Mogi das Cruzes derrotó a Biguá y lo dejó sin chances de avanzar en el torneo.
Resumen del partido
Las caídas de ambos ante San Lorenzo, y el parejo juego que los paulistanos ganaron por un doble en Montevideo, hicieron que las dos instituciones llegaran a este cotejo casi sin margen de error. Tras los cuarenta minutos se sabría quien pasaba a cuartos, y quién no. Siendo conscientes de esto, salieron a ganar a como dé lugar. Utilizando las mismas armas de gol los resultados fueron muy distintos. Probando desde los 6.75 los porcentajes del local fueron fatales ante un equipo de Rovira que la vio fea intentando con ese recurso. Para colmo de males los brasileños comenzaron a atacar el aro de gran manera, convirtiendo en casi todas las oportunidades, o sacando la falta. De esta forma abrieron una brecha considerable. En el peor momento de su equipo ingresó Demian a cambiarle la cara. Con un triple apenas entró y un doble lideró la reacción que terminó poniéndolos a cinco puntos terminado el primer período, 27-22. En el segundo chico el control siguió siendo locatario. Las diferencias en cancha fueron muy notorias. Mientras de un lado la defensa personal provocó pérdidas y tapas, nuestros compatriotas veían pasar a sus rivales, o les permitían tirar solos desde el perímetro, donde casi no erraron. Demian Alvarez fue el único capaz de anotar y motivar a sus compañeros, pero de nada sirvió, ya que pese a los esfuerzos del mercedario, se fueron al vestuario 50-40 abajo.
En el complemento la tónica fue la misma, solo que esta vez el “41” del Pato estuvo en el banco por faltas, y las ideas de gol fueron pocas. Con una actuación infernal de Fabricio de Oliveira y Lucas Santana la máxima llegó a ser de 16 en cuestión de minutos. Los extranjeros se pusieron el equipo al hombro en ese momento, y con un buen pasaje de juego para Warren y Sweetney se fueron al cuarto final perdiendo 72-60. Un doble en el comienzo del ocaso le dio esperanza a los de Villa Biarritz pero De Oliveira nuevamente se encargó de poner un 5-0 y detener cualquier indicio de reacción. Aunque Biguá siguió intentando ofensivamente, la defensa dejó mucho que desear y Mogi se floreó, tanto en la pintura, como desde los 6.75. Danilo Fuzaro fue el responsable de bajarle la cortina al partido, al tomar 16 de renta con un triple. A partir de ahí fue cuestión de minutos para decretar la victoria por 91-76 para el locatario, que además pasó a cuartos de final, dejando al elenco dirigido por Rovira afuera.
UNO x UNO
MOGI
Santana (7): Aunque es un gatillo, mete en los momentos clave. Fuzaro (8): Constante. Juega, defiende y hace jugar. Un todoterreno. Goes (6): Tuvo una buena primera mitad, bajó el rendimiento en el complemento. Cumplió. Gruber (5): Se lo tenía como la gran figura del equipo. Hoy no fue necesario, todos sus compañeros la rompieron. De Souza (5): Aceptable. De Oliveira (8): ¡Qué jugador! Podríamos utilizar el mismo concepto que con Fuzaro. Ceccato (4): Muy poco. Doria (5): Entró pocos minutos y sumó en todo. ¿Buen jugador? No sabemos, pero maquilla los números de novela. Guerra (8): Supo quebrar la línea de defensa del Pato. Con un plantel corto y sin extranjeros demostró su potencial.
BIGUÁ
Perdomo (4): Arrancó con unas ganas bárbaras. Fue el motor del equipo, pero se quedó. Zanotta (3): Muy bajo el nivel de Salvador. Sweetney (5): Regular partido para él. Quedó en el debe con la defensa. Rojas (4): Aportó alguna cosa abajo del aro. El malhumor le ganó y se cargó de faltas en cuestión de minutos. Warren (6): Fue importante en el 3C, pero en defensa no paró a nadie. Álvarez (7): El mejor desde que ingresó. Las faltas lo complicaron pero supo jugar con ellas. Santos (5): Ni fu, ni fa. Aceptable. Andreoli (4): No estuvo mucho en cancha, pero no fue alentador lo que vimos. Arevalo, Jones, Arregui (-): Minutos, y en algún caso segundos en cancha. Rovira (3): Fue ampliamente superado. Las chances que tuvo para acercarse fueron a base de individualidades. No logró hacer jugar al colectivo. Una Lástima.
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