Es justo que se lo lleve Curry ya que hizo una gran temporada con 23.8 puntos, 8,2 asistencias y un tiro de campo del 44%, además de batir su propio record de triples, llevándolo a 286 encestados en una temporada y también tener un porcentaje de tiros libres del 90%. Fue el líder de su equipo llevándolo a un espectacular récord de 67-15 y junto a Klay Thompson formaron la dupla más temida de la NBA, denominándolos los "Splash Brothers".
Rookie del año: Andrew Wiggins, Nikola Mirotic y Zach LaVine
Se lo lleva Wiggins sin dudas, ya que fue el mejor durante todo el año, salvo al inicio de temporada con la soberbia actuación de Jabari Parker hasta su lesión y el marzo descomunal de Nikola Mirotic. El canadiense promedió en su primera temporada 16.9 puntos con un TC de 44% y 4.4 rebotes por juego.
Defensor del año: DeAndre Jordan, Anthony Davis y Kawhi Leonard
Jordan un auténtico pulpo rebotero (15 rebotes por juego), además aumenta de forma sensible la eficiencia defensiva de su cuadro cuando el juega comparado cuando no lo hace. Muy atlético, lo que permite que esté siempre muy cerca de la bola y buen timming para bloquear.