Con destacada actuación de Luciano Parodi junto a Nicolás Martínez, Uruguay derrotó a Paraguay y aseguró su pase a la AmeriCup en Nicaragua 2025.
Objetivo cumplido para nuestra selección, tras este trabajoso pero merecido triunfo en Paraguay. Con adversidades para enfrentar el cotejo: un viaje extenso y dos partidos en menos de 72 hs, un calor agobiante de 41 grados en la ciudad de Pilar y varias bajas en el plantel; de todos modos, abrocharon su clasificación en este grupo B.
Lo que vaticinaba el entrenador en Belem para esta instancia, se dio en los hechos. Paraguay salió a vender cara su derrota: es un equipo que se caracteriza más por su juego físico e intensidad constante, que, por tener un diseño ofensivo con una técnica depurada, salvo contadas excepciones. Así se vio un cuarto inicial con sucesivas interrupciones por faltas personales, una dinámica de juego con mucho contacto de un equipo local que pareció contagiarse del constante aliento de su afición, que llenó el Polideportivo Roberto Cabañas. Tras sucesivos empates en el marcador, Uruguay fue tomando ventajas con gran puntería de tres puntos, 5 de 10 intentos, de manos de Luciano Parodi y Facundo Terra. Los locales fueron cediendo terreno hasta quedar a 14 de diferencia, pero tuvieron un mejor cierre, terminando 29 a 21 para la celeste.
La rotación de plantel era necesaria en forma constante, para compensar la extrema temperatura en el escenario. Jugadores que se cansaban más rápidamente de lo habitual, y llegaban a la banca en busca de una rápida hidratación. En esta secuencia de sustituciones hubo un ingreso con minutos para el aplauso, tras haber estado fuera de la plantilla en Brasil, del Hueso Martinez. Con todos los atributos que se le conocen: convirtió desde afuera, defendió duro dentro y fuera de la pintura, pero en especial causó daño desde el lado opuesto: por diseño llegaba a la esquina, esperaba el pick central de Parodi con el pivot, y en ofensiva triangular recibía la descarga para encestar con facilidad. Así fue el envión celeste: con una marca efectiva dejó a Paraguay con tres puntos anotados en seis minutos, y sacó máxima de 19 tantos. Que sin embargo al igual que en los primeros 10, fue contestado por un ocho a cero de los guaraníes con un triple sobre la hora de Ramón Sánchez. Uruguay terminó arriba 48 a 37 este primer tiempo.
El entrenador visitante Ariel Rearte buscó renovar energías, iniciando el tercero con cuatro jugadores no titulares, tras perder a Vincenzo Ochipinti por una fea caída. La presión alta para buscar el error del rival desde la misma salida dio sus frutos, y junto a algunos fallos discutibles de la terna, Paraguay logró reducir diferencias en forma vertiginosa, con destacada actuación del hombre del Club San José Edgar Riveros, junto a Ricardo Sarubbi. Llegaron a empatar en 55 tantos, provocando el tiempo pedido por Jauri, quien instauró una zona 2-3 que no mejoró la defensa que estaba siendo superada por los locales. En un encuentro ahora con otro contexto, nuestro combinado de todos modos no perdió la calma y encontró en su figura Parodi la verticalidad y distribución de juego necesaria para retomar el liderazgo, 64 a 60, al cabo del tercer chico.
En el cuarto final, cuando los guaraníes debieron confirmar la reacción no lo hicieron, debido a limitaciones en la definición de las jugadas. No convirtieron un triple más, y los impulsos individuales forzaron las acciones ante una defensa estacionada, que llegó a contestar varios lanzamientos y limitó la eficiencia de goleo mostrada anteriormente. Con Parodi como director de orquesta; encestando, ordenando la defensa, buscando el pase extra, Uruguay sacó una distancia definitiva con un parcial al cierre de 17 a 3, redondeando un tanteador de 86 a 69. La bocina final dio paso a innumerables abrazos por el objetivo logrado fuera del país, por haber mostrado pasajes de buen rendimiento, por la incorporación de nuevos valores que hicieron su aporte, y aprovecharán sus oportunidades en esta selección que en definitiva es el equipo de todos. Felicitaciones a toda la delegación, mostraron compromiso y dedicación, pero también muy buen funcionamiento, la AmeriCup en Managua los habrá de esperar con total merecimiento.
LO DESTACADO
Luciano Parodi: Tremendo partido del actual jugador de Peñarol. Asumió protagonismo, logró 22 tantos y 7 asistencias, con una efectividad de 26. Mostrando visión de juego, haciendo gala de sus habilidades técnicas para tomar ventajas y convertir o asistir en el momento justo. Factor de la victoria.
UNO x UNO
Riveros (7): El mejor de Paraguay, especialista defensivo e incisivo en el 1 por 1, le faltó compañía. Sanchez (6): Buen partido, movedizo y dinámico, hasta que se cargó de faltas. A.Peralta (6): Comenzó flojo, mejoró en el segundo tiempo con dos triples en su haber. G.Peralta (5): Escaso aporte, ayudó en la toma de rebotes. Dose (5): Difícil de bancar en la pintura, tenía buen partido hasta que se hizo cobrar una técnica que lo radió del juego. Poisson (6): Mostró gran intensidad y velocidad para el contragolpe, lideró en rebotes a su equipo. Konrad (5): Escasa participación en el juego. Sarubbi (7): Siguió en méritos a Riveros, debió entrar antes por el rendimiento mostrado. Lopez (5): Limitado en ofensiva, aunque tomó varios rebotes. Ochipinti, Sequera, Tischler (-): Escaso tiempo en cancha. Rearte (6): Tuvo un buen juego. Optimizó sus mejores recursos, alentando la entrega y esfuerzo a tope de sus dirigidos que no dieron pelota por perdida. La diferencia de planteles en la definición del cotejo se hizo notar y cedió posibilidades de ganar.
Parodi (8): La figura de Uruguay y del partido. Pomoli (6): Sorpresivamente eficiente con 13 rebotes en su haber, pero sin la claridad mostrada ante Brasil. Ducasse (7): Destacada labor, con triples en momentos claves para contener a los guaraníes. Rojas (6): Rindió en función de equipo logrando varias asistencias. Serres (4): No tuvo buen partido, y se le notó con problemas físicos que limitaron sus minutos. Martinez (8): Con Parodi fueron la clave del éxito: es versátil y completo, e intimida en defensa. Gran tarea esta noche. Bianchi (5): Escasa participación en las acciones, dio un recambio necesario en la rotación. Waschmann (6): Mucho mejor que contra Brasil, participativo con bloqueos directos de suma utilidad. Terra (6): Dos triples importantes, aprovechó sus minutos en doble base con Parodi. Capalbo (5): Sin brillar, hizo los traslados con eficiencia ante la presión guaraní. Espíndola (4): Lejos de su nivel, le costó entrar en partido. Arregui (-): Sólo dos minutos disputados. Jauri (7): En un partido difícil de asumir por las razones señaladas, hizo muy buena distribución de plantel, buscando no reducir la intensidad. Se vio un equipo trabajado pese al poco tiempo de preparación, y la clasificación es un justo premio a su conducción.
VAR
Daniel García, Edwin Quiles y Yezid Carreño (4): No redondearon una buena tarea, excesivamente exigentes en el cobro de faltas técnicas por simulación, y tuvieron distintos criterios en el cobro de las infracciones. Igualmente, no incidieron en la definición del ganador.
LO DISTINTO
La Ciudad de Pilar está identificada con un ídolo deportivo nacional nacido aquí, en la capital del departamento de Ñeembucú. Roberto Cabañas, apodado “La Pantera” o “El Mago de Pilar”, fue campeón con Paraguay en la Copa América 1979 y con Boca Juniors en 1992 entre otros galardones, y jugó por América de Cali la recordada final de la Copa Libertadores 1987 ganada por Peñarol. También fue entrenador y periodista tras su retiro. El Polideportivo Municipal y este escenario de básquet llevan su nombre, luego de su fallecimiento a la temprana edad de 55 años, debido a una afección cardíaca en 2017.