te nutre de herramientas distintas. En la medida que pueda formar una base económica, la intención posterior es viajar a España. Tengo la posibilidad de hacer un Master allí, con el cometido de seguir formándome en mi actividad, incorporando todo lo que pueda aprender en ese momento”.
En el cierre, Villarmarzo recordó a quienes lo han apoyado en su desarrollo aquí en Uruguay, con un profundo agradecimiento a quienes lo han alentado a llegar a esta nueva etapa de su carrera. Los mencionó en sus palabras finales:
“Desde chico y acá en el club, quiero destacar a un profesor que ha sido mi referente, Blas Risso. A través de él me fui enganchando, junto a familiares cercanos que tienen la misma ocupación, con un perfil de docencia, y de los cuales he aprendido mucho también. De ese modo encaré mi vocación, la frase que puede definirme es “siempre deporte”, “ante todo deporte”.