Cimarrones del Chocó de Gianfranco Espíndola supera en cada fecha su mal momento en la Liga Colombiana. Hoy cayó otra vez ante Corsarios por 73 a 51.
Esta noche fue su octava derrota en otros tantos encuentros, marcando no solamente el final de su pésima gira de visitante, sino que además da la sensación de no recuperarse con la actual conformación de plantel y cuerpo técnico. Un presente paupérrimo en nivel de rendimiento, afectado anímicamente tanto por los juegos perdidos como por la falta de competitividad, ante rivales que no lo perdonan y aprovechan todas sus deficiencias.
Un inicio que fue clonado al partido de ayer, el equipo de Cartagena volcando una gran dinámica a las acciones, corriendo la cancha y aventajando a su rival por 8 a 0, para que el entrenador visitante pida un minuto de tiempo. Un conjunto de Cimarrones que, con su alarmante falta de gol, y hoy con su menor marca de 51 tantos en lo que va de Liga, no puede darse el lujo de perder intensidad defensiva, resignando sus posibilidades de triunfo muy rápidamente. La planilla lo marcaba en números, 1 triple y 2 asistencias en los primeros 20 minutos de juego. Conformaciones de plantel donde Espíndola ofició de base reiteradamente, muestra la desesperación del Entrenador Edgar Romero, en lograr soluciones ante actuaciones muy pobres de sus armadores como Christian Hamil, anunciado en redes al inicio como una gran incorporación, sin puntos y sin asistencias, con menos de 9 minutos para no regresar a la cancha. Final del primer tiempo de 38 a 24 para los Corsarios, un equipo que, si bien ha tenido irregularidad, cuenta con figuras de mayor relieve y aporte, como el joven norteamericano Jalen Brooks que finalizara la noche con doble doble de 26 puntos y 14 rebotes, en una actuación para el aplauso.
En el complemento otros jugadores de Cimarrones se sumaron al goleo que lideraban Gianfranco Espíndola y Travion Leonard, pero no pudieron recortar la ventaja que llegó a una máxima de 18 puntos. La visita probó variantes, con el alero Miguel Fernandez en una marca encimada sobre el base bahiense Nicolás Paletta, pero sin juego asociado en una ofensiva que erró todos los triples que tiró en el tercer parcial, y sumando varias posesiones donde perdían el balón sin lanzar al aro. Una falta antideportiva en mitad de cancha totalmente evitable da la idea de las ventajas que otorgó al equipo de Corsarios, que manejó la diferencia en el juego con buena rotación de plantel para evitar cargarse de faltas personales. Y un cuarto final que le sobró al cotejo, en el cual los chocoanos totalizaron un partido con sólo 2 triples y 22 pérdidas, y perdieron en asistencias y rebotes, para redondear un regreso a su ciudad donde espera encontrar un punto de inflexión en su participación en la Liga, que hasta ahora ha sido de una gran decepción.
Gianfranco Espíndola fue de más a menos en el devenir de los minutos, acumuló 9 puntos y 7 rebotes, pero casi todos en la primera mitad, como viéndose afectado por el desorden general y la magra ofensiva del equipo, pero mostrando en jugadas aisladas buenas asistencias en descargas cortas tras penetraciones. Cuesta destacarse en un colectivo que ofrece tan poco, y al que deberá contribuir con su personalidad a revertir el nivel de sus compañeros, para que cada partido no les culmine con las manos vacías.