Aguada venció de visitante a Olimpia 88-73 con enormes porcentajes de 6.75 y elevado nivel de juego colectivo. Demian Álvarez destacó dentro de un equipo que vivió una gran noche.

Resumen del partido

Algunos hinchas de Aguada -60 aproximadamente- llegaron a la cúpula pese a que el club había pedido que no concurriera hinchada. Se habló mucho en la previa, pero el encuentro se desarrolló con total normalidad y buen comportamiento de las parcialidades.

Comenzó parejo, y asi fue durante los primeros minutos del cuarto. Olimpia dañaba con sus extranjeros en la pintura, mientras que Aguada trabajó para Curtis aprovechando la gran conducción de Bavosi. Con las apariciones de Demian Álvarez y Smith se abrió el partido. El rojiverde aprovechó errores ofensivos del local para correr la cancha e irse 12 arriba al primer descanso.

Las alas rojas con un 7-0 rápido devolvieron la paridad, y un buen ingreso de Cabillón achicó a cuatro. Olimpia defendió en zona y Aguada con buen criterio movió la bola para encontrar tiros a pie firme, García y Bavosi fueron titiriteros de lujo, Demian la figura, y los extranjeros utilitarios dentro de su rol, jugando sin egoismo. La visita dañó de ataque rápido y recuperó 12 de cara al descanso largo.

Chispazos de Emiliano Gonzalez y Garbarino, más el aporte regular de Harrison sirvieron para intentar tirar del carro olimpista, pero fue un equipo que forzó demasiado y careció de lectura de juego en ambos sectores. Demian brilló y Aguada corriendo liquidó la historia. Con la capacidad de entender cuando había ventaja y en que momento mover la bola con pases extra para encontrar tiros a pie firme, la visita siguió de orejitas paradas manejando un trámite favorable.

Llamativamente el local dio pocas faltas para cortar contragolpes. Perdido en cancha los de Colón intentaron reacciones que siempre fueron contestadas por bombas directo al corazón. En los minutos finales Olimpia maquilló el resultado final con un par de triples para terminar 15 abajo en partido donde llegó a perder por más de 20.

UNO x UNO

OLIMPIA

Silvarrey (4): Superado. Loriente (4): Momento de dominio defensivo, poco gol. Se desdibujó. Viana (4): Perdió minutos, intentó la reacción al final. Waddell (5): Arrancó bien, se fue apagando. Harrison (7): El más regular. Garbarino (6): Pese a su desprolijidad fue el mejor nacional, querendón. Cabillón (4): Chispazos en ataque, Smith lo dominó. E. González (4): Intentó, en algunas le salió bien. Agarbado (4): No le dio orden ni fluidez al equipo. Martínez (-): Poco en cancha. Camiña (4): No logró darle soluciones tácticas al equipo que lo llevaran a la reacción.

AGUADA

Bavosi (8): Se jugó siempre a lo que él propuso. D. García (8): El socio ideal del Mono, lee todo a la perfección, hizo funcionar al equipo. Álvarez (9): Demiancial. En las noches que emboca así es incontenible. Smith (8): Cuando el equipo necesitó su aporte, estuvo. Fue inteligente para interpretar. Curtis (7): Rinde más de lo que sus números dicen, y eso que los números fueron buenos. Pereiras (5): Más en defensa que en ataque. Barriola (6): Un peón, utilitario. Nunca una mala cara. Garay, Lemos, Rodriguez, Santos, Magnone (-): Entraron con el partido liquidado. Cabrera (8): Interpretó muy bien el partido.

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Lo destacado

El 14/25 en triples de Aguada llama positivamente la atención, y eso que hubo dos errados (Rodríguez/Santos) con el partido totalmente liquidado. Fue la gran diferencia del partido. Más allá de lo que metió el rojiverde, se debe destacar el trabajo que realizó para seleccionar buenos tiros y a pie firme, que generalmente terminaron haciendo bailar las piolas.

Lo distinto

Diego García jugó y la rompió, pero lo distinto estuvo en que su hermano Gabriel en este caso fue rival, como fisio de Olimpia. De todas formas a los hermanos se los vio llegar e irse juntos, el base rojiverde dijo que fue para "no gastar nafta al pedo". Más allá del chiste reconoció que entre hermanos: "Algo se habla del partido, obviamente nos estamos apoyando pero cada uno quiere que gane su equipo, aunque siempre nos deseamos que le vaya bien al otro, en el caso de él que no se lesione nadie". Rivalidad adentro y hermandad afuera de los García, sobre todo para cuidar la economía.