Nacional le ganó a Aguada y se puso 2-1 en la serie pese a no contar con Nicolás Delgado, lo analiza tácticamente Edgardo Kogan.

Se nos fue la tercera semifinal, quedando Nacional a un juego de la final y obligando a Aguada a ganar dos partidos en fila para no quedar eliminado.

El tricolor hizo un gran partido, con muchísimas concentración, disciplina y actitud frente a un rival que le puso ganas pero no cabeza al juego. La formación baja de Nacional utilizó a Danridge como falso “4” y yendo sobre Feeley, pero con un Eziukwu que siempre le flotó a Smith para generar que todos los picks tuviesen la ayuda del interno tricolor en la defensa del juego interno. El jugador con el balón en la mano tuvo que tomar decisiones, y de arranque Aguada no lo hizo bien. El rojiverde se mantuvo en juego con presión defensiva, cargando los rebotes y segundos tiros, pero Nacional logró que se equivocara en ataque y aprovechara sus rompimientos –especialmente de Danridge– para ya ir ganando en los primeros cinco minutos.

Sarni presionó mucho a Bavosi, y todo Nacional lo hizo sobre los perimetrales para no permitir pases fáciles hacia el juego interno de Aguada. Siempre que la bola llegó adentro, vinieron las ayudas, obligando al aguatero a tomar tiros perimetrales. Fernández rotó a sus jugadores y también ensayó cambios defensivos, como la zona con la que ya le sacó siete puntos en el segundo cuarto. Aguada no encontró soluciones para la defensa de Danridge, la entrada de Barriola como alero le permitió a Nacional dejarlo tirar, y recién cuando sacó a Smith y lo puso como ala-pivot logra emparejar el juego.

La doble base, una solución encontrada por Cabrera en juegos anteriores, volvió a permitirle que García y Bavosi tengan la pelota y mejoren la toma de decisiones. Nacional volvió a zona y desde allí logró volver a correr, ya sea desde Sarni o Taboada. El rojiverde pasó a jugar posesiones más largas y se puso en juego rápidamente, especialmente con García manejando el balón. En los últimos minutos Aguada logra contener el uno por uno de Danridge, hizo subir su presión defensiva y logró ponerse a tres puntos al final del primer tiempo, 47-44, mostrando que tenía con qué pelear el partido y llevárselo.

El segundo tiempo cambió porque Nacional prácticamente no rotó jugadores, mantuvo la formación baja, con una defensa zonal que rotó y ajustó siempre que fue necesario, llegando a las esquinas para no permitir tiros cómodos, pero cerrándose cada vez que la bola fue al poste bajo, la prioridad que le iba a permitir correr al tricolor, una de sus claves de todo el año.

Aguada logró despertar faltando tres minutos para el fin del tercero, con un triple de Bavosi y plantándose también en zona para llevar a Nacional al juego estacionado. Hubo minutos de mucha ansiedad, donde ninguno logró cerrar bien sus ofensivas, y un tiro increíble de Danridge de mitad de cancha le permite sacar tres puntos al final del cuarto, que se sumó a un triple de Taboada en el mismo inicio del último.

El juego volvió a ser similar al del primer tiempo, con Nacional cómodo, con confianza y Aguada ansioso, tomando malas decisiones y tiros. Eziukwu hizo un gran trabajo para no permitir segundos tiros, tomó rebotes y logró correr. El tricolor empezó a jugar posesiones más largas, Sarni y Taboada fueron dominadores del juego, y a falta de 2.30 le abrió 13 puntos que parecían ya indescontables. Ambos tuvieron imprecisiones en el cierre, el aguatero se llegó a poner a 6, pero Nacional volvió a darle el balón a Danridge. El rojiverde nunca pudo descontar suficiente como para sentirse en juego, el Bolso logró la victoria que le permitió quedar en la puerta de la final de la Liga Uruguaya, algo que sería un batacazo tremendo y un mérito impresionante para este equipo que hizo las cosas bien durante todo el año.

El próximo juego la serie puede tener una definición, Nacional demostró que a pesar de la baja de Delgado tiene condiciones anímicas, físicas, atléticas y sobre todo respetar el plan de juego marcado por su entrenador para cada noche.

Enfrente habrá un equipo que sabe de estar en desventaja, de dar vuelta resultados adversos, no solamente en este torneo sino también el anterior, demostrando la categoría de sus jugadores. Sin dudas tendremos un cuarto juego formidable.

Estas horas serán vitales para recuperar jugadores y llegar al 100% para esta nueva semifinal que soñamos sea tan intensa como han sido las últimas tres que nos han regalado Nacional y Aguada.