Continuando con el repaso de las consagraciones de la selección uruguaya a nivel continental, toca el turno de recordar el título obtenido en el Sudamericano de 1940.
Luego de haberse quedado con la medalla dorada en las dos primeras ediciones del certamen (Montevideo 1930 y Santiago de Chile 1932), Uruguay fue por el tricampeonato en el año 1934. A pesar de llegar como el gran candidato, el conjunto dirigido por Juan Antonio Collazo no pudo hacer valer dicho favoritismo y terminó ocupando el tercer puesto del torneo celebrado en la ciudad de Buenos Aires.
Al año siguiente, por primera vez, el Sudamericano se disputó en territorio brasileño, más precisamente en Río de Janeiro. La selección celeste tuvo su peor participación hasta ese momento, ya que ganó solamente un partido de los cuatro que jugó.
En las dos ediciones posteriores, los países del Pacífico se hicieron fuertes en casa, quebrando de esa manera la hegemonía que tenían hasta la fecha las selecciones rioplatenses. En 1937 Chile se coronó campeón invicto, dejando en segundo lugar al equipo charrúa, mientras que en el 38 fue Perú el encargado de subirse a lo más alto de un podio que completaron argentinos y uruguayos.
Al no haber podido hacer pesar la localía cuatro años atrás, Brasil volvió a organizar el torneo con el objetivo de ganarlo por vez primera. Uruguay estuvo a punto de robarle dicha posibilidad a los anfitriones, cuando en el juego que a la larga definió el campeonato, terminó cayendo ante los norteños por 34-32, en un final más que cerrado.
Seis ediciones después, tras una espera de diez años, el Sudamericano de selecciones volvía a disputarse en Montevideo, sede donde todo comenzó en el 1930. Del mismo participaron seis países, que se enfrentaban en un régimen de todos contra todos.
El debut del equipo dirigido por Héctor López Reboledo era contra Argentina, el máximo competidor al título. En un partido no apto para cardíacos, Uruguay se llevó la victoria en cifras de 25 a 23. En las siguientes dos presentaciones, el local aplastó a sus similares de Brasil y Chile, lo que hacía pensar que el campeonato ya estaba ganado.
En la penúltima jornada llegaba el turno de enfrentar a Perú, una selección que estaba en pleno ascenso y que había sido campeona dos años atrás. No obstante, los celestes llegaban invictos, mientras que los incaicos no habían logrado ningún triunfo.
Contra todo tipo de pronóstico previo, los peruanos vendieron muy cara la derrota, siendo un gran oponente para el dueño de casa. Los dos veces campeones sudamericanos debieron esforzarse al máximo, volcando la balanza a su favor en los últimos segundos del encuentro. Esa agónica victoria, sumada a la paliza que le propiciaron a Paraguay, le dieron a la selección uruguaya su tercer título continental, el segundo jugando en su casa.
Resultados:
Uruguay 25-23 Argentina
Uruguay 38-15 Brasil
Uruguay 43-26 Chile
Uruguay 25-24 Perú
Uruguay 61-13 Paraguay
Plantel:
Rodolfo Braselli
Pedro Messa
Enrique Vitureira
Zacarías Arnabal
Nicolás Barberini
Alberto Casal
Luís Castro
Prudencio De Pena
Alberto Langlade
Enrique Loustau
Jorge Mendiondo
Santiago Ramella
Jorge Zerbino