Trouville estuvo en una noche iluminada en el tiro exterior y le ganó por paliza a Hebraica para poner la serie 1-0 a su favor.
En una de las series de cuartos de final que se esperaban más cerradas, Trouville ante Hebraica Macabi comenzaron a definir su suerte, con promesa clara de gran partido por los buenos jugadores de ambos equipos, quizás en lo previo el macabeo con alguna individualidad de mayor renombre, pero el rojo con un funcionamiento colectivo más aceitado.
Le costó a ambos soltarse en el arranque con dificultad para atacar la defensa estacionada, el partido entonces se planteó parejo y de baja anotación. Galletto arrancó bien para Macabi ante un rojo que dependía exclusivamente de Mainoldi en ataque con pocas ideas, Semiglia se encendió para que el macabeo cierre el primer chico ganando 21-15. Trouville encontró con un Mariani encendido una rápida respuesta, la zona en defensa le facilitó los goles de ataque rápido que no había tenido para meter un contundente parcial de 19-6; siempre liderado por el argentino Mariani recuperó la delantera y siguió de largo, hasta terminar el primer tiempo ganando 42-35, tras un segundo cuarto preocupante del equipo dirigido por Lovera y en particular de nuestro pívot insignia a nivel de selección nacional.
Trouville salió con todo al complemento y con cuatro triples rápidos abrió la máxima de catorce, con Iglesias sorprendiendo con dos bombas para hacerse sentir, mientras Hebraica seguía con muchísima dificultad para atacar la zona, bajísimo en su acierto exterior y dando muchas ventajas atrás. Lejos de reaccionar la defensa macabea, el rojo siguió viendo el aro enorme, castigando a distancia ahora con Soto y Marotta para continuar agrandando la brecha ante un equipo realmente perdido en la cancha, el lapidario parcial de 33-19 dejó las cosas casi definidas, 75-54 de cara al último cuarto. El elenco de Pocitos se dio el lujo de regular las cargas en el último, manejó la ventaja sin problemas a pesar de bajar sus porcentajes, ya que el macabeo estaba en una de esas noches en las que no te sale una, e incluso la pelota le salió varias veces de adentro del cesto. Alex López siguió metiendo como si estuvieran tanto a tanto en un equipo que nunca dejó de jugar en serio, como para marcar la cancha y el rumbo de la serie al pisar a su rival por 93-72.
EL GRITO
Vamos abajo por veinte y van a ver eso…
UNO x UNO
TROUVILLE
Marotta (4): No arrancó bien pero se terminó contagiando del gran nivel de sus compañeros. Mariani (8): Fue el motor que arrancó la ofensiva, clave en el inicio cuando estaba parejo. Soto (6): Si logra mantener esa consistencia en el tiro, va a dar que hablar. La defensa está asegurada. Mainoldi (4): Lo cuidaron, por faltas y físico. Tintorelli (6): A lo suyo, le ganó tranquilo el duelo a Batista. Iglesias (7): Clave para liquidarlo. Afiladísimo. Mayora (6): Le dio un mayor ritmo a la ofensiva. López (6): Siguió anotando sin importar el resultado, serio y metido como siempre. Massa (4): El juego no pasó por sus manos. Pomoli (5): Siempre inteligente y rendidor, nunca una de más. Curbelo (-): Segundos en juego. G. Fernández (8): Notable manejo de una rotación larga y rendidora, poco habitual para nuestro medio. La zona 2-3 le abrió el juego.
HEBRAICA Y MACABI
Galletto (5): En un flojo panorama, fue de lo mejor. Elliott (2): Peleadísimo con el aro, irreconocible. Semiglia (4): Arrancó bien y se fue apagando. En el debe atrás. Sandes (3): Mostró ganas y nada más. Batista (2): Noche para el olvido, en ataque y en defensa por igual. Haller (5): Confiable en ataque, no así en defensa. Rusch (3): Bastante flojo en defensa. Aristimuño (3): No dio soluciones. Lovera (4): No logró nunca hacer reaccionar a los suyos, que hicieron casi todo mal en defensa.
VAR
Andrés Bartel, Julio Dutra y Alejandro Nadruz (6): Sin grandes errores en un partido que no dio para demasiado.
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LO DESTACADO
El apabullante tercer cuarto de Trouville fue algo realmente impresionante. Más allá del resultado de 33-19 que terminó de cerrar el juego, los nueve triples acertados en once intentos son algo fuera de lo común. Una verdadera locura, una lección de movimiento de balón y puntería. Asesino…

EL TAPABOCAS

Todos esperábamos una serie pareja, cerradita, larga. BTito incluso se reservó las cinco noches. Aún estamos a tiempo de que eso ocurra, pero mucho deberá mejorar Hebraica que parecía mejor integrado en individualidades. Se comió un verdadero paseo y se llevó igual que BTito un gran tapabocas.