Las selecciones formativas viajaron a China y España por más de 30 días con el objetivo de perfeccionarse, aprender, prepararse para su futuro y los importantes torneos que se aproximan, ya están de vuelta en nuestro país. Tras la gran experiencia vivida, Basquet Total charló largo y tendido con Josefina Zeballos.

En cuanto a la reacción al enterarse del viaje contó: "Nos enteramos en el verano, mas o menos en principios de enero y la verdad que fue increíble, que nos den esta oportunidad, más que nada para el basquetbol femenino y poder compartirlo con un grupo de amigas, que es lo que somos, la verdad que es increíble, y más con el destino donde tenían pensado llevarnos, ya que nunca en la vida te imaginás que vas a conocer China y conocerlo a través del basquetbol es algo impresionante."

Luego, sobre el viaje de ida dijo: "Fue muy cansador. Al principio estábamos con muchos nervios, pero después fuimos acomodándonos, durmiendo en el avión, jugando al truco y así se nos pasó más rápido".

Ya estaban en suelo chino, pero sobre los primeros días allí comentó: "Llegamos y como el horario era totalmente diferente al de acá nos costó muchísimo adaptarnos, estuvimos casi una semana para acomodarnos en las horas de dormir para luego ir a practicar, pero con el cansancio de los entrenamientos pudimos acomodarnos un poco más rápido".

Al hablar de la rutina y como era el día a día en el país asiático, contó: "En principio, las primeras semanas, las practicas eran doble horario y físico de mañana, practicábamos dos horas en cada horario y luego, los últimos días practicábamos tres horas de corrido para después tener la tarde libre y poder pasear un poco por la ciudad".

Sobre lo que más le sorprendió de China dijo: "La cultura, que es totalmente diferente a la de América y yo creo que a la de Europa también, la comida, la seguridad que había, que la verdad era impresionante, da placer vivir ahí porque estás seguro que note roban nada. Hubo casos que algunos dejaron las cosas olvidadas en locales, nos íbamos quince minutos y cuando volvíamos a buscarlas estaban en el mismo lugar y nadie había tocado nada".

Como se sabe, las comidas típicas de aquel país son bastante peculiares, al menos para nosotros. Sobre esto contó: "Yo al principio iba siempre a comer arroz que era lo típico y ensalada, porque un día probé una pasta que me cayó re mal, después intenté probar pato y también me cayó horrible, entonces fui a lo seguro para después no sentirme mal".

Al referirse al nivel basquetbolístico de los chinos dijo: "La verdad que no tuvimos muchas prácticas con entrenadores de ahí, ellos solamente miraban. Había una entrenadora sola, pero después los partidos que jugamos era un nivel totalmente diferente al nuestro, en lo físico más que nada, porque juegan a correr mucho la cancha, aunque capaz que tácticamente no eran tan buenas como esperaba, pero el físico nos jugó un poco en contra".

Sobre el conocer China también dijo: "Disfruté mucho conocer otra cultura totalmente distinta a la nuestra, porque no estaba acostumbrada a ver gente diferente y estoy muy agradecida de poder haber conocido eso". Mientras tanto, sobre la visita a la emblemática muralla china contó: "La verdad que inolvidable. Cuando llegamos nos prometimos todas llegar hasta el último bloque, porque son cuatro y son muy cansadores. Nos habían dicho que la mayoría de la gente no llegaba y nosotras llegamos, después nos sentamos a mirar donde estábamos y ahí nos dimos cuenta de que todo esto es gracias al basquetbol, y la verdad que nos emocionamos de todas las cosas lindas que nos estaban pasando". Entre risas, al hablar del reto de llegar al final de la gran muralla, dijo: "Fue complicadísimo llegar al último bloque, yo llegué arrastrada mas o menos".

A la vuelta, hicieron una parada en España, donde estuvieron unos días más jugando partidos y demás. Sobre esos juegos comentó: "Creo que en los partidos de España fue donde más aprendimos, aprendimos demasiado. El primero nos tocó jugar un poco desconcentradas, porque no habíamos practicado aún, fue en esos días que llegamos de China y fuimos directo a jugar el partido, pero lo supimos resolver bastante bien, capaz que no de la mejor manera o como lo teníamos planeado, pero ya en el segundo sí, aplicamos todo lo que habíamos preparado. La verdad que logramos aprender muchísimo, el nivel, el físico, cómo juegan ellas, aprendes mucho".

Aún en Madrid, hicieron distintas visitas a lugares de la histórica ciudad, destacándose el Estadio Santiago Bernabeu. Sobre esto contó: "Increíble, nunca me imaginé ir al Bernabeu. Yo que no soy muy hincha del Real Madrid, cuando entramos al museo casi que me emociono de toda la historia que tenía el club, los relatos y cómo estaba todo organizado, que la verdad es increíble".

Yendo hacia lo que les aportó este viaje dijo: "Creo que nos aportó muchísimas cosas, más que nada la confianza, la unión del grupo, en el físico también crecimos muchísimo y en lo basquetbolístico ni que hablar, aprendimos a correr mejor la cancha, ocupar los espacios y creo que encontramos una química de equipo que antes no la teníamos".

En cuanto a sus desafíos personales previas al viaje contó: "Yo personalmente me propuse mejorar la defensa, que desde hace tiempo la tengo que mejorar, mis entrenadores me dieron para adelante, me dieron la confianza y ahora acá también estoy metiéndole a full con la defensa".

Sobre lo que sentía en los últimos días previos a volver comentó: "La verdad que era complicado, porque cuando estaba allá quería volver para ver a mi familia, pero al mismo tiempo me quería quedar, y ahora que ya estoy acá quiero volver y que se repitan las mañanas de tomar mate, jugar al truco y escuchar música todos juntos".

Acerca de que le aportó la experiencia a la selección femenina comentó: "Creo que mejoró mucho la química del equipo, también construimos amistades, que dentro de un equipo es muy importante, no ser solo compañeras, sino tener amistades dentro del grupo. Además pudimos generar amistades con los varones, lo cual era muy difícil porque nunca coincidíamos los dos grupos acá en Montevideo cuando íbamos al CEFUBB. Creo que tuvimos muy buena onda entre el femenino y masculino, lo que nos aportó mucho dentro y fuera de la cancha".

Este viaje también fue de gran preparación para lo importantes torneos internacionales que se avecinan, sobre esto dijo: "Obviamente fue una preparación increíble que nos motiva mucho. Nosotras vamos a seguir preparándonos de la misma forma que lo veníamos haciendo, para llegar de la mejor forma al sudamericano. Obviamente que el sueño de todas nostras sería ganar una medalla, pero creo que paso a paso, de a poquito y sin apurarnos va a ser mejor".

En lo que a la temporada que acaba de comenzar para Bohemios se refiere, contó: "En lo grupal yo creo que cuando se arranca un campeonato siempre se apunta a ganarlo con las dos categorías, y para eso es que venimos a practicar todo el año y formamos este grupo tan lindo que tiene Bohemios, porque la verdad es así. En lo personal mi foco principal para este año es mejorar la defensa y el físico, y si se puede, repetir lo del año pasado, sino seguir adelante, porque no siempre se puede ganar".

Acerca de continuar perfeccionando lo entrenado durante el viaje comentó: "La idea nuestra no era volver acá y retomar el nivel que hay en la Liga Uruguaya, sino apuntar a un nivel más alto y ayudar a nuestras compañeras para que apunten a eso también, así le basquetbol femenino puede seguir creciendo".

Por último, para cerrar la nota, al recordar la anécdota del año pasado relacionada al horóscopo, lo conseguido en el sudamericano y ser preguntada sobre la predicción para su 2019 dijo: "Lo leí antes de irme, como en diciembre capaz, y me decía que uno de los primeros meses del año iba a ser inolvidable, o sea que iba a tener una experiencia inolvidable, y aunque últimamente no se me está dando mucho, ni se todavía lo que me va a pasar, creo que con lo de China le embocó".